Название: Mercedes Sanz-Bachiller
Автор: María Jesús Pérez Espí
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Història i Memòria del Franquisme
isbn: 9788491347668
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Bien pronto, sin embargo, empezaron las protestas, huelgas e insurrecciones, a las que se respondió con la acción represiva de las fuerzas del orden, principalmente la Guardia Civil y los Guardias de Asalto, unas acciones que empezaron a ser noticia y a poner entre las cuerdas al Gobierno de la República. Los sucesos de Castilblanco y Arnedo, entre finales de 1931 y principios de 1932, fueron los más graves por el número de víctimas mortales y por la acción desmesurada de las fuerzas del orden, hechos por los que el general Sanjurjo, director general de la Guardia Civil, fue destituido.
A los pocos meses, el 10 de agosto de 1932, y desde Sevilla, el general Sanjurjo dio un golpe de estado que fracasó, pero que tuvo consecuencias muy importantes para la vida de Mercedes y Onésimo. Entre otras cosas, el semanario Libertad fue suspendido, y Onésimo, de quien las autoridades sospechaban que había participado en la sublevación, avisado de su probable detención, decidió marchar a Portugal. Recordaba su hermano Andrés que
Se fue a la finca de Eduardo Calero, en el monte de Torozos. Allí pasó cinco días [...]. Lo que más le decidió a Onésimo a cruzar la frontera fueron los doce años de prisión que habían ido acumulando los fiscales en sus procesos contra él por artículos en Libertad y que ahora, en medio de este ambiente, les tocaba ya sustanciarse. Fue el propio Eduardo Calero el que le propuso entrar en Portugal. En Puebla de Sanabria (Zamora) tenía un amigo agricultor. [...] Con motivo de una romería, de las que se celebran alrededor de la Virgen de Agosto, en el pueblo fronterizo portugués de Franca, este agricultor, conocido por todos los de la pequeña aduana, le llevó en su coche, en plan de jarana local con otros labradores vecinos, todos descamisados y con buenas botas de vino. Nadie anotó los que iban, así que Onésimo continuó viaje para Braganza y Oporto mientras los demás regresaban.23
Probablemente el 12 de agosto ya había salido de la ciudad.24 Cabe imaginar en qué situación personal quedaba Mercedes: embarazada de nuevo y exiliado su marido sin fecha de retorno. Debió de sentir que ella misma estaba en peligro y, con el objetivo de seguir a Onésimo,
estuve viviendo ocho días en una finca de los Calero. Era una finca de secano a la que se accedía por un camino de tierra. Si venía un automóvil, levantaba mucho polvo y se veía de lejos. Entonces me escondían en la buhardilla.25
Después de estos ocho días, a principios de octubre se reunió con Onésimo en Curia, donde se habían establecido numerosos jesuitas desde que, en enero de 1932, había sido disuelta la Compañía. Allí se instalaron en una de sus habitaciones y, a finales de octubre, pudieron trasladarse a Oporto. En esta misma ciudad nació su hija Mercedes el 13 de noviembre de 1932,26 en una pensión de la calle Firmeza. Fue un parto duro, «con fórceps y sin anestesia»,27 aunque, pasado el parto, el principal problema al que se tuvieron que enfrentar fue el económico, una situación precaria que empeoró con el nacimiento de la pequeña. Onésimo seguía recibiendo algún ingreso del sindicato remolachero, pero era insuficiente, por lo que, según Mercedes: «Vivíamos fundamentalmente de las rentas de unas tierras que eran de mi propiedad [...]. No tuvimos el apoyo económico que recibieron otras familias que estaban en circunstancias similares».28
En efecto, Mercedes tuvo que vender unas tierras en Montemayor como medida de urgencia, para lo que volvió a Valladolid con la pequeña Mercedes en abril de 1933. Fue entonces cuando29 «Onésimo vuelve a Curia. Dos meses más tarde [junio], yo vuelvo a Portugal y nos trasladamos los tres a Praia das Rosas hasta octubre de 1933».30
En paralelo a todo lo relatado, hay que decir que, con el inicio de 1933, la situación política en España se fue radicalizando cada vez más. Los sucesos de Casas Viejas, acaecidos en los primeros días de enero, originaron una tromba de críticas y presiones sobre el Gobierno de la República por la excesiva crueldad con la que se había reprimido el levantamiento anarquista en aquella localidad. Con estos sucesos recientes, el 28 de febrero de 1933 la derecha se organizó en torno a la CEDA, bajo la presidencia de José María Gil Robles. Por otra parte, algunos jonsistas vallisoletanos y algunos redactores del semanario Igualdad tuvieron que hacer frente a procesos judiciales, entre ellos Javier Martínez de Bedoya y Luciano de la Calzada.31 Con la vista puesta en las elecciones municipales que se tenían que celebrar en abril, los jonsistas vallisoletanos hicieron campaña a favor de la Unión de Derechas, incluyendo en las listas a algún jonsista como independiente, sobre todo en los pueblos, no así en la ciudad de Valladolid. Fue en Alaejos, durante esta campaña electoral, donde se dio a conocer Rosario Pereda, por entonces estudiante de magisterio, pero llamada a ser una figura muy relevante del jonsismo femenino vallisoletano. A principios de septiembre, Alcalá Zamora destituyó a Azaña y encargó a Lerroux la formación de un Gobierno que apenas consiguió alcanzar un mes de vida y al que sustituyó Diego Martínez Barrio hasta la víspera de las elecciones generales del 19 de noviembre. En este contexto de crisis de gobierno, y a un mes de la celebración de las elecciones generales, Onésimo estaba convencido de que obtendría la amnistía una vez entrara, aunque ilegalmente, en España, así que prepararon el viaje y, a mediados de octubre de 1933, ya estaban en Valladolid.
En efecto, el 16 de octubre de 1933, Onésimo y Mercedes, junto a la pequeña Merche, regresaron a España.32 Para entonces, la niña estaba a punto de cumplir un año y Mercedes estaba de nuevo embarazada. Se dirigieron a Quintanilla de Abajo, a la casa de los padres de Onésimo, para después trasladarse a Valladolid. Se instalaron en el n.º 1 de la plaza de la Libertad, cerca del Teatro Calderón, donde sin dejar de trabajar para el sindicato remolachero, Onésimo instaló su despacho de abogado. Sin embargo, a los pocos días de su regreso a la capital, fue detenido por su implicación en la «sanjurjada». Poco duró el presidio, ya que consiguió salir en libertad vigilada a los dos días.
Onésimo esperaba poderse presentar a las elecciones formando parte de la candidatura cedista, a lo que Gil Robles se opuso. Fue entonces cuando decidió presentarse como independiente, aunque poco antes de las elecciones retiró su candidatura por temor a que el voto derechista quedara dividido. Así pues, el 19 de noviembre se celebró la primera vuelta de las elecciones generales,33 y el 3 de diciembre la segunda, en la que la CEDA obtuvo la mayoría de votos, seguida por el Partido Radical. El presidente de la República, Alcalá Zamora, propuso a Alejandro Lerroux que formara gobierno. Empezaba así el bienio radical-cedista, en el que se iba a revisar el bienio reformista anterior. Así, una de las primeras medidas que tomó el Ejecutivo radical fue paralizar la Ley de Confesiones y Congregaciones de junio de 1933.
El jonsismo, por su parte, trabajaba por reforzar su organización creando el Consejo Nacional de las JONS y realizando una campaña de propaganda para difundir su ideario СКАЧАТЬ