Montesquieu y la construcción de la paz internacional. Víctor Antonio Hernández Ojeda
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Название: Montesquieu y la construcción de la paz internacional

Автор: Víctor Antonio Hernández Ojeda

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

Серия:

isbn: 9786079946869

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СКАЧАТЬ el conocimiento. El hombre puede y desea conocer. Y por tanto, dice Montesquieu, los hombres también pueden asociarse para conocer. Ese deseo de reunirse para conocer, es el deseo de vivir en sociedad.[29]

      Descrito el estado de naturaleza, Montesquieu señala cómo se transforma el hombre cuando empieza a vivir en sociedad:

      Desde el momento en que los hombres se reúnen en sociedad, pierden el sentimiento de su debilidad; la igualdad en que se encontraban antes deja de existir y comienza el estado de guerra.

      Montesquieu propone exactamente la tesis inversa de Hobbes. No hay un estado de guerra original y una paz que se obtiene tras firmar el contrato social, sino un estado de paz originaria que se termina cuando los hombres empiezan a vivir en comunidad. Otro matiz importante es que Montesquieu nunca afirma explícitamente que las sociedades se constituyan mediante un contrato o que sea imperativo firmar dicho contrato. Más bien, siguiendo su diagnóstico del estado de naturaleza, la formación de las sociedades es un proceso espontáneo, inevitable dada la naturaleza sociable del hombre.

      ¿Tiene un diagnóstico del estado de naturaleza? Sí. ¿Tiene un diagnóstico del estado civil? Sí. Lo que no hay en Montesquieu es un mandato para firmar el contrato en aras de conseguir x beneficio. En Hobbes, se firma el contrato para salir del abominable estado de guerra natural a los hombres. En Locke, se firma el contrato para garantizar la imparcial y segura defensa de los derechos naturales. En Montesquieu, el estado de naturaleza es pacífico y la unión inevitable de los hombres en sociedad genera un estado indeseable, un doble estado de guerra.

      Más aún. En general, la tradición contractualista considera el contrato como la causa de que los hombres se reúnan y como la causa de toda su organización política. En Montesquieu, la generación de las sociedades es inevitable, es un proceso natural. El hombre, en tanto que ser vulnerable y necesitado de la comunidad para satisfacer sus necesidades, no tiene más remedio que reunirse con sus semejantes. La génesis de las sociedades no es un contrato, sino la naturaleza del hombre, su indigencia como individuo, su incapacidad para bastarse a sí mismo, así como el deseo que tiene de estar acompañado por sus semejantes. Esa tesis, nuevamente, tiene una profunda influencia platónica y aristotélica: