Creación heroica. Guillermo Valdizán Guerrero
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Название: Creación heroica

Автор: Guillermo Valdizán Guerrero

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Reflexiones

isbn: 9789874771889

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СКАЧАТЬ y desarrollo implicaba el despojo de los rasgos identitarios de nuestras culturas locales.

      Ya entre fines de los setenta y comienzo de los ochenta del siglo pasado el concepto de cultura empieza a ser aceptado en el marco de los Estados nacionales latinoamericanos, pero desde una perspectiva instrumental. Es decir, ya no se veía a las “culturas tradicionales” como una traba sino que, por el contrario, se entendió que con la incorporación de elementos culturales locales podía afirmarse con mayor solidez el desarrollo económico a través de la industrialización por sustitución de importaciones, proveniente de la teoría de la dependencia, y el fortalecimiento de las instituciones políticas de la modernidad occidental. Sin embargo, este cambio también fue fruto de la acción de movimientos sociales y culturales que impulsaron el cambio político de los regímenes latinoamericanos durante y después de las dictaduras que asolaron la región en la segunda mitad del siglo XX. El resultado de estos cambios fueron las primeras medidas de gobierno orientadas a la relación entre cultura y cambio político, en la mayoría de los casos con un fuerte cuño nacionalista y desarrollista, por ejemplo, en países como México y Perú.

      En los años noventa del siglo pasado los protagonistas, debates y enfoques sobre las diversas producciones culturales y las políticas a ellas referidas se multiplicaron, incluso desbordando hacia otros campos de políticas públicas como la educación, el patrimonio, las políticas lingüísticas, la comunicación, entre otros. La cultura cobra centralidad en el debate, al nivel de la economía y la política. Así las políticas culturales empezaban a recorrer dos posiciones. Por un lado, convertirse en factor clave para el reimpulso de la acumulación capitalista (camino de la “Economía Naranja”, impulsado desde el Banco Interamericano de Desarrollo – BID); por el otro, articular dinámicas cooperativas, territoriales e innovadoras de producción ya existentes en las zonas más abandonadas por el modelo neoliberal de las últimas cuatro décadas. Ambos caminos estuvieron marcados por vertiginosos cambios a nivel global, los cuales revisaremos a continuación.

      De la emancipación humana al Buen vivir como horizonte civilizatorio

      En respuesta al proyecto capitalista-colonialista-patriarcal de las políticas culturales que han impulsado las clases dominantes desde los Estados nacionales latinoamericanos, se han desarrollado formas aún difusas y dispersas de organización social y económica, producciones culturales y políticas culturales bajo enfoques que han priorizado el territorio, la comunidad, la interculturalidad y el género. Estas formas se relacionan de manera complementaria y conflictiva con el mencionado proyecto hegemónico de las políticas culturales, estableciendo dinámicas gradaciones de tensión entre “producir/ser producido” y “continuidad/ruptura”. En este escenario se mantienen, renuevan y/o emergen sujetos políticos y culturales, basados en el impulso de otros proyectos civilizatorios. En la actualidad estos sujetos son una bisagra entre los procesos de emancipación humana del siglo XX y el cultivo de un horizonte de sentido de carácter civilizatorio y ecológico.

      Así, en el caso de América Latina, estos sujetos provienen de corrientes culturales y políticas que se han gestado en nuestra región y que han tenido repercusión mundial. Rápidamente podríamos mencionar al tronco civilizatorio de nuestros pueblos indígenas costeros, andinos, amazónicos y afrodescendientes con una vigencia y potencia renovada en la actualidad; movimientos políticos y espirituales de resistencia cultural ante la imposición colonialista, independentistas y republicanos; movimientos sindicales, campesinos e intelectuales de la primera mitad del siglo XX; movimientos articulados a la teología de la liberación, a la educación popular de Freire y el teatro del oprimido de Boal en la segunda mitad del siglo XX; movimientos de defensa de los derechos humanos ante las crueles dictaduras que asolaron nuestros países; movimientos migratorios que generaron transformaciones urbanas y parieron barrios populares; cultura viva comunitaria, feminismos, disidencias sexuales, entre muchos otros.

      Postulados culturales de la modernidad occidental

      Entre los elementos que aportan las experiencias históricas y políticas de estos sujetos podríamos resaltar una constante interpelación, directa o indirecta, de los principales postulados culturales que dieron forma a la modernidad occidental y, por ende, a la actual crisis civilizatoria que vivimos a escala global:

      • La visión antropocéntrica y colonialista del desarrollo y el progreso que, a través de la priorización del saber científico, convirtió en objetos a todos los seres vivientes del cosmos, cuya existencia solo tiene sentido en la satisfacción de las necesidades humanas, produciendo así el pilar cognoscitivo para la depredación de la Madre Tierra y sus bienes comunes. Este es el centro del pensamiento moderno sobre el que gravitan nuestras actuales producciones culturales y que se traduce en nuestra propia forma de ser y estar en el mundo, habiendo sido adoctrinados para separar las emociones de la razón, poniendo a esta última en la cima del podio civilizatorio. Ante ello nuestros pueblos responden desde el Buen Vivir y la producción de la alegría, fundadas en el trabajo gozoso de nuestras fiestas y carnavales, formas de organización social y producciones culturales.

      • La tradición teleológica judeo-cristiana es uno de los postulados que ha echado raíces más profundas y que también ha contribuido a la consolidación del proyecto de la modernidad, señalando al presente como un valle de lágrimas y sacrificios que hay que atravesar para alcanzar, en un futuro muy lejano, el paraíso. Este enfoque utopista y monoteísta de nuestra espiritualidad, consolidada a través de siglos, tiene uno de sus principales fundamentos en la separación entre el alma y el cuerpo, base de pautas disciplinarias sobre nuestros comportamientos éticos, sexuales y productivos. Esta tradición ha sido interpelada desde las prácticas y espiritualidades de horizonte antiutópico y celebratorio del cuerpo y sus entornos de nuestros pueblos indígenas, pero también desde el fortalecimiento de una cultura ciudadana laica, fuertemente impulsada por intelectuales, sindicalistas y feministas.

      • El capitalismo corporativo y globalizado en su versión neoliberal, no solo en su sentido económico sino en sus imperativos culturales, exacerbando el egoísmo como ética predominante y los modos de vivir consumistas basados en la acumulación infinita de bienes, donde el ser es degradado por el tener y el acumular. Desde un enfoque cultural podríamos referirnos a esta compulsiva mercantilización de las identidades y de los modos de vivir consumistas y competitivos como rasgos de un capitalismo cultural centrado en el deseo individual. Este orden social ha sido arduamente impugnado por todas las experiencias citadas, aunque con muchas contradicciones y dificultades para articular un proyecto radicalmente alternativo de otras formas de convivencia. Tras la caída de los socialismos realmente existentes y la autoafirmación de Fukuyama del “fin de la historia”, hemos pasado a una etapa de experimentación difusa, pero potencial.

      Con todos los aportes positivos que ha legado la modernidad occidental, aportes que en muchos casos reivindicamos, es necesario señalar que la exacerbación de sus tendencias generales nos ha llevado a una crisis civilizatoria que atenta contra la continuidad de la vida en el planeta. Los caminos alternativos a sus postulados requieren un arduo y complejo proceso de imaginación y articulación, donde nuestras producciones culturales y energías creadoras colectivas tienen un rol trascendental en tanto necesitamos cultivar otras formas de convivencia dentro de otro horizonte civilizatorio y ecológico. He ahí la principal responsabilidad de los sujetos mencionados en este momento histórico que podríamos denominar de intervalo СКАЧАТЬ