Название: Caída y ascenso de la democracia
Автор: David Stasavage
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9788418895784
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En última instancia, aunque nuestra larga tradición de gobierno colectivo puede ayudar a proteger a Estados Unidos de la autocracia, también debemos distinguir entre la supervivencia de la democracia en general y la de una democracia con la que estemos satisfechos. Si los ciudadanos se sienten cada vez más desconectados y desconfiados, y existe la percepción de que la política democrática está dominada por unos pocos, la supervivencia de nuestra forma de gobierno puede parecer una victoria menor de lo que pensábamos al principio.
1 El pueblo que acabamos conociendo como “los hurones” se llamaba a sí mismo “wendat”. Este relato sobre su gobierno se deriva de los archivos de las Relaciones jesuitas, vol. 10, cap. 7, disponible en inglés en http://moses.creighton.edu/kripke/jesuitrelations/ [consultado el 09/05/21]. Véase una descripción similar temprana de los iroqueses en Colden, 1958.
2 Basado en el testimonio sobre Tlaxcala de Cortés en una carta al emperador Carlos V. Véase el texto en Cortés, 1978.
3 Véase Ober, 2008.
4 Véase Olivier, 1969. Él se refiere a la gobernanza entre los pueblos bantúes, un término que puede adquirir dos significados muy diferentes. En su sentido científico, la palabra se refiere a todas las sociedades que hablan las lenguas de la familia bantú. Este es el caso de todo el sur y el centro de África. En la Sudáfrica de los tiempos del apartheid, la palabra bantú se empleaba para referirse a todos los africanos negros.
5 Sobre la idea de que la democracia es una circunstancia común en las sociedades humanas, véase Goody, 2006 e Isakhan y Stockwell, 2011. Esta idea también guarda una estrecha relación con lo que Roger Congleton (2001) llamó el “modelo del rey y el consejo”. Véanse también Muhlberger y Paine, 1993 y la exploración de la gobernanza colectiva y autocrática en las sociedades humanas a cargo de Blanton y Fargher, 2008 y 2016. Los académicos dedicados a la democracia griega clásica a veces también hacen hincapié en que muchas sociedades no griegas también tenían formas de régimen consultivo. Véase como ejemplo Lane, 2014.
6 El trabajo canónico de donde procede esta idea es de Margaret Levi (1988 y 1997).
7 Abundaré en esta idea en el capítulo iii. Para una explicación formal, véase Ahmed y Stasavage, 2020. Este resultado es una ejemplificación de la idea general de que el acceso diferencial a una información puede crear una diferencia entre la autoridad oficial y la real en el seno de las organizaciones. Sobre esta cuestión, véanse Aghion y Tirole, 1997; Baker, Gibbons y Murphy, 1999, y Barzel, 2002 y 1997.
8 Véanse el argumento original en Blockmans, 1998, y la evidencia empírica en Stasavage, 2010.
9 El argumento que planteo aquí está estrechamente relacionado con el ya expuesto en Mayshar, Moav y Neeman, 2017.
10 Jared Diamond (1997) hizo mucho hincapié en la influencia del entorno natural sobre el desarrollo de los Estados y las sociedades. En lugar de en si se forma o no un Estado, me concentraré en qué tipo de regímenes existen dentro de un Estado. Stephen Haber (2012a y 2012b) ha recalcado hace poco el efecto del entorno sobre el desarrollo de la democracia. Véase Goldstone, 2009 para leer una explicación concisa sobre cómo el entorno natural, y en particular uno poco propicio para la agricultura, influyó en el desarrollo político y económico de Europa.
11 Véase el marco teórico y la evidencia expuesta por Sandra Vehrencamp (1983). Aporto una explicación más detallada sobre esto en el capítulo iii.
12 Esta tendencia a distinguir entre el uno, los pocos y los muchos estuvo muy extendida entre los escritores griegos y no era específica de Aristóteles, aunque sea famoso por esta distinción. Véase un repaso en Hansen y Nielsen, 2004, pp. 80-86.
13 Ibíd.
14 Sabemos esto por los testimonios de los misioneros franceses jesuitas, como se explica en el capítulo ii.
15 Mi relato sobre Mari se deriva de Fleming, 2004, y se trata en profundidad en el capítulo ii.
16 Esta afirmación es de Hansen y Nielsen (2004, p. 84).
17 Aristóteles, 1946, libro IV, cap. 9.
18 Véase en Boserup, 1965, un ejemplo canónico sobre el uso de este término. Como explicaré en el capítulo iii, la agricultura intensiva no implica necesariamente que sea más productiva en términos de la productividad total de los factores (la proporción del producto respecto a todos los insumos, y no solo la tierra).
19 Véanse las tres contribuciones clave de Scott relacionadas con este tema en Scott, 1999, 2009 y 2017. Véase el trabajo de Nichols (2015), que plantea este argumento en relación con la Mesoamérica antigua.
20 Weber, 1978, p. 987. El reciente trabajo de los economistas provee un marco teórico para respaldar la aseveración de Weber. Tim Besley y Torsten Persson (2011) han mostrado que la construcción de capacidad estatal conlleva un importante mecanismo compensatorio intertemporal. Los gobernantes necesitan diferir el consumo actual (los ingresos) con el fin de invertir en el desarrollo de la capacidad estatal.
21 Al centrarme en la fortaleza o la debilidad relativas de los Estados y actores sociales, el análisis que pretendo realizar aquí se relaciona con el de Daron Acemoglu y James Robinson (2019). También debo recalcar que existe una larga tradición académica que sostiene que gobernar de forma conjunta con asambleas representativas permitió a los gobernantes europeos alcanzar unos mayores niveles de extracción de ingresos y de acceso al crédito de lo que habría sido СКАЧАТЬ