La herencia maldita. Nathan Burkhard
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Название: La herencia maldita

Автор: Nathan Burkhard

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Ángeles Guardianes

isbn: 9788418616228

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      La herencia maldita

      ÁNGELES GUARDIANES II

      Nathan Burkhard

      Primera edición en ebook: Abril, 2021

      Título Original: La herencia maldita – Ángeles Guardianes II

      © Nathan Burkhard

      © Editorial Romantic Ediciones

       www.romantic-ediciones.com

      Diseño de portada: Olalla Pons - Oindiedesign

      ISBN: 9788418616228

      Prohibida la reproducción total o parcial, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, en cualquier medio o procedimiento, bajo las sanciones establecidas por las leyes.

      Para mamá, para mi familia y para ti apreciado lector.

      Entre hojas secas oculto mi dolor, sin tener en cuenta que el daño es irreversible.

      Observo que de mentiras vive el hombre, de ira y vanidad, con dolor la humanidad.

      ¿Qué me queda hoy a mí?

      Cierro los ojos y pido a Dios que me guíe, pido al cielo que me dé una señal y pido al hombre que deje de lado su rivalidad.

      Porqué nuestro mundo está a punto de acabar.

      “Levántate o cae”

      Nathan Burkhard.

      Voces... Susurros... Dos mundos... Una guerra... Un final.

      ¿Por qué defenderlos? ¿Por qué protegerlos de su inminente destrucción, de su extinción?

      Si tratan de derrocar a su mismo creador, tratando de deslumbrar al mundo con reyes falsos, con frases y actos supuestamente puros, cuando lo primero que desean es gobernar y destruir todo a su paso.

      Creyéndose invencibles, intentando manipular a todo aquel que se encuentre a su alrededor, viendo a humanos cazar humanos, viendo al hombre destruyendo su único hogar, viendo al niño con sangre en las manos, viendo un futuro desgarrador.

      Se necesita un motivo.

      Se necesita fe, mi fe perdida.

      Esperanza donde no la hay.

      ¿Por qué? Si lo único que me han enseñado a lo largo de estos cortos años, es la crueldad de su mano, el veneno de sus palabras y el dolor que emiten sus corazones. ¿Por quién luchar? Si Dios mismo me ha dejado en un camino al cual debo hallar yo misma, encontrándome entre demonios y pistas que solo son pequeñas luces que en tenue oscuridad son las únicas que pueden darme los designios de un Dios que yacía perdido en mi propia voluntad.

      Demonios, son los únicos que pudieron darme una verdad, oscura, pero una verdad dolorosa. El unirme a ellos con el único objetivo de poder destruir todo a mi paso y poder formar un nuevo mundo a la imagen perfecta, a la viva imagen del inicio, donde el humano sería la escoria, el esclavo, el inferior.

      Desatar una guerra, una guerra para poder obtener la verdad y el dominio absoluto.

      Pero todo ello me atemorizó y llenó mi corazón de dudas, una guerra no sería la solución, llevaría más de una especie a morir en medio del campo de batalla, al exterminio de razas, de voluntades y generaciones.

      Y esa la más grande de las incertidumbres, mi gran pesar, de no poder saber a quién salvar, el ser egoísta y salvarme a mi mí misma o a mi familia, a mi novio, a la humanidad o a mi raza entera y encontrar un motivo para dejarles vivir.

      Mi rumbo se ha visto errante y cambiante ante los designios del hombre, la conspiración del destino a mostrar un camino errado, ante la voluntad de Dios a negarse mostrarme un verdadero rumbo.

      La batalla enfrentada solo manchó mi alma y mis manos de sangre, entendí en ese instante que mi madre habló de ello a su gente, y entre la desesperación y el anhelo de ver a su pueblo aún vivo entre razas superiores, sus antepasados, incluso su misma familia marcaron su rumbo, cargando una maldición que para condena de mi alma, la llevo corriendo por mis venas, esa maldición que corre por mi sangre, esa herencia maldita que me tocó vivir. Y preguntarme día a día y noche tras noche.

      ¿Por qué salvarlos? ¿Defenderles de la destrucción? ¿Qué fue mi padre y que hizo mal? ¿Y qué me heredó al nacer?

      Abran sus mentes, no cierren los ojos y escuchen bien a su alrededor, porque el final de sus días puede comenzar hoy.

      “Nuestro silencio nos hace únicos”

      Natle Sullivan

      CAPÍTULO 1:

      HEREDERO

      El inconfundible sonido de los caballos galopar entre la niebla y la lluvia, el rechinar de sus dientes ante la fuerza que sus jinetes ejercían sobre sus correas, las respiraciones que arrancaban desde lo profundo de sus vientres, los gritos de órdenes y ese aroma nauseabundo que era identificable a la distancia, el olor metálico de la sangre, la sensación de miedo, el frío que estremeció su columna y el vaho de su respiración, sabía muy bien que le hacía a los traidores, sabía bien que la pena de muerte sería su castigo.

      Triored volvió el rostro hacia los sonidos de la noche, su larga capa protegiendo al bulto entre sus brazos, protegiéndolo de la noche, de la lluvia, de ese futuro atroz que le esperaba en ese reino que solo conocía la destrucción, la sangre y la maldad por los designios del nuevo rey sediento de un poder que jamás obtendría por sus propios méritos.

      Evadiendo cada obstáculo de su camino, corrió entre ramas secas buscando un lugar donde ocultar al niño, ese pequeño no tenía culpa alguna de los pecados de sus padres, bajó la mirada y lo vio, sus pequeños cabellos rubios, su pequeña y encantadora boca, y sobre todo esa mirada de colores, un ojo verde y otro azul, una característica de su especie, una señal de que era un Rey, un heredero al trono, el primer primogénito a gobernar el reino según sus leyes, pero no con el gran poder que evolucionaria con los años, no con ese poder lleno de vida y destrucción al mismo tiempo.

      Cruzó el bosque que hace siglos sus antepasados pisaron en medio de una guerra, en medio de una alianza, de una herencia maldita considerada la devastación de especies. El miedo no era una opción, pero el martillear de su corazón decía todo lo contrario, estaba traicionando a su gente, sus reglas, a su esposo y ésa era la única manera de poder salvar a un niño de sangre real.

      Golpeada por la noche, las ramas secas y los arbustos, no le importó sus rasguños, más solo tenía en mente salvar al pequeño que traía en brazos, salvar al único ser viviente del pecado del reino. Cuando pudo ver la luz de la luna iluminando su camino, tranquilizó a su agitado corazón, y sin miedo alguno tuvo las agallas para poder ordenar a su guardián que resguardara al niño, por más que se negaba a cumplir sus órdenes, lo obligó a acatarlas.

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