Conversaciones poderosas. Ángel Martínez Marcos
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Conversaciones poderosas - Ángel Martínez Marcos страница 11

СКАЧАТЬ tú?

      –¿Y yo qué?

      –¿Cómo de profesional eres tú? (7)

      –Me dejas de piedra, Carlos. ¿Me estás acusando de no ser profesional?

      –No, simplemente te estoy preguntando. En tu opinión, ¿cómo de profesional estás siendo con ese tipo de reacciones?

      –Creo que es la reacción más normal que tendría cualquier persona y más una mujer a la que un machista le suelta las cosas así de directas.

      –Sara, de verdad, no veas mis preguntas como ataques. No te estoy preguntando si es normal o no. Estoy preguntándote por tu profesionalidad.

      –Yo soy una gran profesional y Marco es un impresentable, punto.

      –¿Para ti cómo se tendría que comportar un verdadero profesional?

      –Como lo he hecho yo está bien.

      –¿Y de qué otras formas se puede comportar alguien en esta situación? (8)

      –Bueno, hay gente sin sangre en las venas que no habría hecho nada de lo que he hecho yo. Eso lo sé. Pero ese estilo no va conmigo. Cada uno es como es.

      –¿Quién es la persona que más admiras aquí en el trabajo?

      –¿A qué viene esa pregunta? No te entiendo.

      –Me refiero a ¿qué persona despierta tu admiración por la forma de trabajar que tiene?

      –Ummmm, no sé. Hay mucha gente a la que admiro, pero ahora no caigo.

      –Piensa en alguien con quien te guste mucho trabajar. Alguien que para ti sea un referente.

      –¡Ya! Lo tengo. Mónica. Mónica Stand para mí es un referente. Adoro trabajar con esa mujer.

      –Y ahora centrándote en ella. ¿Cómo crees que se habría comportado en la misma situación con Marco?

      –No lo sé. No estoy dentro de su cabeza.

      –Es cierto que no estás en su cabeza pero trata de imaginarte a Mónica en esa situación. ¿Cómo se habría comportado ella? –pregunta Carlos en un tono un poco más bajo para crear cercanía.

      –Pufff. Déjame pensar. Umm, la verdad es que ella se habría comportado de modo muy diferente a mí. Ella es una mujer muy tranquila y segura de sí misma. Yo creo que le habría dicho a Marco que entendía perfectamente cómo se sentía, pero que la oferta estaba hecha con mucho cuidado, sobre todo en cuanto a precios se refiere. Es una mujer que maneja a los hombres a su antojo, por eso me encanta.

      Carlos mira fijamente a los ojos de Mónica subiendo las cejas, con una expresión de preguntar, ¿y entonces?

      –Sí, es verdad, no me pongas esa cara; yo no soy para nada como Mónica. La admiro muchísimo, pero ella tiene una flema inglesa que yo no soy capaz de reproducir. Hay que aceptar las diferentes formas de ser de cada uno, ¿verdad?

      –Las diferentes formas de ser son fruto de las elecciones que cada uno hace en su vida. (9)

      –No estoy de acuerdo, Carlos. Cada uno es como es.

      –¿Tú te comportabas igual cuando tenías diez años que ahora?

      –No. La verdad es que no. He ido cambiando a lo largo de mi vida, como todo el mundo supongo.

      –¿Y eso qué está diciendo de ti? (10)

      –Imagino que la vida va formando tu personalidad.

      –¿Y tú que parte de responsabilidad tienes tú en tu personalidad?

      –Bastante, Carlos, bastante. De hecho, ahora no me estoy encontrando muy bien con todo esto.

      –¿Qué te está pasando?

      –No lo sé. Es extraño. Es una sensación de falta de control de mi vida y de mi trabajo. Me estoy dando cuenta de que siempre me estoy escudando en mi forma de ser. Quiero que sepas que lo que estoy diciendo ahora me está costando muchísimo y que me gustaría que quedase entre tú y yo.

      –Tranquila, Sara. Esta conversación no va a salir de aquí. (11) –Mirando hacia abajo y con un ritmo de voz más lento–. Yo siempre he sido una persona muy temperamental. Sobre todo a nivel laboral, nunca he dejado que nadie me tratara mal ni que me pisaran el terreno. Para mí es una falta de educación cómo actúan muchas personas y ahora me doy cuenta de que me he estado poniendo a la misma altura de toda esa gente que me saca de mis casillas. No sé Carlos, esto es muy duro para mí.

      –¿Cómo te puedo ayudar en todo esto? (12)

      –No sé. La verdad es que esta conversación es de las más fuertes que he tenido con un jefe. Nunca he hablado con alguien en el trabajo de forma tan personal. No se cómo agradecerte esta reflexión. Muchas gracias, Carlos, de verdad...

      –Entonces, Sara, ¿qué quieres cambiar de todo esto? (13)

      –Puff. Qué pregunta más difícil ahora. No estoy segura. La verdad es que tengo un viaje a Italia mañana por la tarde y tendré que verme de nuevo con Marco, y sinceramente no me apetece nada.

      –¿Qué quieres aprender en tu próximo viaje?

      –Veo que no me dejas escapatoria. Pues quiero aprender a poder trabajar delante de una persona realmente dura y difícil sin perder los nervios.

      –Entonces, ¿qué vas a hacer diferente?

      –No me quiero comprometer con muchos cambios. Simplemente quiero no dejarme llevar por la situación, y si hay algo que necesito o quiero, pues pedirlo y ya está, aunque sin perderle nunca el respeto a la persona que tengo enfrente. Eso es lo primero que voy a hacer y también, si me saca de mis casillas, que ya te puedo decir ahora mismo que lo hará, pues no entrar al trapo, tomarme un sorbo de agua, si es que me la da, jajajá, o salir a tomar un café con la excusa de relajarme y no entrar como un toro a matar.

      –Estupendo, Sara. ¿Qué te parece si nos vemos en 15 días de nuevo en una reunión de este tipo y me comentas cómo te ha ido? (14)

      –Me parece bien. De hecho te lo iba a proponer. Voy a necesitar apoyo en todo esto. Y me apetece que seas tú quien me acompañe. Me alegra poder contar contigo en este proceso.

      –Me alegra que te alegres –dice Carlos sonriendo con la intención de crear una relación de confidencia con Sara–. OK, de todas formas me gustaría que me enviases un email después de tener la reunión con Marco para ver cómo te ha ido. ¿Te parece bien?

      –Me parece estupendo. Lo tendrás según acabe la reunión. Muchas gracias.

      –Muchas gracias por tu tiempo, Sara.

      Principales aspectos de la gestión emocional

      La gestión emocional es uno de los pilares básicos de la conocida inteligencia emocional que popularizó en su momento Daniel Goleman, y se sitúa en los últimos años como un valor al alza en las empresas. Además, posiblemente es una de las competencias más importantes СКАЧАТЬ