Название: Medianoche absoluta
Автор: Clive Barker
Издательство: Bookwire
Жанр: Книги для детей: прочее
Серия: Abarat
isbn: 9788417525903
isbn:
—Buena elección.
—La morderé, pero después me dejaréis marchar.
Antes de que Candy pudiera responder, Boa emitió un aullido que se dejó de escuchar unos segundos después, al verse anulado por el estruendo que hizo la última placa de aire al romperse. La explosión de energía chocó contra Laguna Munn, que protegió a Candy y a la serpiente de la peor parte de su fuerza. A ella, sin embargo, la levantó a pesar de su corpulencia y la lanzó como una muñeca de paja a la oscuridad de entre los árboles.
La respuesta inmediata de la serpiente fue soltarse de la sujeción de Candy; toda la musculatura de su cuerpo se retorció por el pánico.
—Lo lamento de veras. Debo marcharme, mirad qué hora es.
—Buen intento, gusano —dijo Candy mientras alargaba el brazo y la agarraba por alguna parte del cuerpo que, supuso, estaba cerca de la cabeza. Se mostraba reticente a tener que abrir mucho los ojos para comprobar dónde había caído por si, al echar una ojeada por breve que fuera, le ofrecían una muestra letal de Boa y sus Sepulcrados.
Por otro lado, no podría utilizar la serpiente contra Boa a no ser que supiera dónde estaba su enemiga.
De pronto los giros y vueltas frenéticos de la serpiente pararon y, aprovechando la oportunidad que le brindaba aquella pasividad, Candy deslizó la mano hacia el principio de su cuerpo. Había visto cómo trabajaban los cuidadores de serpientes: agarraban al animal justo por detrás de la cabeza y lo sostenían con todas sus fuerzas para que no pudiera darse la vuelta y morderlos.
Pero la serpiente de Candy no mostraba ninguna intención aparente de hacer eso. No se movía en absoluto. De hecho, la razón por la que se había quedado inmóvil de repente estaba justo a pocos centímetros del principio de su cuerpo. Un pie descalzo aplastaba la cabeza de la serpiente.
—Bueno… —dijo Boa—. Creo que ha llegado el momento de que me mires, ¿no crees? Puedo obligarte si quiero.
Capítulo 18
El desenlace
Malingo miraba inmóvil a través de los árboles con la esperanza de captar alguna señal del regreso de Candy, pero hasta entonces no había tenido suerte. Lo que sí había visto era una bandada de diez o doce criaturas aladas que miraban a través de los árboles en la misma dirección que Malingo y que ladraban y chillaban, cotorreando y aullando con las voces de un perro, un cerdo, un mono y una hiena.
—¿Qué es ese ruido? —dijo Covenantis.
—Tienes que verlo tú mismo —dijo Malingo. Su vocabulario era demasiado pobre para hacerle justicia a lo que veía.
—Ahora mismo no puedo mirar —respondió el niño babosa—. Estoy… concentrado en una cosa y no es algo de lo que pueda apartar la atención.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.