Argumentación y pragma-dialéctica. Jesús Zamora Bonilla
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Argumentación y pragma-dialéctica - Jesús Zamora Bonilla страница 31

Название: Argumentación y pragma-dialéctica

Автор: Jesús Zamora Bonilla

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия:

isbn: 9786077423348

isbn:

СКАЧАТЬ ha sido compilada sobre la base de un análisis reconstructivo justificado, entonces se ha creado un punto de partida apropiado para semejante evaluación.

      (c) Violaciones del código de conducta para discusiones críticas

      Cuando se trata de detectar falacias, el análisis pragma-dialéctico procede siguiendo una serie de pasos. Un enunciado debe primero interpretarse como un tipo particular de acto verbal realizado en un contexto de discurso cuyo fin es resolver una diferencia de opinión. Entonces debe determinarse si la realización de este acto verbal está de acuerdo con las reglas de la discusión crítica. Si el acto verbal resulta ser una violación de cualquier de las normas pertenecen a tal o cual estapa particular del proceso resolutorio, entonces el tipo de violación se tipificará determinando cuál es el criterio específico de satsifacción de la norma es el que no se ha cumplido.

      La regla de libertad (primer mandamiento) puede violarse —en la etapa de confrontación— de varias maneras, tanto por parte del protagonista como por parte del antagonista. Una de las partes puede imponer ciertas restricciones con respecto a los puntos de vista que pueden proponerse o cuestionarse; una de las partes puede negar que el oponente tenga derecho a proponer o a criticar un cierto punto de vista. Una violación del primer tipo significa que ciertos puntos de vista se declaran sacrosantos o factualmente excluidos de la discusión. Una violación del segundo tipo se dirige al oponente de manera personal y tienen por fin eliminar al oponente como un contrincante serio en una discusión. Esto puede hacerse presionando al oponente, amenazándolo con sanciones (argumentum ad baculum) o jugando con sus sentimientos de compasión (argumentum ad misericordiam), pero también desacreditando su carácter de experto, su imparcialidad, integridad o credibilidad (argumentum ad hominem).

      La regla que obliga a defender el punto de vista presentado (segundo mandamiento) puede violarse —en la etapa de apertura— por parte del protagonista si este evade o desplaza la carga de la prueba. En el primer caso, el protagonista intenta crear la impresión de que no tiene sentido cuestionar el punto de vista ni es necesario defenderlo, lo cual hace presentando ese punto de vista como evidente de suyo, dando una garantía personal de su corrección (variante del argumentum ad verecundiam) o bien inmunizándolo contra la crítica. En el segundo caso, el protagonista desafía al oponente a que pruebe que el punto de vista del protagonista es incorrecto (variante del argumentum ad ignorantiam) o que el punto de vista opuesto es correcto.

      La regla de relevancia (cuarto mandamiento) puede violarse —en el estado de la argumentación— por parte del protaginista de dos maneras: (1) proponiendo argumentaciones que no se refieren al punto de vista presentado en la etapa de confrontación (argumentación irrelevante o ignoratio elenchi); (2) defendiendo un punto de vista mediante el uso de medios de persuasión no argumentativos. Ejemplos de ello son la manipulación de las emociones del auditorio (variante del argumentum ad populum) y la exhibición de las propias cualidades (variante del argumentum ad verecundiam). Si se explotan las emociones positivas o negativas (tales como el prejuicio), entonces el páthos substituye al lógos. Por esta razón, a tales violaciones de la regla de relevancia se las llama a veces falacias patéticas. Si los protagonistas intentan que sus puntos de vista sean aceptados por el oponente por la autoridad que les concede el auditorio en vista de su carácter de expertos, su credibilidad, su integridad o alguna otra cualidad, entonces el éthos substituye al lógos. Por esta razón, a tales violaciones de la regla de relavancia se las llama a veces falacias éticas.

      La regla de premisas inexpresas (quinto mandamiento) puede violarse —en la etapa de argumentación— por parte del protagonista negando una premisa inexpresa y por parte del antagonista distorsionando una premisa inexpresa. Cuando niega una premisa inexpresa (“Yo nunca dije eso”), el protagonista lo que hace es tratar de evadir la responsabilidad asumida en la argumentación negando estar comprometido con una premisa inexpresa que se ha reconstruido correctamente como tal. Los antagonistas son culpables de la falacia de distorsionar una premisa inexpresa si han producido una reconstrucción de la premisa inexpresa del protagonista que va más allá del “óptimo pragmático” con el que podemos considerar realmente comprometido al protagonista en vista del contexto verbal y no verbal.

      La regla de puntos de partida (sexto mandamiento) puede violarse —en la etapa de argumentación— cuando el protagonista presenta falsamente algo como punto de partida compartido o cuando el antagonista niega una premisa que representa un punto de vista compartido. Al presentar falsamente algo como punto de vista compartido, el protagonista intenta evadir la carga de la prueba. Las técnicas utilizadas para este propósito incluyen presentar falsamente una premisa como evidente de suyo, envolver una proposición como parte de lo que una pregunta presupone (falacia de la pregunta múltiple [many questions]), esconder una premisa en o dentro de una premisa inexpresa y proponer argumentaciones que se reducen a lo mismo que dice el punto de vista a defender (petitio principii, también llamado circulus in probando o razonamiento circular, y en inglés begging the question). Cuando el antagonista por su parte niega una premisa que representa un punto de vista compartido, lo que hace es negarle al protagonista la oportunidad de defender su punto de vista ex concessis [a partir de lo que se ha ya concedido], lo cual no es sino negar una condición necesaria de toda argumentación exitosa.

      La regla de validez (séptimo mandamiento) puede violarse —en la etapa de argumentación— por parte del protagonista de varias maneras. Algunos casos de invalidez lógica ocurren de forma regular y a menudo no se los reconoce inmediatamente. Entre ellos está el confundir una condición necesaria con una suficiente (o viceversa) en argumentos que utilizan una premisa del tipo “Si…, entonces…” (entonces se habla de la falacia de afirmar el consecuente o negar el antecedente). Otras violaciones se reducen a atribuir erróneamente una propiedad de un todo (una propiedad relativa o dependiente de la estructura) a sus partes constituyentes o viceversa (falacias de composición y división).

      La СКАЧАТЬ