Название: ¿Hubo socialismo en la URSS?
Автор: Jaime Canales Garrido
Издательство: Bookwire
Жанр: Изобразительное искусство, фотография
isbn: 9789874039224
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Otra importante causa, que no debe ser ignorada -también de índole objetiva-, es la que guarda relación con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la Rusia de inicios del siglo XX, en la cual, y no obstante el nivel de concentración y centralización del capital, el sector predominante de la economía del país era la agricultura, siendo, por consiguiente, agrícola la mayoría aplastante de su población, con todo lo que ello trajo aparejado.
La Unión Soviética surgió en 1917 como resultado del colapso de la Rusia de los zares y, en cierto sentido, como forma de restaurar el país destruido y dividido, es claro, con contenido y forma definitivamente distintos.
El autor basó su obra en abundantes fuentes originales de información en varios idiomas, especialmente en ruso, develando en ella numerosos hechos históricos y trabajos de autores que, en general, son desconocidos por el grueso del público lector o, siendo conocidas, sus obras han llegado deturpadas o falseadas hasta sus manos.
Hubo casos en que el autor no habiendo tenido acceso a la versión española de algunas de las obras mencionadas en este trabajo, tuvo que traducir los pasajes o citaciones correspondientes, razón por la cual podrá haber ciertas diferencias de forma y estilo entre las traducciones del autor con las de las versiones publicadas por las casas editoriales, pero, de ningún modo, podrá haber discrepancia de contenido o sentido.
Las cuestiones estudiadas en esta obra fueron sometidas a un riguroso análisis, basado en un escrupuloso método investigativo, de modo que los sucesos, aparentemente ya archiconocidos, adquirirán a los ojos del lector un nuevo contenido y forma -dicho sea de paso- más acorde con su verdadera esencia y dimensión.
He aquí, pues, este trabajo cuyo objetivo primordial es mostrar el proceso de construcción de la sociedad socialista y develar algunas de las causas capitales de la destrucción del primer Estado socialista en el mundo, cuya finalidad principal y razón de ser fue el pueblo trabajador.
Con independencia de todas las vicisitudes que ha experimentado el ideario marxista y los que lo han propugnado y defendido, y de la gran derrota sufrida por el movimiento comunista internacional resultante de la destrucción de la Unión Soviética, con la perspectiva que la historia nos permite tener ahora, esto es, cuando ya ha transcurrido más de un siglo del momento en que Marx, Engels y Lenin formularon sus teorías, con base en un vasto y profundo estudio de las obras más excelsas del pensamiento científico, filosófico, económico e histórico de esa altura, podemos constatar la exactitud, certeza y vida del análisis de las sociedades que llevaron a cabo los fundadores del marxismo y de la actualidad de su doctrina.
INTRODUCCIÓN
“Dictadura significa -¡tenedlo en cuenta de una vez para
siempre, señores demócratas constitucionalistas!- un Poder
ilimitado que se apoya en la fuerza, y no en la ley. Durante la
guerra civil, el Poder victorioso, sea el que fuere, sólo puede
ser una dictadura”.
Lenin
La cuestión de si la dictadura del proletariado representa solamente una fase del período de transición del capitalismo al comunismo, y tal dictadura -al menos, en la forma en que se dio en la Unión Soviética- es compatible del todo con el socialismo en sus primeras etapas, es uno de los temas que, a través del tiempo, han suscitado los más agudos debates en el seno de los partidarios del marxismo-leninismo, y entre estos y sus enemigos.
El término marxista dictadura del proletariado, tal como la dictadura de la burguesía, difiere radicalmente del término político dictadura en general, que en el discurso ordinario presupone algo opuesto a la democracia.
Tratada de esa manera -como término político- la dictadura per se representa, comúnmente, la antípoda de la democracia, independientemente del carácter de clase del poder.
En este sentido político, el término dictadura sólo da cuenta de la forma política de dominación, independientemente de su carácter de clase, y se caracteriza por presentar aspectos formales de la política de dicha dominación como, entre otros, la eliminación total o parcial de las elecciones, el robo desenfadado de los resultados de dichas votaciones; la represión dirigida contra las fuerzas de la oposición; la naturaleza despótica y tiránica del poder político en general, reflejado en la ausencia de libertad de expresión, prensa y reunión o, en su defecto, en una variante algo más sofisticada, una dictadura moderna, de nuestros tiempos, como la de la Rusia o Chile neoliberal, donde los medios de comunicación están en su totalidad concentrados en manos de la oligarquía y de su gobierno “democráticamente” elegido, y, en una porción ínfima, en manos de fuerzas políticas opuestas a la dictadura, mientras la libertad de reunión está confinada, por lo general, al arbitrio de la administración estatal.
En contraste con esta comprensión política estrecha de la palabra dictadura, la concepción marxista parte no solo de las formas del poder político, sino sobre todo de su contenido, de su naturaleza de clase.
En dicho sentido, con independencia de la forma política, en la época moderna, el marxismo reconoce solo dos dictaduras: la dictadura de la burguesía y la dictadura del proletariado: “Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado”1.
Todas las demás clases o capas sociales (por ejemplo, el campesinado pobre) y grupos sociales (verbi gratia, la burocracia) sólo pueden imponer un cierto signo en la dictadura proletaria o burguesa, pero ellos por sí mismos no pueden crear su propia dictadura como un modo de poder específico, capaz de generar una eventual alternativa o tercera vía al sistema de producción.
En las obras de Marx, Engels y Lenin es frecuente encontrar referencias sobre la dictadura revolucionario-democrática del proletariado y el campesinado, por la cual se entiende un poder meramente temporal, de transición, que se asemeja a una dictadura del proletariado, por cuanto se trata de un poder también basado en la iniciativa revolucionaria activa de las masas populares dirigidas por su vanguardia política. Lenin puntualizó que “…la revolución socialista… no está separada de la revolución democrático-burguesa por una muralla china”2 o, lo que es lo mismo, la segunda -con dependencia del desarrollo consecuente de la lucha del proletariado- debe transformarse en la primera.
Pero el mencionado poder es una suerte de tránsito a la dictadura del proletariado, mas, de ninguna manera, constituye una suerte de poder autónomo y definitivo. Esto se debe al hecho de que el modo de producción capitalista -como ya vimos- crea sólo dos clases: el proletariado y la burguesía, cada una de las cuales está asociada a una formación socio-económica particular.
Desde el punto de vista marxista, la dictadura del proletariado es el tipo de poder político estatal en la etapa de transición, que va de la revolución socialista hasta la victoria completa y final del socialismo, esto es, a la creación de una sociedad socialista sin clases y, en consecuencia, sin aparato de Estado.
En el transcurso de las grandes transformaciones que tienen lugar en la sociedad socialista, el proletariado pasa a constituir -junto a otros estamentos sociales- una clase única de trabajadores.
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