Название: Atrayendo
Автор: Блейк Пирс
Издательство: Lukeman Literary Management Ltd
Жанр: Современные детективы
Серия: Las Vivencias de Riley Paige
isbn: 9781640299658
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El hombre habló solo un poco más fuerte, y esta vez pudo distinguir las palabras: —Tengo un pequeño problema con algo.
—¿Qué pasa? —preguntó Hope.
El hombre murmuró otra cosa inaudible.
«Tal vez quiere devolver algo que compró hoy», pensó.
Lo último que quería hacer en este momento era abrir la puerta y desactivar el sistema de alarma solo para devolverle su dinero.
Hope dijo: —Si quiere devolver algo, me temo que tendrá que volver mañana.
El hombre desfigurado dijo entre dientes: —No, pero…
Luego se encogió de hombros, aún con la sonrisa en su rostro. A Hope le resultaba difícil mantener el contacto visual con él. Mirarlo directamente a la cara era difícil. Y, de alguna manera, sentía que él lo sabía.
A juzgar por su sonrisa, tal vez incluso lo disfrutaba.
Escalofríos recorrieron todo su cuerpo ante la idea de que disfrutaba de la incomodidad que provocaba en las personas.
Luego dijo un poco más fuerte y claro: —Ven a ver.
El hombre señaló hacia su vieja ranchera, la cual estaba estacionada en la acera a poca distancia. Luego se volvió y comenzó a caminar hacia la ranchera. Hope no se movió. No quería seguirlo, y no estaba segura de por qué debería molestarse en hacerlo…
«Sea lo que sea, sin duda puede esperar hasta mañana», pensó.
Pero no se atrevía a darse la vuelta e irse. Una vez más, temía parecer grosera.
Por esa razón, comenzó a caminar hacia la parte trasera de la ranchera. Cuando el hombre abrió la tapa de la plataforma, Hope vio un montón de alambre de púas.
De pronto, el hombre la agarró por detrás y colocó un trapo mojado sobre su boca y nariz.
Hope pateó y trató de soltarse, pero él era más alto y más fuerte que ella.
Ni siquiera podía gritar por el trapo que tenía sobre su boca. Estaba empapando de un líquido espeso que olía y sabía dulce.
Luego, una sensación extraña comenzó a invadirla.
Sentía vértigo y euforia, como si se hubiera drogado.
Durante unos segundos, esa euforia le impidió comprender que estaba en grave peligro. Luego trató de luchar, pero sus extremidades estaban muy débiles y parecían de goma.
Sea lo que fuere lo que el hombre estaba tratando de hacer con ella, no podía luchar.
Sintió al hombre levantándola y tirándola en la parte trasera de su ranchera, en medio de la maraña de alambre de púas. El hombre no le quitó el trapo de la cara, y ella no pudo evitar respirar los gases.
Hope Nelson apenas sentía los dolores punzantes por todo su cuerpo mientras perdió el conocimiento.
CAPÍTULO UNO
Mientras preparaba dos bisteques, Riley Sweeney volvió a pensar: «Quiero que esta noche sea especial.»
Ella y su prometido, Ryan Paige, habían estado demasiado ocupados últimamente. El programa agotador de prácticas del FBI de Riley y el nuevo trabajo de Ryan como abogado de nivel inicial en un bufete de abogados tomaba todo su tiempo y energía. Ryan hasta había tenido que trabajar hoy sábado.
Aunque Riley había cumplido 22 años hace casi dos semanas, simplemente no había habido tiempo para celebrar. Ryan le había comprado un collar bonito, pero Riley no disfrutó ni de un pastel ni de una cena especial. Esperaba que la cena especial de esta noche compensara por ello.
Además, esta probablemente era la última oportunidad que tendrían de pasar tiempo juntos. Riley había completado sus prácticas ayer, y mañana tenía que partir a la Academia del FBI en Quantico, Virginia. Ryan se quedaría aquí en Washington, D.C. Aunque solo estarían a una hora de distancia, los dos estarían trabajando muy duro. No sabía cuándo volverían a tener tiempo para compartir.
Siguiendo una receta detallada, Riley terminó de marinar los bisteques con sal, pimienta, cebolla en polvo, mostaza molida, orégano y tomillo. Luego se quedó mirando su obra. Había preparado una ensalada y cortado champiñones en rodajas para asarlos con los bisteques y ya había metido dos papas al horno. En el refrigerador, había una tarta de queso que había comprado para el postre.
Había arreglado la pequeña mesa de cocina, hasta llenando un jarrón con flores que había comprado junto con el resto de los comestibles. Una botella de vino tinto barato pero muy rico estaba esperando por ellos.
Riley miró su reloj. Ryan ya debía haber llegado, y ella esperaba que no tardara mucho tiempo más. Quería terminar de asar los bisteques mientras hablaban para que no se enfriaran.
Entretanto, no se le ocurría nada más por hacer. Había pasado toda el día lavando ropa, limpiando su pequeño apartamento, haciendo compras y preparando comida, tareas domésticas que rara vez había tenido tiempo para hacer desde que ella y Ryan se mudaron juntos a principios de verano. Le agradaba la cotidianidad de dichas tareas.
Aun así, no pudo evitar preguntarse: «¿Así será la vida matrimonial?»
Si lograba su objetivo de convertirse en agente del FBI, ¿podría tomarse el tiempo para asegurarse de que Ryan encontrara todo lindo y ordenado cada vez que llegara del trabajo? No parecía probable.
A Riley le resultaba difícil visualizar ese futuro, o cualquier futuro en específico.
Se dejó caer en el sofá. A lo que cerró los ojos, se dio cuenta de que estaba muy cansada.
«Lo que ambos necesitamos son unas vacaciones», pensó.
Pero sabía que no podrían irse de vacaciones en mucho tiempo.
Sintiéndose un poco somnolienta, recordó algo justo cuando estaba a punto de quedarse dormida…
Estaba atada de pies y manos por un loco que llevaba un disfraz y maquillaje de payaso.
El hombre sostuvo un espejo en su rostro y dijo: —Estás lista. ¡Mírate!
Vio que la había maquillado para parecer un payaso.
Se horrorizó al ver que estaba sosteniendo una jeringa frente a ella. Sabía que si le inyectaba su contenido mortal, moriría de terror…
Los ojos de Riley se abrieron de golpe y ella comenzó a estremecerse.
Hace dos meses, había estado a punto de morir a manos del famoso «Asesino de Payasos». Aún revivía su terrible experiencia a veces.
Mientras trataba de olvidar, oyó que alguien se acercaba por las escaleras del edificio de apartamentos al pasillo del sótano.
«¡Ryan СКАЧАТЬ