El Criterio De Leibniz. Maurizio Dagradi
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Название: El Criterio De Leibniz

Автор: Maurizio Dagradi

Издательство: Tektime S.r.l.s.

Жанр: Героическая фантастика

Серия:

isbn: 9788873044451

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СКАЧАТЬ parte del bocadillo ya no estaba.

      Ese trozo con forma de sándwich había sido ¿desplazado?, ¿desintegrado? ..., ¿qué?

      En la cabeza de Marlon pasaron a la velocidad del rayo todas las hipótesis de las que tenía conocimiento, ortodoxas o no, y mientras tanto la catalepsia empezó a retirarse, la respiración tornó progresivamente a la normalidad y él retornó al presente.

      Marlon no lo sabía todavía con certeza, pero la Historia de la humanidad estaba en un punto de inflexión crucial.

      En ese momento.

      Para siempre.

      Capítulo II

      Prestando mucha atención para no tocar mínimamente la mesa, y con la mirada fija en el gato, ovillado en la estantería a unos diez metros de distancia y dispuesto a mordisquear el trozo de pan, Marlon se movió hacia el teléfono instalado en la pared, a su espalda. Intentó recordar el número de casa de Drew: lo había llamado una vez para pedirle ayuda sobre una tarea. Acababa en 54, ¿o en 45?

      —Oh, ¡al infierno!

      Compuso el primer número y, después de una breve espera, el profesor respondió al teléfono:

      —¡Cof...! ¿Dígame? —el profesor estaba resfriado.

      —Profesor, soy Marlon, creo que sería mejor que volviera inmediatamente al laboratorio, hay algo que tendría que ver y...

      —¡Marlon! —lo interrumpió Drew, sin mucha ceremonia—, sabes que he tenido un día complicado: el rector me ha comunicado que los fondos para nuestro laboratorio han sido recortados en un cuarenta por ciento y... cof... parece que, encima, no me dejarán jubilarme este año. ¡Espero que sea por una razón muy, muy importante!

      —Bueno, profesor, creo que, si no lo quiere también usted, el Nobel será todo para mí.

      —¿Qué estás diciendo, Marlon? ¡No tengo tiempo que perder con bromas!

      Marlon no perdió la compostura.

      —Es su experimento, profesor. Produce un efecto que...

      El estudiante percibió una brevísima conmoción y, pocos segundos después, oyó un portazo. Todavía podía oír los ruidos de la casa de Drew. La televisión estaba encendida y soltaba vacuidades como siempre. El profesor ni siquiera había colgado el teléfono.

      Marlon volvió a vigilar el experimento, sin olvidarse del gato para evitar un segundo asalto que seguramente habría tenido consecuencias desastrosas. El animal estaba comiéndose el bocadillo a mordiscos pequeños, pero con cada mordisco la comida disminuía inexorablemente, y el gato empezaba a mirar la mesa con discreción.

      Drew no llegaba.

      Marlon maldijo no haber dado nunca de comer a ese gato, y es que sabía que otros estudiantes se ocupaban de él. Lo que no sabía es que ese día esos estudiantes habían ido a una conferencia y no habían dado de comer al gato, convencidos de que Marlon se habría ocupado de ello.

      Mientras tanto el michino había acabado el bocadillo y se estaba estirando, sin quitar los ojos de la mesa. Marlon empezó a sudar, sin saber cómo hacer, cuando oyó el ruido de la puerta de un coche que se cerraba y un corretear rápido por el camino de acceso al laboratorio.

      La puerta se abrió de golpe y entró Drew. En cuanto su cabeza pasó por el umbral de la puerta sus ojos abarcaron la escena entera y valoró rápidamente la situación: Marlon estaba inmóvil delante de la mesa, con los ojos fijos en el gato, que parecía seriamente motivado en atrapar un bocadillo sobre la placa del experimento, que parecía todavía montado.

      Drew tenía una buena relación con el gato y resolvió el impasse de manera absolutamente banal:

      —¡Niels! ¡Fuera!

      Con esa orden seca, el gato con un nombre tan importante2 salió inmediatamente por la ventana del laboratorio, que siempre estaba medio abierta por la noche para permitir la ventilación.

      Marlon dio un suspiro de alivio y empezó a relajarse. Fue a cerrar la ventana y comenzó a contar todo al profesor. Le narró los hechos esenciales, ya que los físicos son gente sintética, y acabó con su hipótesis:

      —Creo que el gato ha encontrado casualmente una regulación crítica del experimento que produce un desplazamiento o desintegración de la materia sobre la placa. Por ahora no encuentro otra explicación.

      Durante el relato, Drew había observado el experimento, y registrado todos los valores indicados por el ordenador, así como la regulación fina de los instrumentos conectados.

      —Marlon, aparentemente ha sucedido lo que dices tú, pero sabes bien que para que un experimento sea válido debe ser reproducible. Tenemos que guardar todos los parámetros de la situación actual, y después intentar reproducir el efecto observado.

      Antes de nada, sin tocar nada, Drew cogió de un estante una máquina fotográfica digital, equipada con un dispositivo que superponía un retículo de gradación fina a la imagen tomada; fotografió todos los objetos que estaban en la mesa de laboratorio, separadamente y en grupo, desde distintos puntos de vista. La malla permitiría conocer después la distancia y los ángulos exactos entre los distintos objetos, lo cual permitiría restaurar la configuración del experimento. Fotografió incluso la pantalla del ordenador, donde aparecían todos los parámetros de configuración de los distintos instrumentos controlados por él, y luego Marlon guardó todos los parámetros en un fichero.

      Descargaron en otro ordenador todas las imágenes tomadas, y los ficheros con los parámetros, hicieron dos copias y las conservaron separadamente: una en la bolsa de Drew y la otra en la chaqueta de Marlon.

      Ahora era el momento crucial: tenían que intentar reproducir el efecto.

      Drew desplazó el trozo de pan sobre la placa para colocarlo otra vez en la zona de la que había desparecido la materia antes.

      —Como no sabemos nada sobre cómo pueda funcionar la cosa, procederemos de manera casual, modificando un parámetro cada vez y observando lo que sucede. Marlon, escoge un parámetro en el ordenador. Empezaremos con este.

      Marlon se volvió hacia la pantalla y eligió el primer parámetro sobre el que cayeron sus ojos.

      —Modificaré el K22. Ahora está a 1.123,08 V3. Lo pongo a cero.

      El estudiante ejecutó el cambio.

      No sucedió nada.

      —Aumento con pasos de 10 V. Ahora el K22 está a 10 V, 20 V, 30 V...

      Nada.

      Llegados a 350 V, Drew dijo a Marlon de aumentar con pasos de 50 V.

      —…400 V, 450 V, 500 V…

      Nada.

      El generador zumbaba de manera siniestra con el aumento de tensión.

      —…950, СКАЧАТЬ