Franquismo de carne y hueso. Gloria Román Ruiz
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СКАЧАТЬ Desde el punto de vista de las actitudes, la década de los cincuenta sigue siendo la menos conocida. Sobre las especificidades que adquiere la represión en estos años, M. Ortiz Heras: «Control social y represión…», pp. 15-44 (esp. pp. 15-37).

      86 Para las actitudes en esta etapa de la dictadura véase, por ejemplo, Óscar J. Martín, Damián González y Manuel Ortiz: «Envenenando a nuestra juventud. Cambio de actitudes y militancia juvenil durante el segundo franquismo», Historia Actual Online, 20, 2009, pp. 19-33; Eider de Dios: «Yo tenía el sentimiento ese de que había que mejorar esto. Actitudes políticas de las mujeres en el tardofranquismo», Actas del IX Encuentro de Investigadores del Franquismo, Granada, 2016, pp. 75-83.

      87 Acerca de las políticas sociales, Daniel Lanero: «Las políticas sociales del franquismo. Las obras sindicales», en M. Á. del Arco Blanco y otros (coord.): No solo miedo…, pp. 127-142.

      88 Sobre la evolución actitudinal de los colectivos estudiantil y eclesiástico véanse respectivamente, Elena Hernández, Marc Baldó y M. Á. Ruiz Carnicer: Estudiantes contra Franco (1939-1975): oposición política y movilización juvenil, Madrid, La Esfera de los Libros, 2007; Manuel Ortiz Heras y Damián A. González Madrid: De la cruzada al desenganche: la iglesia española entre el franquismo y la transición, Madrid, Sílex, 2011.

      89 Algunos trabajos sobre la democratización del mundo rural, Damián A. González y Óscar J. Martín: «In movement. New players in the construction of democracy in Spain, 1962-1977», Political Power and Social Theory, 20, 2009, pp. 39-70; Antonio Herrera y John Markoff: «Dossier. Democracia y mundo rural en España», Ayer, 89, 2013, pp. 21-119. Algunos estudios locales al respecto, A. Cabana y otros: «Dinámicas políticas…»; F. Cobo y Teresa M.ª Ortega: «La protesta de sólo unos pocos…»; Pamela Radcliff: Making democratic citizens in Spain. Civil society and the popular origins of the Transition, 1960-78, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2011; Rafael Quirosa-Cheyrouze (coord.): Historia de la Transición en España: los inicios del proceso democratizador, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007; Antonio Cazorla: Miedo y progreso. Los españoles de a pie bajo el franquismo, Madrid, Alianza Editorial, 2016. Entre las publicaciones más recientes, Claudio Hernández Burgos y Gloria Román Ruiz: «‘Maestros de democracia con sotana’: los párrocos rurales y la construcción de la sociedad civil durante el tardofranquismo en la España meridional», Bulletin of Spanish Studies: Hispanic Studies and Research on Spain, Portugal and Latin America, 96(8), 2019, pp. 1-24; Gloria Román Ruiz: «‘Escuelas de democracia’. El tajo y la parroquia como espacios cotidianos de conflictividad durante el franquismo final en el campo altoandaluz», Historia Agraria, 79, 2019, pp. 1-22.

      90 Sobre la experimentación de la realidad por parte de los sujetos, que estaría condicionada, más que por la propia realidad, por la forma en que esta es configurada y aprehendida en función de su imaginario, Miguel Á. Cabrera y Álvaro Santana: «De la historia social a la historia de lo social», Ayer, 62, 2006, pp. 165-192 (esp. p. 188).

      91 Pascual Carrión: Los latifundios en España: su importancia, origen, consecuencias y solución, Madrid, Gráficas Reunidas S. A., 1932, p. 264. INE, Censo agrario de 1962: Explotaciones agrarias clasificadas según la superficie total de sus tierras y Distribución de la superficie según el régimen de tenencia.

      92 INE, Censos de población.

      93 Andrés Fernández, María Isabel Brenes, Cristóbal Alcántara y Miguel Á. Melero: Teba se desangra. Intervención arqueológica en la fosa común de Teba, Teba, Manuel Pinta Guerrero, 2013.

      94 Miguel Gómez Oliver et al. (coords.): El botín de guerra en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas. 1936-1945, Madrid, Siglo XXI, 2014.

      95 Benito Bermejo y Sandra Checa: Nombres para el recuerdo: Libro memorial, españoles deportados a los campos nazis (1940-1945), Ministerio de Cultura, 2006.

      96 Archivo General de la Administración (AGA), Registro Central de Entidades Sindicales, 34/4060, «HSLG de Teba». Archivo Municipal de Teba (AMTB), 338, Informes políticos de FET de las JONS, 1942. En las siguientes líneas utilizamos como fuente la entrevista realizada a Encarna Lora Jiménez en Teba (Málaga) el 16/06/16.

      97 Archivo de las Cámaras Agrarias de Teba (ACAT), Expedientes de posesiones, sin signatura, «Actas de la HSLG», 1948-1958.

      98 Encarnación Barranquero Texeira y Lucía Prieto Borrego: Así sobrevivimos al hambre: estrategias de supervivencia de las mujeres en la posguerra española, Málaga, CEDMA, 2003, pp. 231 y 236-242.

      99 José Lora Jiménez: Mi vida entre bandoleros, Casariche, Gráficas Belén, 2001, sobre todo pp. 66-110.

      100 J. Font i Agulló: «¡Arriba el campo!…», p. 186.

      101 Pilar Rebollo: «El Servicio Social de la mujer de Sección Femenina de Falange. Su implantación en el medio rural», en M. Á. Ruiz Carnicer y C. Frías Corredor (coords.): Nuevas tendencias historiográficas e historia local en España. Actas del II Congreso de Historia Local de Aragón, 1999, pp. 311-313.

PARTE I «EL PODER DE SEDUCCIÓN DE LA DICTADURA»

      LAS POLÍTICAS DEL «CONSENSO» DEL RÉGIMEN FRANQUISTA

      Cualquier régimen necesitaba ya absolutamente la asistencia de la opinión y la organización de las masas.1

      I put to a number of people in Spain the question whether Franco did not now enjoy, if not the support, at least the passive acquiescence of the majority of Spaniards and in every case except one I received an affirmative reply.2

      En 1974 Renzo De Felice publicaba un innovador estudio sobre la Italia fascista en el que sostenía que durante el periodo 1929-1934 la dictadura de Mussolini gozó de una amplia aceptación y «consenso» social. Su trabajo venía a romper con el discurso reduccionista de los «héroes de la resistencia» abanderado por la izquierda antifascista y a complejizar el estudio de las actitudes sociopolíticas bajo regímenes que no garantizan las libertades individuales. Su obra inauguró una nueva y fructífera línea historiográfica según la cual estos sistemas autoritarios habrían gozado de un grado de aceptación social mayor del tradicionalmente supuesto y sin el cual resultaría difícil explicar su sostenimiento en el tiempo. Pese a las iniciales críticas vertidas contra De Felice, hoy ya prácticamente nadie duda de que los regímenes fascistas y parafascistas de entreguerras gozaron de una importante aceptación por parte de la población.3

      Durante largo tiempo la relación entre represión y consenso bajo las dictaduras fue presentada como dicotómica, por lo que reconocer la existencia de actitudes consentidoras y poner en valor la aceptación social de que gozaron estos sistemas políticos parecía implicar una minusvaloración de su carácter violento. Sin embargo, este planteamiento fue ya superado por su simplismo y actualmente existe un amplio reconocimiento de que ambos elementos, lejos de ser excluyentes, resultan complementarios. En efecto, al mismo tiempo que practicaban una fortísima represión, los autoritarismos de entreguerras fueron capaces de convencer de sus bondades a amplios sectores de la población. Se trataba de reprimir y persuadir a la vez, mostrando su fortaleza más allá del ejercicio de la violencia. Así lo expresó el «Caudillo de España» Francisco Franco en un discurso pronunciado ante las juventudes falangistas en 1942: «Podaremos las ramas malas, destruiremos las inservibles; pero a su lado sembraremos nuestros plantones, СКАЧАТЬ