Sexo en la biblia. Juan Antonio Monroy
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Название: Sexo en la biblia

Автор: Juan Antonio Monroy

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

Серия:

isbn: 9788409060283

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СКАЧАТЬ del siglo V antes de Jesucristo, dice que los egipcios practicaban la circuncisión por razones higiénicas, aunque con el tiempo pudo adquirir carácter religioso. Otros habitantes de África y del occidente cristiano se someten a la circuncisión para acrecentar el placer sexual. Este animal llamado hombre no tiene freno ni tiene remedio. Ha conseguido silenciar la lengua, tranquilizar el corazón, pero desde Adán a nuestros días no ha logrado apartar el sexo de la mente ni del deseo.

      1. Origen bíblico de la circuncisión

      El origen bíblico de la circuncisión se encuentra en el capítulo 17 del Génesis:

      “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera”

      Génesis 17:1-2

      Este pacto, estable, universal y perpetuo conlleva un signo material y externo: la circuncisión:

      “Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros”

      Génesis 17:10-11

      La circuncisión debía efectuarse ocho días después del nacimiento del niño:

      “Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje”

      Génesis 17:12

      También los que carnalmente no descendieran de Abraham debían ser circuncidados. Omitir la circuncisión llevaba consigo el rompimiento del pacto y la exclusión religiosa del pueblo:

      “Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto”

      Génesis 17:13-14

      En el umbral de la tierra prometida Jehová ordena a Josué que lleve a cabo una circuncisión nacional. Para conocimiento de las generaciones futuras el propio Jehová explica al sucesor de Moisés los motivos de esta aparente extraña orden:

      “En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel. Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot. Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto. Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado”

      Josué 5:2-5

      2. Una trampa fallida

      El autor bíblico de los dos libros que llevan el título de Samuel da cuenta de una malvada propuesta del rey Saúl. Este primer rey de Israel envidiaba al joven David y estaba celoso de su popularidad. Le tendió una trampa. Prometió darle su hija Mical como esposa a cambio de que matara a cien filisteos y les cortara el prepucio. Con esta disparatada condición esperaba que David muriera en guerra contra los filisteos.

      “Y Saúl dijo: Decid así a David: El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos”

      1º Samuel 18:25

      La maquinación no dio resultado. David triunfó y cumplió con el doble de lo exigido.

      “Se levantó David y se fue con su gente, y mató a doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos y los entregó todos al rey, a fin de hacerse yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer”

      1º Samuel 18:27

      No puedo evitar que mi mente imagine una escena tan macabra. Doscientos filisteos muertos, tendidos en el campo de batalla y los soldados de David manipulando los penes sin vida y cortando el prepucio a cada uno de ellos. Una circuncisión de muerte. De muertos.

      3. Dos marranos

      Si a alguien molesta el substantivo que encabeza este apartado le ruego que siga leyendo. El nombre de marrano se daba a los judíos convertidos al cristianismo en aquella oscura España de Isabel y Fernando en el siglo XV, apoyados por la Inquisición, que ya existía desde el siglo XI. El mote ha quedado fijado para la persona que se porta con bajeza, como Simeón y Leví, hijos del patriarca Jacob.

      Esta es la historia.

      Jacob vive con su familia en Siquém, tierra de Canaán.

      Un día el príncipe de aquellas tierras se encuentra con la hermosa Dina, hija de Jacob, y la viola. Ocurrió lo que tantas veces a lo largo de la historia:

      “Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo , príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella”

      Génesis 34:2-3

      Cuando los hijos de Jacob regresan del campo y se enteran de lo ocurrido “se enojaron mucho. El joven violador y su padre piden reunirse con Jacob y sus hijos. Les presenta esta oferta:

      “Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer. Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras. Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión. Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis. Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis: y dadme la joven por mujer”

      Génesis 34:8-12

      Los hermanos de Dina, Simón y Leví, inventan una treta cargada de malicia.

      “Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón”

      Génesis 34:15

      Padre e hijo canaítas, más nobles que los hermanos hebreos, caen en el engaño. Con inocencia y candidez reúnen al pueblo e informan a los habitantes:

      “Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras. Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados”

      Génesis 34:21-22

      El pueblo acepta y son circuncidados “todos los varones que salían por la puerta de la ciudad”. A continuación tiene lugar la infamia:

      “Pero sucedió СКАЧАТЬ