Название: Una historia sepultada
Автор: Felipe I. Echenique March
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Pùblicahistórica
isbn: 9786078636815
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9 Es digno de notarse cómo Cortés, por lo menos hasta 1526, no utilizó en sus Cartas de Relación la designación de puerto de San Juan de Ulúa, sino la referencia de Chalchimeca que, según doña Eulalia Guzmán, tendría que ser Chalchiuhcueyecan o Chalchiucuecan que era la designación en náhuatl que se daba a las costas de Veracruz, frente al islote que nosotros conocemos como de San Juan, Guzmán, op. cit., p. 262. Es más, es de notarse como en las Actas del Cabildo de la Ciudad de Temixtitan, con fecha del 31 de mayo de 1526, ante Martín de Calahorra se da la noticia de la llegada al puerto de Chalchicueca de Fernando Cortés el 24 de mayo. Cfr., Hernán Cortés, Carta de Relación, op. cit., p. 57/2 y Acta del Cabildo, traducción paleográfica del Primero Libro de Actas del cabildo de la Ciudad de México, publicadas por acuerdo de fecha 27 de diciembre de 1870, México, Imprenta y Litografía del Colegio del Tecpan de Santiago, 1871, p. 73.
10 Puede fácilmente apreciarse que después de los viajes colombinos que despertaron una gran euforia se cayó en un ambiente un tanto monótono, tal y cual lo refirió Pedro Mártir de Anglería en la introducción de su Cuarta Década, donde se puede leer: “Leíanse a diario en nuestro Regio Consejo de las Indias cartas llenas de circunloquios enviadas por gente necia, de la cual no me es posible extraer ningún jugo. Este se jactaba de haber hallado un dedo de la mano antes descubierta y, aquél una de sus falanges; otros narraban sus grandes y nuevos hallazgos a grito herido y con mayor ampulosidad que los primeros descubridores de aquel mundo, imitando a la hormiga que se cree oprimida de grave peso cuando lleva a su madriguera un grano de trigo sustraído de los grandes montones de la era y sembrado por el ajeno esfuerzo”. Pedro Mártir, op. cit., p. 395.
11 Existe una edición fotográfica: Codex Vindobonensis S.N. 1600, Cartas de Relación de la Conquista de la Nueva España. Escritas por Hernán Cortés al emperador Carlos V y otros documentos relativos a la conquista, años de 1519 a 1527, prefacio por Josef Stummvoll, introducción y bibliografía de Charles Gibson, descripción de las características del códice por Franz Unterkircher, Akademische Drucku. Verlagsanstalt, Austria, Graz, 1960.
12 La bibliografía del tema es amplia y añeja, pero se puede tener presente para su fácil consulta por su reciente edición, el libro: De la historia bíblica a la historia crítica, de Jacques Lafaye, México, Fondo de Cultura Económica, 2013. Sobre todo, a partir del capítulo XI.
13 Véase, “Instrucción de Diego Velázquez a Fernando Cortés”, y los subsecuentes documentos del pleito entre ambos personajes en Documentos cortesianos, op. cit., vol. I, p. 45, y siguientes.
14 En la Bibliotheca Americana vetustissima se refieren en extenso los que utilizaron las Cartas de Relación desde el siglo XVI al XIX. Véase Henry Harrisse op. cit., pp. 204 a 237. Las actualizaciones de esos materiales pueden verse en Carlos Sanz, op. cit., y Carlos Sanz, Henry Harrisse, príncipe de los americanistas, op. cit., y Bibliografía crítica de sus publicaciones y reproducción en facsímil de la portada y las 54 primeras páginas de la Bibliotheca Americana Vetustissima, en las que se describen los libros impresos en el siglo XV, que tratan del descubrimiento de las Indias, Nuevo Mundo. También se reproduce la tabla cronológica de todas las obras enumeradas en la B.A.V. y en las Additions, publicadas en París, 1872. Madrid, Basagal, 1958, 123 p., ils.; 29 cm.
15 Consúltese Jean Serrailh, La España ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII, traducción de Antonio Alatorre, México, Madrid, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1957, pp. 395-398.
16 Historiadores primitivos de las Indias Occidentales que reunió, traduxo en parte, y sacó a la luz ilustrado, con eruditas notas y copiosos índices, el ilustríssimo señor D. Andrés González Barcia, del Consejo, y Cámara de S. M., dividido en tres tomos, cuyo contenido se verá en el Folio siguiente. Tomo I, Madrid, año de MDCCXLIX. Esta edición ya se encuentra en internet, gracias a la captura digital que realizó Google. books.google.com.mx/books?id=mm4_AAAAYAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false.
17 El establecimiento de ese criterio editorial quizá se inspiró en la versión de la Segunda y Tercera Cartas de Relación traducida y presentada en latín en 1524 por el doctor Pedro Savorgnani, quien la dio a luz en Nuremberg, dedicando su traducción al papa Clemente VII. Estas traducciones se reimprimieron dos veces, con las mismas características editoriales en el tratado intitulado De Insulis nvuper inventis, etc., Colonia, 1532; y la otra en Simón Grineo, Novus Orbis, Basilea, 1555. La primera versión se puede consultar en internet gracias a los esfuerzos de la Biblioteca Nacional de España que ya nos la proporciona en su portal dentro de las obras digitalizadas.
18 En la Segunda Carta, al final, señala “Jacobo Cromberger, que imprimió esta relación en Sevilla a ocho de noviembre de mil quinientos i veinte i dos…”, p. 63, y de las otras véanse pp. 128 y 156, en donde no se indica la base de la edición.
19 Francisco Antonio de Lorenzana publicó las Cartas de Relación de Fernando Cortés bajo el título de Historia de Nueva España, escrita por su esclarecido conquistador Hernán Cortés, México, Imprenta del Superior Gobierno, Joseph Antonio de Hogal, 1770, edición facsimilar, Miguel Ángel Porrúa, 1998. Al parecer nadie se ha tomado la molestia de ver cuál fue la edición de la que se valió el arzobispo. He realizado una compulsa y puedo asegurar que utilizó la de Barcia no sólo como modelo, sino que la siguió incluso en los pequeños títulos que introdujo Barcia, con la salvedad de que en la edición de Lorenzana se presentan como apostillas en los márgenes, y con la novedad de añadirle notas que intentan esclarecer y poner a los ojos del lector, lo que no necesariamente debería de saber. Con lo cual Lorenzana deja testimonio de la manera en que apreció distintos hechos consignados por el propio conquistador. La compulsa de ambos impresos es tediosa en lo referente a las grafías, pues si bien, como ya señalé, Barcia respeta dentro de la narrativa cortesiana la forma en que se consignaron en la edición princeps, Lorenzana no lo hizo siempre, ya que intentó modernizar algunos sustantivos, aunque no dejó de usar las grafías de tipo gótico que había empleado Barcia en algunos casos, por lo cual la edición de Lorenzana en este último punto es mucho más confuso y por lo tanto no se puede decir que haya seguido la edición gótica, por lo cual no resulta muy confiable en ese punto específico.
20 Así, añade parte del llamado Códice Mendocino que él identifica como Cordillera de los pueblos que antes de la conquista pagaban tributo al emperador Muctezuma en qué especie y cantidad, Cfr., op. cit., referido como Lám. 2, y que se localiza СКАЧАТЬ