Álvaro Obregón. Jorge F. Hernández
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Название: Álvaro Obregón

Автор: Jorge F. Hernández

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9786078564576

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СКАЧАТЬ cargos en diversos niveles de su administración— se apagó por completo.

      En 1924, Obregón depositó la banda presidencial en manos de Calles y regresó a su hacienda en Sonora para dedicarse otra vez a los negocios particulares. Era un hombre visiblemente viejo a los cuarenta y cuatro años. Había aumentado de peso considerablemente y su carácter se endureció aunque por momentos se le podía escuchar alguna frase graciosa. “Tengo tan buena vista —solía comentar— que desde aquí vigilo la silla presidencial”. Todos lo sabían, incluso Calles: su mirada estaba puesta en la reelección —su fuente de la eterna juventud.

      Desde su tierra natal, Obregón movió los hilos de la política para impulsar la reforma constitucional que le permitiera regresar a la presidencia para el periodo 1928-1932. Aparentemente había sonorenses para rato. Sin mucho problema el congreso “le dio tormento a la Constitución” y reformó el Artículo 83. Obregón lanzó por segunda vez su candidatura a la presidencia.

      El camino hacia la reelección fue construido con sangre. Con la de sus opositores —Francisco R. Serrano y Arnulfo R. Gómez— y con la suya. Aún así, antes de la primera y única derrota de su vida —frente a la muerte—, Obregón desafió a su destino en dos ocasiones más. En octubre de 1927, en Chapultepec fue víctima de un atentado dinamitero del cual salió ileso. Su fallido victimario no corrió con la misma suerte: al día siguiente, Luis Segura Vilchis y el padre José Agustín Pro —supuesto cómplice— fueron pasados por las armas. Días después, en Orizaba se verificó un nuevo atentado sin consecuencias para el general.

      Cansada del pretencioso general, la muerte lo saludó en el restaurante La Bombilla de San Ángel. Un retrato de su rostro y una pistola en manos de José León Toral cegaron su futuro a los cuarenta y ocho años de edad. No podía ser de otra forma: la reelección le costó la vida. La lucha por la no reelección había costado 1 millón.

      “De todos los personajes de la revolución —escribió Ramón Puente— Obregón es el más dramático, quizás el más complicado en psicología por la variedad de matices y por la rapidez con que se improvisa militar y político. Militar de prudencia combinada con osadía y político de entusiasmo renovador, amalgamado a una frialdad impresionante de hielo. Sobre él es prematuro todo juicio con pretensiones definitivas”.

      Años después, cuando se habían apagado las pasiones para dar paso a los recuerdos. José Vasconcelos desempolvó su memoria y en su obra Breve Historia de México, reconoció lo que habían sido para la educación aquellos años obregonistas:

      “En educación pública, bajo un programa nacionalista y libre de odios religiosos, se emplearon por primera vez hasta cincuenta millones de pesos al año, que sí constituyen excepción en nuestro pobre país, porque siempre se gasta el setenta por ciento de sus rentas en soldados que nunca han sabido defenderle el territorio. Las escuelas de la época de Obregón, el Ministerio de Educación, que entonces se creara, son el orgullo de aquella administración y también del movimiento revolucionario entero, que no tiene obra constructiva comparable”.

      El petróleo

      JOEL ÁLVAREZ DE LA BORDA

      Dirección de Estudios Históricos - INAH

      El propósito de este trabajo es analizar, en una primera aproximación, el desarrollo de las relaciones entre empresas petroleras y el gobierno mexicano durante la posrevolución. En este sentido, concentra su atención especialmente en las tensiones que se produjeron, a principios de los años veinte, entre el gobierno del presidente Álvaro Obregón, el gobernador de Veracruz, Adalberto Tejeda, y la compañía mexicana de petróleo El Águila por el control de los beneficios económicos derivados de la producción de petróleo.

      La mayoría de los estudios sobre la historia del petróleo mexicano se concentran principalmente en cuestiones exclusivamente políticas, diplomáticas y laborales; no obstante, lo que se ha investigado respecto a la interacción entre los agentes económicos y políticos en la industria petrolera dentro de los espacios nacional y regional es muy escaso. Como un patrón general, los acercamientos que a estas cuestiones se han hecho parten en su mayoría de enfoques que privilegian las relaciones asimétricas de poder y de dependencia económica entre naciones y la actitud nacionalista asumida por los gobiernos mexicanos frente a las potencias internacionales. De esta manera, por ejemplo, para Lorenzo Meyer la relación entre las grandes empresas petroleras y el nuevo régimen en el periodo comprendido entre 1920 y 1938 se distinguió por el fortalecimiento del nacionalismo revolucionario, especialmente con respecto a Estados Unidos y Gran Bretaña. [82] Linda B. Hall, afirma, por su parte, que el desarrollo extremadamente rápido de la industria petrolera entre 1910 y 1920 “amarró aún más a México al sistema mundial”, por lo que en los siguientes años el gobierno mexicano lucharía por dominar las regiones petroleras y sus productos en un contexto de reconstrucción económica y preservación de la soberanía nacional. [83] Jonathan C. Brown, haciendo a un lado —sólo un poco— la importancia del nacionalismo revolucionario, señala que “en 1920 la prioridad en la agenda para el nuevo gobierno consistía en la reconstrucción nacional. Los políticos mexicanos que consolidaron la revolución intentaban obtener más ingresos fiscales de una de las pocas industrias que habían prosperado durante la lucha armada.” [84] Finalmente, Haber, Maurer y Razo sostienen que entre 1920 y 1924, las compañías petroleras no fueron afectadas por las nuevas políticas fiscales del gobierno porque el gobierno necesitaba sobremanera los recursos provenientes de los impuestos sobre el petróleo y las compañías defendieron eficazmente sus derechos de propiedad por medio de la presión diplomática, la suspensión del pago de los nuevos impuestos y de la producción, y la acción coordinada contra el gobierno. [85]

      Cierto es que estas explicaciones nos proporcionan las bases generales para comprender una realidad compleja. En la primera mitad de los años veinte, el gobierno mexicano, vivía sumido en un proceso de renovación política, económica y social, y al mismo tiempo, tratando de definir los términos de su participación en el contexto internacional. Sin embargo, una mirada más de cerca a los acontecimientos puede aportar matices importantes. Uno de ellos es el factor regional, pues también influyó en gran medida tanto en las decisiones del gobierno central como en la toma de decisiones de las empresas petroleras. Las compañías, por otra parte, buscaban operar en las mejores condiciones posibles, tratando continuamente de reducir la incertidumbre jurídica en ambiente de inestabilidad política. [86]

      La problemática planteada por la historia regional sobre la controversia entre poder central y poder local durante los años veinte afirma que junto a las políticas centralizadoras desplegadas por el gobierno de Álvaro Obregón para asegurar el control político y económico del país, existieron al mismo tiempo prácticas que fomentaban el desenvolvimiento de los poderes locales, específicamente de los gobiernos estatales, con el fin de mantener algún grado de orden. Así, la aparente contradicción entre el ejecutivo federal y los gobernadores promovió, paradójicamente, el establecimiento de vínculos de cooperación entre ambos. [87] En ese sentido, la relación entre el gobierno de Álvaro Obregón y el del gobernador radical Adalberto Tejeda, inmersa en la coyuntura de los inicios del periodo de reconstrucción nacional, representa un caso de autonomía local que reforzó, sin embargo, las políticas centralizadoras del gobierno federal. Un ejemplo de ello fue el conflicto que surgió entre el gobierno de Veracruz y la compañía mexicana de petróleo El Águila en el año de 1921, cuando Tejeda llevó a cabo una serie de reformas fiscales con el fin de obligar a la industria petrolera del estado a pagar más impuestos. La resistencia de la compañía provocó un conflicto que se prolongó a lo largo de ese año y fue necesaria la intervención de Obregón para dirimirlo. La disputa se desarrolló en dos niveles: СКАЧАТЬ