Название: Jesús, maestro interior 4
Автор: José Antonio Pagola Elorza
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Fuera de Colección
isbn: 9788428836883
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– ¿Hay alguna persona a la que no he perdonado… ni perdonaré nunca… lo que me ha hecho…? ¿Por qué…?
– ¿Me siento bien por dentro sin concederle mi perdón…? ¿Puedo dar algún paso para cambiar mi actitud…?
Escucho a Jesús y repito lo que me dice: da… vive con generosidad… y Dios será generoso contigo…
– ¿Soy consciente de que Dios es generoso conmigo…? ¿Cuándo siento sobre todo su generosidad…?
– ¿Vivo de manera egoísta… pensando solo en mis intereses?… ¿Vivo con generosidad… buscando el bien de los demás…?
ORAMOS
Hemos escuchado y meditado diversas llamadas de Jesús para invitarnos con insistencia a ser compasivos como nuestro Padre es compasivo… Ahora nos disponemos a responderle… Él me está escuchando desde mi interior… Es mi Maestro… Breves sugerencias para quienes deseen un punto de partida:
– Jesús, antes que nada, quiero darte gracias… Estoy sintiendo cada vez más la compasión que tiene el Padre conmigo… con mi vida mediocre y vulgar… Me estás descubriendo cómo me ama… Jesús, cuánto tengo que agradecerte…
– Jesús, qué lejos estoy de vivir pensando en los demás, para tratarlos con compasión… Yo vivo casi siempre pensando en mí y en mis intereses… ¿Puedo cambiar mi estilo de vivir?… Jesús, ten compasión de mí…
– Me estoy dando cuenta de que vivo espontáneamente tratando a las personas a veces bien y otras mal… como me sale en el momento… Jesús, sé que me comprendes… Jesús, cuánto te necesito… Ayúdame a cuidar el buen trato a las personas…
– Jesús, juzgo mucho a las personas… de modo ligero… Pero no quiero condenar a nadie… ¿Quién soy yo para hacerlo?… Jesús, dame un corazón bueno… como el tuyo…
– A veces me pongo triste, Jesús… Van pasando los años y pienso que no cambiaré… Jesús, que nunca pierda la confianza en ti… Dame tu aliento…
CONTEMPLAMOS
Jesús cree y confía en un Padre que es un misterio de misericordia infinita hacia todas sus criaturas. Nos disponemos ahora a estar en silencio a solas con ese Dios, Padre de misericordia que me ama con entrañas de Madre. Breves sugerencias tomadas de los Salmos:
– El Señor es clemente, compasivo, paciente y misericordioso (Salmo 144,8).
– Su misericordia llena la tierra (Salmo 32,5).
– Es cariñoso con todas sus criaturas (Salmo 144,9).
COMPROMISO
– Concreto mi compromiso para toda la semana.
– Tomo una decisión para un tiempo definido.
– Reviso el compromiso tomado con anterioridad.
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CREO EN LA MISERICORDIA
Creo en la misericordia, que anida en el subsuelo de lo
humano
y nunca desaparece, aunque la maldad aflore.
Creo en la misericordia, que se hermana con la fragilidad,
y que es casa de amparo para quien llora en la noche.
Creo en Jesús, que impactaba por su misericordia.
Para él, nada hay más acá ni más allá,
y desde ella se define Dios y la persona.
Creo en el Dios misericordioso que Jesús nos mostró con su vida,
alejándome de otras imágenes de Dios
y abriéndome al hermoso abrazo de su amor.
Creo en la misericordia y no en el juicio,
creo en el amor y no en el temor,
creo en la felicidad, no en el pecado.
Creo que Dios es Madre de entrañas buenas,
que se acuerda del bien de sus hijos e hijas
y que disfruta con sus logros y éxitos.
(Fidel Aizpurúa)
Canto: «No te envió el Padre para juzgar»
No te envió el Padre para juzgar,
te envió para ser salvación.
¡Yo creo en ti, Señor Jesús! (bis)
No me envió el Padre para juzgar,
me envió para ser salvación.
¡Transfórmame, Señor Jesús! (bis)
STJ, CD Armonía y plegaria 3, n. 3
24
CUANDO ESTAMOS PERDIDOS,
DIOS NOS BUSCA CON PASIÓN
Al iniciar la sesión. Cerramos los ojos… respiramos pausadamente… Centro mi atención en Jesús… que está en mi interior… Voy a escuchar sus palabras… Él está transformando mi corazón…
Lucas 15,1-7
1 Los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para escucharle. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
–Este acoge a los pecadores y come con ellos.
3 Jesús les dijo esta parábola:
4 –Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va a buscar la descarriada hasta que la encuentra?
5 Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros muy contento.
6 Y al llegar a casa reúne a los amigos y los vecinos para decirles: «Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido».
7 Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.