Historias cortas, de poder, de amor y de tragedia. Jorge Osvaldo Bazán
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Название: Historias cortas, de poder, de amor y de tragedia

Автор: Jorge Osvaldo Bazán

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия:

isbn: 9789878030951

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СКАЧАТЬ del diario “La Mañana”, el de mayor circulación de Formosa, y luego en el diario “Tiempo formoseño” debía realizar un gran esfuerzo para plasmar dentro de una extensión determinada en caracteres, bastante generosa por cierto, la crónica casi siempre política pero con un fuerte anclaje histórico, con el que lograba despegarme de las pasiones del momento, cumpliendo a rajatabla las instrucciones de los propietarios de los medios, que por supuesto no iban a tolerar que hiciera de ese espacio una pretendida “tribuna de doctrina” en mi exclusivo beneficio. A pesar de mi profesión de ingeniero en construcciones y de docente universitario, siempre tuve una especial dedicación o anclaje hacia la literatura, y a la interpretación de los hechos históricos, como lector compulsivo, claro está, lo cual pudo ser volcado en mi larga actividad periodística, en programas de radio y televisión que tuve a mi cargo y también durante mi paso por la dirección del principal medio de difusión de la provincia de Formosa, “Lapacho” Canal 11, donde me desempeñé durante 18 años y seis meses.

      En mi libro “Columnista invitado” (Setiembre de 2016) a lo largo de sus 434 páginas pude recrear las publicaciones de mis notas periodísticas en los diarios “La Mañana” y “Tiempo Formoseño” y este trabajo que ahora pongo a consideración de mis lectores, es la inauguración de un nuevo estilo personal que pretendo sea bien valorado por aquellos que se inmiscuyan en sus páginas.

      Dije más arriba que no se trata de biografías y ni siquiera de un libro de historia a la usanza tradicional. Desde una posición ideológica concreta porque todo lo que hacemos siempre está teñido de ideología, intento mostrar el lado humano de personajes que ya no están, que se fueron hace tiempo, y en los cuales se han invertido ríos de tinta para aclamarlos o denostarlos. No es este el caso. He leído todo lo que pude y he hecho las interpretaciones que me parecieron razonables, reconociendo que “Los hechos son sagrados pero la interpretación es libre”. Y esta frase, tan usada en los últimos tiempos, se remonta a casi un siglo atrás, cuando el matutino inglés “The Guardian”, celebraba su centenario, en 1921. El entonces editor Charles Prestwich Scott, que además de periodista era miembro del Parlamento, y llevaba 50 años trabajando en el periódico al momento de la celebración, pronunció lo que resume de manera magistral la tarea de quienes escribimos.

      Con la proposición: “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”, aparecida en Meditaciones del Quijote”, Ortega y Gasset insiste en lo que está en torno al hombre, todo lo que lo rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual.

      Y “los yo” y sus “circunstancias” de los personajes involucrados en este libro, son expuestos con la mayor honestidad intelectual posible, tratando de amalgamar además los “hechos” con las “interpretaciones”. Siempre en relatos cortos, casi íntimos, resumiendo en pocas páginas décadas de vida, de sueños, de triunfos, de sufrimientos, y de muerte.

      Al final de cada una de las historias, se adjunta la bibliografía sobre las fuentes consultadas para todos aquellos que quisieran profundizar más la historia de cada uno de los personajes, o cotejar lo que aquí se escribe. Con respecto a las fuentes, debo aclarar que me he encontrado en algunos casos con contradicciones, es decir, con datos de autores o publicaciones respetables que sin embargo poseen información contradictoria. En esos casos, dejo librado al lector la interpretación libre y razonable.

      Quiero agradecer profundamente al Dr. Marcos Raúl Molares por las cálidas palabras que constituyen el Prólogo de este libro. Que un historiador de su talla, autor de los cuatro tomos que conforman la “Historia General de Formosa” me presente de esta manera constituye un privilegio tal vez desmesurado.

      Dedico esta obra a mi esposa, la Profesora Dora Isabel Caíno, por su ayuda, observaciones, correcciones y sus consejos, y a mis hijos Fernando Raúl, Santiago Jesús y Maria Florencia, que siempre me alentaron en pos de este proyecto.

      Hechas las aclaraciones de rigor, avancemos con la propuesta, y espero que sea del agrado de todos.

      Ciudad de Formosa, enero de 2021.

       “Hay amores tan bellos, que justifican todas las locuras que hacen cometer”

      Plutarco

      El matrimonio entre el ex-Presidente de la Nación Marcelo Torcuato de Alvear y Regina Pacini fue para la época la cuestión más discutida y criticada en los exclusivos salones de la Sociedad Rural o en el Círculo de Armas, y en las mansiones de La Recoleta de las familias acaudaladas que jamás aprobaron que el mejor candidato se casara con una portuguesa plebeya.

Torcuato y Regina

      El romance de Marcelo Torcuato de Alvear y Regina Pacini es una de las historias de amor más desafiantes e impactantes, por no decir novelesca que recuerde la alta sociedad argentina, de finales del siglo XIX.

      Regina Pacini había nacido en Lisboa, Portugal, el 6 de enero de 1871 y era hija de la española Felisa Quintero y del barítono italiano Pietro Andrea Giorgi-Pacini. Por influencia paterna se convirtió en soprano estudiando en París y debutó en Lisboa en 1888. “Soprano” es aquella que posee la voz más aguda en el marco de una armonía. Y Regina la tenía, con creces. Con sólo 17 años construyó, desde entonces, una brillante carrera lírica, en actuaciones memorables tanto en El Liceo de Barcelona, la Scala de Milán y hasta la Ópera de París. Pero pronto aparecería en su horizonte un argentino que daría que hablar: Marcelo.

      Nieto de Carlos María de Alvear, quien alcanzara el rango de general, político, diplomático, y que además integró el Regimiento de Granaderos a Caballo de José de San Martín, del cual fue también su padrino de casamiento. Con sólo 25 años fue Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

      Marcelo había nacido el 4 de octubre de 1868. El padre de Marcelo, Torcuato Antonio de Alvear y Sáenz de la Quintanilla fue el primer intendente de la ciudad de Buenos Aires, entre 1883 y 1887. Su madre fue Elvira Pacheco y Reinoso. Es decir, era casi el único joven porteño con prosapia y alcurnia, a diferencia de las otras familias supuestamente “patricias” de la época, que sólo habían amasado fortuna merced al contrabando o a la generosa repartija de tierras otrora en manos de los indígenas masacrados por la campaña del desierto.

      En 1899, Regina cantó primero en Montevideo y luego por primera vez en Argentina en el Teatro Politeama, situado en la Av. Corrientes 1490. Por sugerencia de su primo Diego, Marcelo se instaló en uno de los palcos. Y allí sucedió el “milagro”. El soltero de 31 años más famoso, “pinton” y adinerado de Buenos Aires, el más codiciado y ganador, dueño de una prestancia que no le iba en zaga con su enorme estatura y simpatía, se había enamorado instantáneamente de esa pequeña joven de 28 años que sería luego tildada de “petiza” y “fea” por las envidiosas y ricas celestinas de fin de siglo.

      Al final de la actuación, Alvear le envió centenares de rosas blancas y rojas y una pulsera de oro y brillantes que llegaron al camarín de la ruborizada soprano, y hasta el presidente Julio Argentino Roca pasó a saludarla junto con sus hijas. Pero la cantante rápidamente devolvió la joya y volvió a Europa. Por aquellos años, un diario porteño dio la lista de regalos que recibió la artista, que incluía “Prendedor con brillantes y perlas del Presidente de la República, “Alhajero cincelado” de la empresa Bernabei, “Estatuilla СКАЧАТЬ