Название: El infierno está vacío
Автор: Agustín Méndez
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Historia
isbn: 9788491347057
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No quiero olvidarme del comité editorial y de los jurados anónimos de Publicacions de la Universitat de València. A los primeros les agradezco la generosidad de publicar el primer trabajo de un autor que desarrolla su actividad profesional lejos de aquellas fronteras; a los segundos, las observaciones y recomendaciones para mejorar el manuscrito original.
Fuera del campo profesional quiero agradecer a mis amigos, Alejandro, Matías, Romina, Rodrigo, Federico, Mariano y Pablo, haber compartido conmigo los momentos altos y los bajos durante estos últimos años y saber excusar ausencias y olvidos.
En último lugar, pero sin duda el primero en importancia, gracias a mi familia. La deuda con mis padres, Laura y José Luis, es tan inabarcable como inmensa la gratitud. A lo largo de mi vida acompañaron todos los sueños y proyectos que afronté. Sé que este trabajo, ni nada de lo que pueda escribir en un futuro, va a hacer justicia a la prioridad que dieron a mi felicidad y educación. Una de las dificultades más grandes al comenzar la investigación fue saber que el fallecimiento de mi padre me impediría saber su opinión sobre el resultado final. Espero que mi madre reconozca en alguna de las líneas redactadas el fruto del esfuerzo de ambos. También quiero agradecer a mis tíos, Claudia y Gabriel, el hecho de ayudarme desde que tengo memoria. Así como a mis primas, Candela y Melina, por las risas. Y a la familia Tornese, por haberme abierto las puertas en un momento difícil y no haberlas cerrado nunca. Finalmente, agradezco a Paola solo por su amor e infinita paciencia, sino especialmente, a pesar de no haber leído una sola página de las que siguen, hacer de mi vida algo mejor y así contribuir en cada una de ellas.
Buenos Aires, abril de 2020
ABREVIATURAS
Para facilitar la tarea del lector, el nombre completo de las obras citadas de Agustín de Hipona y Tomás de Aquino será mencionado en la primera nota al pie de cada capítulo. No obstante, a partir de la segunda referencia, se utilizarán las siguientes abreviaciones:
Obras de Agustín de Hipona
(DCD) | De Civitate Dei |
(DDC) | De Doctrina Christiana |
(DLA) | De Libero Arbitrio |
(DNB) | De Natura Boni |
(DGL) | De Genesi ad Litteram |
(DGM) | De Genesi contra Manichaeos |
(DAC) | De Agone Christiano |
(EP) | Enarrationes in Psalmos |
(AI) | Annotationes in Iob |
(DDD) | De Divinatione Daemonum |
(SP) | Sermones ad populum |
Obras de Tomás de Aquino
(ST) | Summa Theologiae |
(QDM) | Questiones disputatae de Malo |
(SSSMPL) | Scriptum super Sententiis Magistri Petri Lombardi |
(SG) | Summa contra Gentiles |
(QDSC) | Quaestio disputata de spiritualibus creature |
Traducciones
Todas las traducciones del inglés, francés, escocés y latín son personales.
PREFACIO
PRESENTACIÓN
La pertinencia de la presente monografía puede fundamentarse a partir de distintos elementos. En primer lugar, por centrarse en el estudio de la Edad Moderna. Los tres siglos que la componen (XV-XVIII) constituyen una etapa crucial para la configuración del entramado social, político, económico y cultural de las sociedades occidentales contemporáneas. La primera integración económica que incluyó a todos los continentes poblados por los seres humanos, el inicio de la acumulación de facultades administrativas por parte de estados centralizados cada vez más robustos e influyentes en la vida de sus habitantes, la lenta y traumática consolidación del proceso de secularización y la pérdida de influencia del campo religioso en el gobierno de las personas son apenas algunos de los procesos históricos más trascendentes ocurridos durante ese lapso de tiempo. Este periodo, a su vez, fue testigo de una serie de procesos altamente idiosincrásicos que no habían ocurrido antes (ni volverían a repetirse después) en la historia europea. El presente libro se ocupará de estudiar tres de esos fenómenos históricos tan propios de la modernidad temprana: la caza de brujas, el discurso demonológico y la Reforma protestante.
Si bien es cierto que la demonología existe desde el propio nacimiento del discurso cristiano escrito durante el siglo I de la Era Común, entre 1450 y 1750 el interés por esta rama de la teología cristiana alcanzó su paroxismo al ser teorizada de manera sistemática no solo por teólogos o miembros de instituciones religiosas, sino también por juristas, médicos y filósofos laicos de todo el continente. El estudio de la literatura demonológica excede largamente el interés de la historia confesional debido a que allí no se discutieron problemas asociados exclusivamente a la teología, sino que a partir de un lenguaje y herramientas conceptuales eminentemente religiosas se pretendió comprender el funcionamiento, las características y los límites de la naturaleza, especialmente los de la humanidad. Más allá de este punto no menor, la demonología tardomedieval y temprano-moderna también deviene en un objeto de estudio significativo porque allí se establecieron los fundamentos intelectuales de la caza de brujas. Como escribió el historiador británico James Sharpe, por demonología se entiende «el sistema intelectual que expresó el marco por medio del cual los europeos educados entendieron y debatieron la brujería entre los siglos XV y XVIII».1 En efecto, a lo largo de esas tres centurias, los debates demonológicos se desarrollaron en tratados sobre brujería y viceversa. Si durante aquellos años Europa vio perecer entre 50.000 y 60.000 mujeres y hombres bajo el cargo de haber cometido crímenes imaginarios (establecer pactos y mantener relaciones sexuales con demonios, realizar daños físicos o matar por medio de magia nociva, producir tormentas y otras catástrofes climáticas recurriendo a métodos ocultos), en parte fue porque existió un corpus documental que afirmaba que aquello era perfectamente posible y que, además, gozaba del auspicio tanto de autoridades religiosas como seculares. Cierto es que la persecución de brujas no ocurrió únicamente por la proliferación de tratados sobre demonología y brujería, fue necesaria la existencia de legislaciones, la acumulación de tensiones políticas y sociales y la sucesión de rápidas transformaciones económicas y religiosas para que el fenómeno ocurriese tal como lo conocemos. Resulta evidente, pues, que entre la teoría demonológica y la praxis persecutoria СКАЧАТЬ