Desde cabina. Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez
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Название: Desde cabina

Автор: Jorge Gutiérrez de Velasco Rodríguez

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Vos Téknika

isbn: 9786079878122

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      En repetidas ocasiones me han preguntado cuál es la fórmula para desarrollar competencias relevantes en el personal técnico para los diversos sectores industriales; siempre respondo que no hay tal fórmula, pero que si existiera alguna, hay una serie de elementos que deberían estar presentes en ella.

      Esta semana inicia el circuito de eventos con enfoque y participación del sector aeroespacial que se presentarán en Querétaro a lo largo del año, el primero de ellos: B2b Aerospace Meetings, un evento que promueve encuentros de negocios muy enfocados entre quienes buscan ofrecer sus servicios para el sector y quienes demandan esos servicios. El segundo: Industrial Human Capital Summit, un evento que, sin ser exclusivo para el sector, sin duda que por su temática es relevante también para el sector aeroespacial de la región y con la cual tengo mucho que ver, sin duda.

      Con el ánimo de compartir mi punto de vista respecto a la pregunta con que inicié esta colaboración semanal, quiero dar un rápido repaso a esos retos que se viven en el proceso que las instituciones educativas ejecutamos para desarrollar competencias y capacidades destinadas a satisfacer las necesidades de los diversos sectores industriales y de negocios. Hoy debemos reconocer que la relación entre la academia y la industria ha evolucionado abismalmente, pero aún quedan algunos cabos sueltos. La participación industrial debe pasar de recibir estudiantes para prácticas o estancias técnicas a integrarlos en procesos que involucren el desarrollo de proyectos relevantes, a promover la participación tanto de los estudiantes como de los profesores, en proyectos en donde se evalúen tanto las competencias duras (las habilidades técnicas en el saber y saber hacer) como las suaves (habilidades de comunicación, liderazgo participativo, trabajo en equipo, por mencionar algunas); se debe también contar con una participación más permanente y relevante en el diseño curricular por parte de los diferentes sectores —hoy ya se lleva a cabo, por supuesto, sólo pretendo diferenciar la manera en que debería hacerse— no de manera aislada y sin retroalimentación constante, sino con mecanismos claros de retroalimentación y actualización permanente —lo que constituye un gran reto—. Por otro lado, la creación de espacios relevantes para la generación de experiencias significativas es un gran tema aún pendiente en la política pública de nuestras instituciones educativas, y existe justificación para ello; contar con infraestructura física de laboratorios, talleres, software y equipos que reproduzcan la realidad de las industrias es sin duda en reto —principalmente económico—; es por eso que se deben mejorar los modelos de enseñanza, aprovechando la tecnología existente para construir escenarios, acordar alianzas, compartir infraestructura, por solo mencionar algunas posibles iniciativas, que hoy por fortuna algunas organizaciones educativas ya han implementado, pero que necesitan generalizarse y afinarse a través de la evaluación permanente y sobre todo con el respaldo de presupuestos tanto privados como públicos.

      Construir competencias debería ser entonces el resultado de un conjunto de esfuerzos y estrategias que, por un lado, faciliten el acceso a la formación académica a aquellos que cumplen con el perfil y vocación correctas, y por el otro que desarrollen capacidades en las instituciones para construir esas competencias de manera relevante para los sectores industriales. Se dice muy fácil, pero es sumamente retador generar valor significativo para la sociedad. Mi palabra clave: la pertinencia. ¶

      20 de febrero de 2018

      El poder de la consistencia

      Sin embargo, aun cuando en lo personal creo que el texto es interesante, también creo que es muy posible relacionarlo con una gran variedad de escenarios y situaciones. En la colaboración de esta semana quiero tomar algunas ideas del artículo referido para ubicarlas en el contexto de esfuerzos sostenidos y consistentes que se llevan a cabo desde muy diversas trincheras para mantener la operatividad de los programas públicos y la importancia de su apoyo a lo largo de los años.

      La ejecución consistente de programas públicos de atracción de inversión y de desarrollo de capacidades educativas técnicas y científicas son únicamente un ejemplo, sin los cuales no podríamos platicar de un estado como el nuestro, que crece anualmente, de manera consistente, a tasas superiores a la media nacional; no podríamos platicar de la variedad de comunidades internacionales que ya tienen una presencia relevante en la entidad gracias a la certeza jurídica construida y defendida a lo largo de los años; o incluso sería sumamente complicado sostener la aseveración de que Querétaro se ha posicionado como la cuarta región en el mundo con mejor imán para atraer inversión extranjera directa del sector aeroespacial; o comentar que el estado cuenta con una sólida industria de autopartes líder en el país.

      Los anteriores resultados, y otros tantos más, son el fruto del esfuerzo de muchos, de la visión de las autoridades, del compromiso de funcionarios y empresarios, de la creatividad de múltiples actores para concebir y ejecutar proyectos y acciones que promueven credibilidad por sí mismos. Podría listar aún más razones del porqué las cosas funcionan bien en nuestro querido estado, sin embargo, en esta ocasión me interesa resaltar la consistencia con que esto se ha hecho durante largo tiempo, esa consistencia en la ejecución de los programas, en la adaptación de los esfuerzos y apoyos —lo mismo a instituciones educativas y centros de investigación que a grandes grupos industriales, empresariales y organizaciones no gubernamentales—, han sido (lo considero de manera personal), un elemento vital en la fórmula del éxito en la entidad, que sin importar la alternancia en las administraciones estatales o municipales, ha sabido adaptarse, ajustarse o reforzarse para mantener de manera consistente el ritmo del progreso de los diversos sectores económicos; consistencia que se ha convertido ya en un hábito de la sociedad queretana y que, sin duda alguna, ha transformado profundamente la realidad del estado. ¶

      23 de enero de 2018

      1 Nota del autor: este es el enlace, por si interesa a los lectores el artículo completo, lo recomiendo ampliamente en https://bit.ly/3ka7K2M

      El poder de las alianzas

      Según el Diccionario de la Lengua Española (dle) de la Real Academia Española (rae), aliarse es la acción de unir personas o cosas para un mismo fin. Para mí es mucho más que eso y permítanme explicar por qué en las líneas siguientes #DesdeCabina.

      Las alianzas son mucho más que unirse para lograr un fin; en primera, aliarse demuestra madurez, ya que se reconoce la propia capacidad y limitaciones, y se evidencia además la existencia de voluntad y visión para dar el paso hacia la búsqueda del crecimiento, hacia el encuentro con el “de enfrente”, con el “de a lado”, para construir acuerdos, para colaborar —una de mis palabras favoritas— y resolver cosas juntos, y en este proceso descubrir nuevas potencialidades y nuevos horizontes. Aliarse es también entender que el pastel se puede, pero quizá no se deba, comer solo —exagerando el uso de la expresión coloquial—. Es decir, cuando se trata de buscar más mercado, cuando éste es suficientemente grande, es necesario identificar actores serios que ya tienen presencia en él y entender que puede ser mejor “juntarse” para incorporarse y lograr una participación, que buscar el camino en la soledad que muchas veces la soberbia mal aconseja.

      Hago las puntualizaciones anteriores respecto de las alianzas en lo general, ya que muy recientemente en la Universidad Aeronáutica en Querétaro tuvimos СКАЧАТЬ