Название: Universidades, colegios, poderes
Автор: AAVV
Издательство: Bookwire
Жанр: Учебная литература
Серия: CINC SEGLES
isbn: 9788491348160
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Claustro de 3 de julio de 1777
El claustro general volvió a reunirse el 3 de julio para conocer el informe de los comisarios Escrig y Sales.17 Estos relataron que se habían impreso 300 ejemplares y que el pavorde Sales había hablado con el bachiller Noé. Le pidió recoger los que se habían distribuido «y que reformase la Conclusión treinta y nueve», objeto de la polémica. Escrig le propuso que, para reformar su conclusión, el bachiller usara una proposición del papa Benedicto XIV. Entonces, según los comisarios, Noé y Guas «quedó convencido con las razones que se le dixeron».18
Se buscó a Miralles, presidente del acto de conclusiones, para que aceptase también modificar la tesis original. El pavorde Sales proponía la fórmula: «fuisse in utero santificatam in primo instanti conceptionis» e insistía en dos aspectos más de la tesis: Una en torno a la expresión: «Rationabiliter creditur», diciendo que disminuía «muchos grados» el misterio; y la segunda fue sobre la expresión: «quod genuit unigenitum a Patre», pues «confunden la generación temporal y eterna».19
El acta dice que se le enviaron tres recados durante los días 27 y primera hora del 28. Al no localizarlo, el pavorde y comisario Sales dijo al bachiller Noé que tenía de plazo hasta el día 28 a las 8:30 horas de la mañana para que «dixese su última resolución». El bachiller no apareció a la cita, ni tampoco al día siguiente, 29 de julio. Entonces, el día 30, el pavorde Sales habló con el bachiller y le llamó la atención por su conducta. El bachiller entregó solo once ejemplares de las tesis, de las cuales solo había recogido una, las demás las tenía en su casa.
El pavorde le dio unas horas más para tomar su última resolución. El acta da cuenta de que el bachiller compareció en compañía de su padre e insistió en mantener su tesis original con la interpretación de Miralles, presidente de su acto de conclusiones. Sales trató de persuadirlo de aceptar la proposición del claustro, sin embargo, el bachiller Noé dijo que «estava determinado a no graduarse». Aun así, Sales insistió y le hizo ver el escándalo que esa tesis causaría en la ciudad. Sin embargo, el bachiller se mantuvo firme en su posición. Dos días más tarde, el 2 de julio, entregó seis ejemplares, más de las conclusiones.
Terminado el relato del pavorde Sales, se hizo saber al claustro que el bachiller Noé había retirado ya el depósito que había hecho por los derechos del grado. Entonces, la asamblea de catedráticos, atendiendo al orden de la convocatoria, abordó el asunto en tres aspectos: ver la manera de recoger los ejemplares restantes, que por supuesto eran la mayoría; impedir que el bachiller Noé «vaya a otra Universidad a graduarse»; y, por último, evitar que esta situación se repitiera una vez más.20
El claustro acordó informar el asunto al rey, tomar en sus manos la recogida de los ejemplares restantes, escribir a las universidades ofreciéndoles una «breve y sencilla relación» de lo sucedido, incorporando un ejemplar de las conclusiones, y escribir también al municipio «y a quien convenga».21
Para cumplir con estos acuerdos, la asamblea de catedráticos decidió mantener a los mismos comisarios –Sales y Escrig– pero añadir otros dos, a saber, el canonista Joseph Madroño y el médico Joseph Marín, «con las mismas facultades que los primeros tienen». La idea era fortalecer a la comisión y, como puede verse, ahora había un comisario por cada una de las facultades mayores –teología, leyes, cánones y medicina–.
Tras estos acuerdos se asienta el voto, minoritario, del doctor Francisco Guimerá, catedrático de Filosofía. Este comentó que tal vez debía darse más tiempo al bachiller Noé para recoger los ejemplares de la tesis, pues el bachiller había hecho un gran esfuerzo tratando de recoger los ejemplares. Asimismo, Guimerá dijo que el bachiller entregó al vicerrector Adamdrat un memorial en que quitaba toda duda acerca de la Inmaculada Concepción de María. Sin embargo, el claustro no lo había revisado. Guimerá pedía que se revisara para ver si con ese texto se resolvía el problema, o bien que el claustro decidiera, pero con base en la lectura de ese memorial. Por ello, decía, no era necesario informar al rey de semejante asunto, pues se trataba de algo que el claustro podía resolver «con la mayor cencilles». Como hemos podido ver, estas sugerencias, prudentes, no prosperaron y se mantuvieron los acuerdos que terminaron por desbordar a la Universidad.22
Fueron notificadas todas las universidades, el municipio y el rey. Además, y como uno de los acuerdos del claustro era escribir a quien conviniese, los comisarios escribieron también al inquisidor general y, como se recordará, desde el 26 de junio se acuerda escribir al regente de la real audiencia, en tanto que censor real. Las respuestas no se hicieron esperar. En claustro de 16 de julio se leyó la respuesta del inquisidor.
Claustro de 16 de julio de 1777
En esta reunión el rector Juan Antonio Mayans presentó la respuesta que había mandado el inquisidor general y obispo de Salamanca Felipe Beltrán.23 Comenzaba diciendo que la contienda suscitada en la Universidad es «de poco gusto» y que le ha producido mucha pesadumbre «porque otra unión y más sólida paz deseara en los ánimos de los Cathedráticos y Professores de esa Universidad…». Dice que recibió la carta donde se le informa de la disputa, pero también se le entregaron las actas de dos claustros generales –de 26 de junio y 3 de julio– y las diligencias practicadas. Opina «que la Universidad podía haverse contentado con la satisfacción que dio el Dr. D. Manuel Miralles, y con la promesa de añadir a lo último de la conclusión: fuisse in utero sanctificatam in primo instanti conceptionis». También considera «que aquellos Cathedráticos que han proferido que la expresión Genuit Unigenitum a Patre tiene sentido herético», y confunde la generación temporal y eterna del hijo, «son dignos de seria reprehención y deven ser obligados a retractarse de su dicho».
De igual manera, la valenciana debe informar a las otras universidades acerca de las retractaciones que se producirán al obedecer su carta, para que entiendan que no es la Universidad la que ha dado semejante censura, sino catedráticos particulares. Y si la tesis del bachiller Noé fuera digna de reprensión también lo serían otras expresiones autorizadas por la Iglesia que enunció. Tras la lectura de esta carta siguió la votación. Era evidente que el inquisidor estaba tomando partido por la opinión generalizada del claustro de teología expresada el 26 de junio, en el sentido de que la tesis no era digna de censura, pero sí de mayor explicación. Esta posición influyó en el ánimo de los catedráticos y puede verse en la votación que siguió. El acta recoge cada uno de los votos expresados por los 25 catedráticos presentes en aquella reunión. Cada voto es diferente a los demás, aunque en varias ocasiones se dice que votan como lo hizo algún doctor, casi siempre añaden matices. Nosotros hemos hecho una clasificación, hubo 6 tipos de opiniones expresadas:
Sentido del voto | N.º de votantes |
Que se escriba al inquisidor, pero sin determinar el contenido (Escrig, Madroño, Gombau y Camarasa). | 4 |
Que se cumplan las disposiciones del inquisidor, pero que también se le escriba aclarándole algunos aspectos que completan mejor la historia (Mañez y Llombart). | 2 |
Que se escriba al inquisidor diciendo que solo hubo uno que contradijo a los demás. En este tipo de voto también se incluye la propuesta de notificar a las universidades. Pero habrá cuatro
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