Название: Exclusión, discriminación y pobreza de los indígenas urbanos en México
Автор: Jorge Enrique Horbath Corredor
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9788418929229
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Si bien durante siglos la cultura occidental ha venido produciendo estereotipos referidos a las así llamadas “minorías” (aunque no siempre esta denominación se corresponda con una cantidad real), en el caso de los indígenas la discriminación originada en gran parte por estos estereotipos se exacerba cuando se refiere a los grupos que viven en las ciudades. Un aspecto que vale señalar es cómo desde las instituciones (oficinas, escuelas, instituciones de salud, espacios públicos) se van naturalizando tratos diferenciales producto de la falta de comprensión –y hasta del menosprecio– del valor de la cultura indígena, lo que dificulta grandemente la efectiva inserción de esta población en el espacio urbano.
Alcance de la investigación, sujetos de estudio y estrategias de producción de información
Este libro se basa en un trabajo de investigación de tres años de duración realizado con financiamiento de la convocatoria de Ciencia Básica de CONACYT que buscó identificar las condiciones de acceso a los servicios sociales (salud, educación, vivienda) y las oportunidades laborales de la población indígena en distintas zonas urbanas del país. Después de un estudio base realizado en la Ciudad de México y financiado por INDESOL en la convocatoria 2007 (incorporamos algunos de los resultados en la tercera parte del informe) continuamos la investigación en una región con alta presencia de grupos y comunidades indígenas como es el sureste mexicano y agregamos la segunda zona urbana del país. Por el tamaño y dinámica de estos lugares, la migración indígena del sureste del país se dirige principalmente a las ciudades de Campeche y Ciudad del Carmen (población maya), Tuxtla, Tapachula y San Cristóbal de las Casas en Chiapas (población tsotsil, tsetzal y mam entre otras migrantes), a Chetumal, Cancún y Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo(sobre todo población maya peninsular), a Villahermosa en Tabasco (población chontal) y a Mérida, Tizimín y Valladolid en Yucatán (población maya). Todas estas ciudades se caracterizan por tener altos crecimientos de población y una disminución de su población indígena en casi todas, lo que responde a la estrategia de no contestar las preguntas de auto-adscripción indígena o dominio de lengua indígena.
Teniendo en cuenta lo anterior se seleccionaron ciudades que permitieran iniciar un proceso de comparación sistemática de carácter regional busca fin de contrastar las ciudades más importantes el sur del país con las grandes ciudades y zonas metropolitanas. Las ciudades escogidas fueron Guadalajara(Jalisco), Tuxtla Gutiérrez (Chiapas) y el sistema urbano-regional de la península de Yucatán: Campeche y Ciudad del Carmen (Campeche), Mérida y Tizimín (Yucatán) y Othón P. Blanco, Benito Juárez y Solidaridad (Quintana Roo).
Para efectuar el contraste y utilizando técnicas mixtas, primero se midió la magnitud y se reconstruyeron las manifestaciones y efectos de la discriminación social, laboral e institucional que experimentan los indígenas en cada una de estas ciudades a partir de distintas fuentes secundarias de información, especialmente documentos e informes oficiales, planes de desarrollo y programas sociales de salud, educación, vivienda y trabajo, y muestras de los Censos de Población de 2000 y de 2010. Asimismo, mediante técnicas cualitativas, se establecieron las relaciones, interacciones y vínculos de orden material y simbólico que tienen lugar en los espacios urbanos. El propósito fue formular recomendaciones para la política pública que no sólo coadyuvaran a visibilizar en acciones afirmativas la discriminación hacia estos grupos sino que apuntaran a transformaciones estructurales insertas en las lógicas de funcionamiento de espacios urbanos complejos que requieren ser pensados articuladamente con el entorno rural-regional en el que se inscriben1.
El grupo de población estudiado fueron hombres y mujeres entre 18 y 65 años de edad con diferentes formas de permanencia en las ciudades propuestas, considerando la especificidad de los grupos etáreos (de 18 a 29 años como jóvenes-adultos, 30 a 59 años como adultos y de 60 y más años como adultos mayores). Para localizar a la población indígena con presencia en estos espacios geográficos se consideraron dos criterios: que residieran o laboraran en dichos espacios, es decir, que desarrollaran en los mismos parte de su vida cotidiana.
Para la producción de datos en terreno se elaboraron: a) guías de entrevistas cortas de léxico a indígenas originarios y migrantes residentes en las ciudades (ver Anexo 2), b) entrevistas abiertas a expertos en la temática y funcionarios de organismos gubernamentales (OGs) y no gubernamentales (ONGs) que tienen contacto directo con la población indígena (ver Anexo 3), c) entrevistas semi-estructuradas a indígenas urbanos efectuadas de manera individual a una muestra de informantes bajo el criterio de saturación teórica (ver Anejo 4) y grupos focales conformados por entre 6-10 personas indígenas, funcionarios y representantes de OGs, ONG’s, asociaciones civiles (ACs) y de organizaciones indígenas (ver Anexo 5)2. Estas herramientas se implementaron en distintos momentos junto con guías de observación directa no sistemática en distintos ámbitos e instituciones de la ciudad (ver Anexo 6).
Estructura de la obra
Para reflexionar sobre los procesos de discriminación en las ciudades realzamos la complejidad de lo indígena pues buscamos considerar su carácter conflictivo y problemático y privilegiar la tensión entre la tendencia a asimilarlos a la cultura occidental y una mirada culturalista que, al acentuar “el respeto por las diferencias”, trae como consecuencia un aislamiento y una despolitización del asunto con el riesgo de arrinconarlos en lo local, sin problematizar su inserción en unidades sociales más complejas de gran escala. Así, en el primer capítulo se analizan las mutaciones de las políticas indigenistas en México y la forma en que incorporan el problema étnico a fin de interpretar, historizadamente, el marco legal-normativo y las políticas públicas y sociales que atraviesan la vida de los indígenas que residen en las ciudades de Guadalajara y el sureste mexicano.
Desde los años setenta, la inserción del indígena en el mundo urbano viene creando bases materiales y culturales que permiten la recreación étnica y la producción de identidades, de tal manera que las ciudades mexicanas se han convertido en un escenario donde indígenas y no indígenas están interconectados cultural, social y económicamente y donde los indígenas se ubican en espacios independientes atravesados por relaciones de exclusión y desigualdad. En el segundo capítulo nos referimos a los procesos de discriminación, estigma y autodiscriminación conectándolos con la dinámica de inclusión-exclusión de las sociedades y a la forma en que, a partir de ella, las personas se vinculan con identidades individuales y colectivas, son o no reconocidas por los otros y se vuelven vulnerables en distintos aspectos y ámbitos.
Además de exponer los instrumentos normativos y políticas públicas existentes, en el tercer capítulo se reflexiona sobre la manera en que efectivamente se asume el tema desde el Estado mexicano. Los capítulos 4 y 5 se basan en un trabajo de análisis cuantitativo de fuentes secundarias para dar cuenta de la estructura de la población indígena en las ciudades, de su dinámica migratoria, de los determinantes de su ingreso y de la expresión de procesos de segregación espacial y laboral y de discriminación educativa y salarial. En el capítulo sexto se analiza la desigualdad y discriminación laboral hacia los indígenas a partir de las brechas de ingreso y de educación en México así como la percepción que tiene la población indígena y no indígenas de las ciudades de la oferta-demanda de prestaciones sociales. El séptimo capítulo se basa en fuentes primarias de información generadas СКАЧАТЬ