Universidades, colegios, poderes. AAVV
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Название: Universidades, colegios, poderes

Автор: AAVV

Издательство: Bookwire

Жанр: Учебная литература

Серия: CINC SEGLES

isbn: 9788491348160

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СКАЧАТЬ Villaroig, Sala, Adalid, Vicens, Pérez Gómez y Querol). 8 Que Miralles fue agraviado y se pide la retractación y que se avise a las universidades (Miralles, Pascual Carbonell, Joseph Marín, Carlos Cipriano Marín, Joseph Gascó, Durá, Castelló, Agut y Guimerá). 9 La retractación de Adamdrat. 1 Que el tema se resuelva en otro claustro. Por ahora que solo se junte la documentación que se ha generado (este parecer prudente fue de Manuel Locella). 1 TOTAL 25

      El claustro no contó votos, acordó volver a reunirse para «tratar y cumplir lo prevenido en la Carta del Ilustrísimo Señor Obispo Ynquisidor General».24 Vicente León Navarro nos cuenta que este asunto era un capítulo más de las disputas entre tomistas y antitomistas que se ventilaban en la Universidad y en la Iglesia. La tesis del bachiller Noé debe afiliarse a la causa de los tomistas, mientras que la opinión de Adamdrat a los antitomistas. Además, el bachiller Noé era familiar del arzobispo Fabián y Fuero, conocido por su celo antijesuita, y tomista declarado. Luego de la carta del inquisidor nos dice Vicente León: «la postura de Adamdrat frente a Noé y Miralles, y por extensión al arzobispo, tuvo sus consecuencias. Fue castigado, suspendido de sus funciones sacerdotales, y encerrado en el convento de la Corona». Si bien Vicente León Navarro nos relata que el gobernador del Consejo, M. Ventura Figueroa, mandó liberar al preso, y que «fray Juan Ferrer, lector del convento donde estaba recluido Adamdrat, escribía al arzobispo para que le levantar la suspensión según ordenaba el Rey».25

      La prisión de Adamdrat debió de ocurrir casi después de este claustro, pues ya no aparece en la lista de asistentes del siguiente de 19 de julio. Y debió de terminar antes del 17 de septiembre. Finalmente se llevó a cabo el doctorado del bachiller Noé y Adamdrat figuró como objetor. Salvador Albiñana recoge que Adamdrat continuó con su docencia unos años más, hasta su muerte en 1782.26

      Claustros de 19 y 21 de julio de 1777

      Se trata de la sesión más larga relativa a esta historia. De hecho, la votación no terminó ese 19 de julio27 y fue necesario continuar dos días después, el 21. En total votaron 27 personas, pero más de uno tomó la palabra en dos ocasiones. El claustro comenzó tratando la renuncia del doctor Jayme Pastor, por estar enfermo. Renunciaba a unos poderes que le había concedido la Universidad.

      Después se leyeron dos cartas. La primera fue la del inquisidor, que se leía una vez más, y luego la de Francisco Pérez Bayer, preceptor de los infantes, fechada en Madrid el 8 de julio. Pérez Bayer decía que, de haberse hallado en la sesión del 26 de junio, se hubiera adherido a la opinión del claustro, en el sentido de que la conclusión del bachiller Noé necesitaba de reforma y mayor explicación, pues la tesis confunde y hace común el privilegio singular de la virgen, amén que fue un argumento que también se usó en contra del misterio:

      porque las solas palabras Mariam fuisse in utero Sanctificatam, confunden y hacen común el Privilegio singular de la Madre de Dios, con el de Jeremías y el Bautista, de quienes también se dice con verdad que fueron sanctificados en el Vientre de sus Madres; como porque la expreción Sanctificata fuit in utero es la misma mismíssima que usavan, y de que se valían para explicar su sentir, antes y en el tiempo de Juan Escoto, los opuestos a este Misterio o piadosa opinión, como puede verse en Inocencio Quinto, en San Antonio de Padua, en Álvaro Pelagio, en Alex. de Ales y otros muchos.28

      En post scriptum señala que la expresión «Genuit unigenitum a Patre» no es problemática («me parece puede salvarse la Propossición, sin confundir la generación eterna del verbo con la temporal»).29 Y dice que el genuit no genera duda, porque para referirse a una mujer normal en gestación se usa: «consipere». Pérez Bayer se declara preocupado porque considera que el asunto tendrá consecuencias, aunque desea lo contrario, que se serenen los ánimos. Y se ofrece por si puede ayudar en algo.

      Luego se dio paso a la votación.30 En esta sesión votaron los siguientes catedráticos: José Escrig; Cayetano Aragonés, Joseph Madroño, Basilio Romá, Sebastián Sales, Joaquín Antonio Gombau, Jaime Camarasa, Manuel Miralles, Pedro Pasqual Carbonell, Agustín Cavades y Facundo Sidro Villarroig. Aquí se suspendió la sesión del claustro, pues era tarde, las 12.30 horas, y se acordó reanudar la sesión el día 21 de julio. El doctor Joseph Marín dijo que no podría asistir a la siguiente reunión, por lo cual dejaría su voto por escrito.

      El 21 de julio de 1777 continuó la votación, que comenzó con el voto escrito del ausente Joseph Marín y Navarro. Siguieron: Manuel Locella, Jaime Belda, Carlos Cipriano Marín, Juan Sala, Joseph Gascó, Manuel Mañez, Rafael Llombart, Mariano Durá, Vicente Adalid, Gaspar Pérez Gómez, Joaquín Castelló, Vicente Agut, Miguel Alamá, Francisco Guimerá, Agustín Cavades y Facundo Sidro Villarroig.

      Votaron en total 27 personas, aunque como se ha dicho alguno tomó la palabra dos veces, como Agustín Cavades. Desde luego, hubo una multitud de pareceres, pues como se ha comentado antes los que votaban igual que otro añadían aclaraciones que, a veces, eran muy largas. Pero si tratamos de sintetizar las diferentes propuestas, podemos decir que se debatieron cuatro puntos: si se debía contestar al inquisidor ya; si para contestarle se debía esperar a la respuesta del rey, pues como se recordará la Universidad también había escrito al monarca; el tercer punto, si se debía escribir a las universidades y, finalmente, un deslinde de Adamdrat. Los dos primeros eran los de mayor fuerza, pero el distanciamiento y, en consecuencia, el aislamiento de Adamdrat fueron casi unánimes. Los catedráticos decían que debía informarse al inquisidor de que la posición en contra de la tesis del bachiller Noé había sido sostenida por una única persona. Algunos, como Manuel Locella, opinaban que también debía comunicarse esto a las universidades. Aunque el deslinde era de Adamdrat, el propio Locella dijo que Sales se había excedido en sus funciones de comisario al señalar más objeciones a la tesis. También señaló como contrario a la conclusión al síndico Madroño, pero su queja no prosperó. El acuerdo solo se centró en Adamdrat, ante un intento de curarse en salud, al ver el castigo a Adamdrat.

      El resultado dio once votos a favor de esperar la respuesta del rey, quince a favor de informar al inquisidor y el resto es el voto escrito de Pérez Bayer que, al llegar con retraso, no opinaba sobre el debate más actual. A favor de esperar la respuesta del rey votaron los siguientes catedráticos: Vicente Adalid, Jaime Camarasa, Mariano Durá, José Escrig, Joaquín Antonio Gombau, Joseph Madroño, Manuel Mañez, Joseph Marín y Navarro, Gaspar Pérez Gómez, Basilio Romá y Sebastián Sales. Por el contrario, a favor de escribir al inquisidor votaron los siguientes: Vicente Agut, Miguel Alamá, Cayetano Aragonés, Jaime Belda, Joaquín Castelló, Agustín Cavades, Joseph Gascó, Francisco Guimerá, Manuel Locella, Carlos Cipriano Marín, Manuel Miralles, Pedro Pasqual Carbonell, Facundo Sidro Villarroig, Juan Sala y Rafael Llombart.

      Podría parecer que se dirimía quién detentaba la jurisdicción en este asunto, el rey o el inquisidor. El doctor Carlos Cipriano Marín dijo, por ejemplo, que al ser competencia del inquisidor el rey tendría que opinar en el mismo sentido. Pero en el interior de la Universidad lo que parecía debatirse era quién había tenido la razón, si el vicerrector y los escasos catedráticos que opinaron como él o el bachiller y su presidente. Si atendemos a la propuesta de Vicente León, se estaría expresando el conflicto entre tomistas y antitomistas, e incluso una toma de partido frente al arzobispo. Los partidarios de escribir al inquisidor eran quienes consideraban agraviado al presidente del acto, el doctor Miralles y, por tanto, deseaban una satisfacción para él, incluyendo una notificación a las universidades. Podríamos pensar que estos doctores también se posicionaban a favor del arzobispo y que eran tomistas. Sin embargo, es posible que el asunto СКАЧАТЬ