Название: La idea de una universidad
Автор: John Henry Newman
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9789561425644
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Se puede decir que The Idea of a University constituye su herencia en el ámbito de la cultura. En ella advirtió a sus contemporáneos sobre los posibles desvíos que en la posmodernidad vemos difundidos con creces. A la vez, anticipó una mirada a la institución universitaria que hoy resuena sorprendentemente familiar. Muchas de las nociones que introdujo entonces, hoy, en el siglo xxi, están al centro de la discusión sobre el fin de la universidad moderna. Así podemos entrever algunas de ellas, aunque estas sean tratadas hoy con una nueva terminología. Por mencionar algunas podemos decir que:
La interacción e interdependencia de las ramas del saber en el estudio de los fenómenos donde cada uno hace una contribución desde su disciplina, alude a lo que hoy en día llamamos multidisciplinariedad.
El pensamiento filosófico, referido a la capacidad de pensar y juzgar por sí mismo a fin de formarse ideas propias, se asemeja al pensamiento crítico.
La formación en virtudes humanas y sociales, o los buenos hábitos que caracterizan al gentleman,15 evoca a lo que hoy denominaríamos habilidades blandas.
La visión general y acabada de los temas, identificando el todo y la vez cada parte de la realidad en su verdadera dimensión y sus relaciones entre ellas, se acerca a una visión holística de la realidad.
El fin práctico de la educación universitaria como la preparación en el arte de la vida social para formar buenos miembros de la sociedad, capaces de desenvolverse en el mundo, se asemeja a nuestro desarrollo de competencias.
El aprendizaje en comunidad como parte del proceso educativo en el cual los estudiantes aprenden los unos de los otros compartiendo sus conocimientos, se relaciona con lo que ahora designaríamos como aprendizaje colaborativo por medio de trabajo en equipo.
El desarrollo de una mente que ve las cosas de modo distinto y enfoca la comprensión de la realidad desde su perspectiva, sugiere una forma de pensamiento divergente.
El cultivo de las actividades mentales de “comprensión”, de “especulación y pensamiento original” y el “hábito de remontarse a los primeros principios de las cosas”, es lo que ahora llamaríamos habilidades cognitivas de orden superior.
El modelo del estudiante que ha recibido esta formación para ser un profesional cristiano comprometido, buen miembro de la sociedad para el servicio de ella, sería nuestro perfil del egresado.
La educación del intelecto para razonar bien en todo asunto, de manera que pueda dirigirse al bien y a la verdad íntegra, resuena en lo que hoy se entendería como la relación entre virtudes intelectuales y morales.
Igualmente se podría argumentar a favor de muchas otras nociones afines que llamamos modernas, pero parecen ser menos originales de lo que creemos en la actualidad.
Sobre el estilo de la obra y su traducción
La lectura del texto original no es tarea fácil. Es un tratado extenso y denso, escrito en una prosa reconocidamente compleja, conforme a la retórica erudita de la época. Esta favorece las oraciones largas y complicadas que se caracterizan por múltiples frases coordinadas, la abundancia de cláusulas relativas subordinadas, insertas de manera reiterada unas dentro de otras. A esto se suma una gran riqueza léxica que comprende términos poco frecuentes y un profuso uso de sinónimos para denotar una misma entidad o cualidad.
A pesar de que los textos fueron editados por el mismo autor antes de su publicación, estos fueron escritos para exponerlos oralmente y todavía acusan algunas de esas características de la oralidad, en especial por las referencias a la audiencia. Se dirige a ella por medio de un discurso dialógico formulado en base a la argumentación y contra argumentación y rico en preguntas retóricas. El uso de estos recursos lingüísticos en su discurso, acompañados de la fuerza del orador, debe haber causado un fuerte impacto en sus oyentes, pero no logran el mismo efecto en forma escrita, sino más bien por el contrario, dificultan su lectura.
Algo propio de sus discursos es la repetición. Reitera una y otra vez las ideas centrales, ya sean parafraseadas o a menudo con las mismas palabras. La explicación radica en que Newman recapitulaba los puntos de los discursos previos, que se distanciaban en el tiempo, para reciclar esas ideas y conectarlas con las nuevas. Este recurso puede hacer tediosa la lectura para quien lo lee en forma continuada. En este caso, a modo de alivianar esta traducción, muchas de estas repeticiones fueron omitidas, pero aun así se percibe esta nota distintiva.
Una de las causas de la dificultad del tratado son las numerosas alusiones ligadas al contexto en que los discursos fueron concebidos: personas, lugares y controversia del momento. Por medio de estas menciones, Newman hacía frente a polémicas de sus días y respondía a críticas y acusaciones de las que fue objeto. Estas referencias se dan en extensas citas y digresiones que ocupan largas secciones del escrito y pueden confundir al lector moderno no familiarizado con esas circunstancias. Por lo mismo algunas fueron omitidas o reseñadas genéricamente a modo de enfocarse en las ideas que el autor deriva de esas situaciones puntuales.
Por todo lo anterior la edición implicó un recorte no menor para extraer las ideas principales. Esta consistió en la revisión, parafraseo o reformulación de muchas oraciones, la reestructuración de la mayoría de los párrafos del texto, la lamentable eliminación de ideas secundarias, la elisión de las referencias culturales o contextuales ya mencionadas, entre otras. Dado que el objetivo era favorecer el contenido por sobre el estilo, se sacrificaron aspectos de su retórica que le dan un especial encanto al texto, tales como comentarios agudos e irónicos –propios del humor flemático inglés– y un discurso directo, que hoy sería tildado de políticamente incorrecto.
Claramente, la pérdida es grande: el estilo de Newman es uno de los más distinguidos de la prosa británica del siglo xix, pero basados en palabras del mismo en el prefacio de su libro, el objetivo del texto no era servir como una pieza de museo de un estilo particular, sino propagar ideas que serían, y han probado ser, claves en el desarrollo de la educación superior católica.
En términos más formales, la traducción respetó las divisiones internas de cada discurso e intentó mantener el uso de las cursivas y comillas del original, dentro de lo que la edición permitió y de la irregularidad en su uso, a veces incluso en un mismo párrafo. Esta arbitrariedad se observa con mayor claridad en ciertos términos que resalta por estos medios para indicar que él les otorga un sentido especial, distinto y en gran medida propio pero sin proporcionar una definición o explicación de lo que él entiende por ellos. La significación que él les asigna se comprende a lo largo de su trabajo a medida que los va desarrollando, pero aún así, con frecuencia se refiere a estas mismas nociones con nombres distintos a los empleados previamente lo que es causa cierta confusión.16
Cabe mencionar si que el texto se escribió según las nuevas normas ortográficas de la Academia Española de la Lengua (2010), que elimina algunos tildes y pone en minúsculas cargos, títulos, disciplinas, carreras, conceptos y nombres comunes de denominaciones que en inglés van normalmente con Mayúscula inicial. Sin embargo, se procuró mantener en Mayúsculas las denominaciones referidas a Dios, aunque en su tratado el mismo Newman no es siempre consistente al uso de ellas.
Con todas las modificaciones y recortes mencionados, el resultado de la edición fue un poco más de un tercio del texto original. Sin embargo, estas se hicieron con el esfuerzo de no excluir СКАЧАТЬ