Neoliberalizando la naturaleza. Arturo Villavicencio
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Название: Neoliberalizando la naturaleza

Автор: Arturo Villavicencio

Издательство: Bookwire

Жанр: Математика

Серия: Ciencias Sociales

isbn: 9788432320217

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СКАЧАТЬ social, político, cultural y ambiental que, en definitiva, son reducidas a una métrica común. Se cuestiona en el presente trabajo el uso de herramientas, por más «sofisticadas» que parezcan, para analizar problemas que van más allá de los estrechos márgenes axiomáticos en el que se fundamentan estas herramientas. El tema sobre los métodos de valoración ambiental se cierra con una breve exposición sobre el enfoque de la ciencia post-normal, un marco conceptual que trasciende las viejas dicotomías entre hechos y valores, entre conocimiento e ignorancia, certeza e incertidumbre, para dar paso a un nuevo enfoque fundamentado en hipótesis de in­cer­tidumbre, control parcial y pluralidad de legítimas perspectivas.

      En el marco conceptual delineado en los capítulos anteriores, el capítulo V presenta una relectura de la Iniciativa Yasuní-ITT. Se argumenta en esta sección que la iniciativa tempranamente fue derivando hacia un esquema de protección de la naturaleza en cierto sentido alineado con los planteamientos y mecanismos de una conservación de tipo neoliberal. Se discute cómo alrededor de la propuesta fue configurándose peligrosamente un discurso sobre una visión de la conservación del parque subordinada a los vaivenes del mercado global del carbono y al mismo tiempo, de manera paradójica, se planteaban propuestas conservacionistas focalizadas en la intensificación de otras actividades extractivas como la bioprospección, el ecoturismo o la ecoforestería. El estudio sostiene, y quizá esta es una de las contribuciones relevantes del análisis, que estas actividades, a las que se suman otros usos no transformativos de la naturaleza, configuran una nueva fase de explotación intensiva de la naturaleza, una suerte de neoextractivismo, igualmente depredador y socialmente destructivo como las modalidades del extractivismo convencional.

      El capítulo VI trata sobre el ecoturismo, un tema que ha acaparado la atención de las esferas del gobierno, círculos empresariales, organismos de desarrollo, grupos ambientalistas y la academia. El ecoturismo adquiere una relevancia especial simplemente porque es presentado como una alternativa para un nuevo modelo de desarrollo llamado a sustituir el modelo de acumulación basado en la renta proveniente de la explotación de recursos no renovables como los minerales y el petróleo. La discusión sobre el tema está centrada en desvelar los mitos que se han creado alrededor del ecoturismo: el mito del desarrollo, el mito de la conservación y el mito de la inmaterialidad. La primera parte del capítulo pone de relieve la tendencia a magnificar los impactos del turismo como un factor dinamizador de la economía. La discusión admite que los efectos son parcialmente ciertos, pero requieren una dosis de realismo. La exposición muestra que una parte importante de los ingresos son acaparados por agentes económicos externos y no ingresan en los circuitos de las economías locales; el empleo generado es un empleo precario, requiere bajas cualificaciones, es de carácter estacional y el nivel de salarios es mínimo. Estas constataciones conducen a afirmar, y este es el mensaje del análisis, que para que el turismo tenga un impacto significativo a nivel macroeconómico necesariamente tiene que ser un turismo de masas. En este caso, como se insiste en la discusión, los efectos negativos a nivel social, ambiental y cultural exceden ampliamente cualquier potencial ganancia económica.

      El segundo tema abordado en el capítulo se refiere al ecoturismo como una estrategia de conservación de áreas naturales. Se cuestiona en esta parte aquel discurso, ampliamente difundido, que presenta el turismo, y el ecoturismo, en particular, como una ««industria sin chimenea» que no ocasiona o produce leves efectos sobre el ambiente. A partir de una amplia evidencia de análisis y referencias, la discusión muestra que el ecoturismo degrada la naturaleza y en muchos casos sus efectos pueden ser más nocivos que aquellos causados por el turismo convencional. Particular atención es dedicada a los efectos del turismo sobre el fenómeno de calentamiento global. El análisis pone en evidencia que, debido a la demanda de transporte aéreo, el turismo contribuye de manera significativa a las emisiones de gases de efecto invernadero y, por consiguiente, es un factor importante en la desestabilización del clima.

      Por último, la exposición se enfoca a los efectos sociales y culturales del ecoturismo, en particular sobre las poblaciones locales directamente involucradas en esta actividad. Esta sección discute los supuestos que conducen a crear una imagen del ecoturismo como una mercancía fetiche, es decir, una actividad descontextualizada de sus circunstancias sociales y ambientales; presentándolo como una actividad sin ningún costo social para las poblaciones y ambiental para los destinos turísticos. El argumento del ecoturismo como el mecanismo más idóneo para la protección y conservación de las culturas locales y un supuesto empoderamiento de las comunidades a través de su incorporación en emprendimientos capitalistas es ampliamente cuestionado.

      Una aclaración necesaria

      Señala D. Harvey que ha sido parte de la genialidad de la ideología neoliberal presentarse con una máscara benevolente, llena de palabras con sonidos cautivantes como libertad, elección, derechos, iniciativa privada, para esconder la sombría realidad de la restauración o reconstitución del crudo poder de una clase en las esferas locales, transnacionales, pero de manera particular, en los principales centros financieros del capitalismo global (2005: 119). Frente a esta dura constatación, al mismo tiempo podríamos preguntarnos, quienes criticamos y nos oponemos a esta ideología, si nosotros mismos no estaremos cayendo en la seducción de un mundo binario, simplista y hasta moralista, que contrapone justicia social, solidaridad y Estado de bienestar (todas con una connotación positiva) contra individualismo, mercados y propiedad privada (todas con una connotación negativa). En otras palabras, como lo advierte Bar­nett (2010), no estaremos acaso, mezclando ficción con realidad y bajo el riesgo de caer en lo que el filósofo Roy Bashkar (2010: 10) llama la «falacia epistemológica», es decir, la confusión de las propias ideas sobre la realidad con la realidad misma. Reconocemos que este riesgo es perfectamente plausible. Sin embargo, debemos aceptar que «el neoliberalismo ya no es el sueño de los economistas de Chicago o la pesadilla en la imaginación de los académicos de izquierda; este se ha transformado en el sentido común de nuestro tiempo» (Peck y Tickell, 2002: 381); «en un virus mental» (Beck 2008: 103). Es este virus el responsable de una dolorosa realidad que, en contraste con aquellos escenarios, tipo ganador-ganador, profusamente publicitados por los abogados del proyecto neoliberal, nos llevan a constatar una realidad diferente: una sociedad que ha acoplado su «progreso» a una continua e insostenible producción y acumulación de capital a través de la mano invisible del mercado, la mano visible del Estado y el vicio privado de la codicia material en nombre del beneficio público (Streeck, 2016: 1).

      [1] G. Monbiot, «The Great Impostors», The Guardian, 7 de agosto de 2012.

      [2] Todas las traducciones de los textos citados son del autor.

      [3] Discurso de Stanley Fink en una reunión de la comunidad financiera de Londres. Citado en Brockington y Duffy (2011: 1).

      I. EL PROYECTO NEOLIBERAL

      La ecología es subversiva porque cuestiona el imaginario capitalista que domina el planeta (Castoriadis, 2005: 237).

      El término neoliberalismo corre el riesgo en convertirse nada más que en un vehículo para que los académicos puedan criticar cosas que no son de su agrado en el mundo (Igoe y Brockington, 2007).

      «A lo largo del mundo los ecosistemas están en venta. La mercantilización de la naturaleza y su apropiación por un amplio grupo de actores, para una gama de usos –actuales, futuros y especulativos– y en nombre de la “sostenibilidad”, “conservación” o valores “verdes”, está acelerándose.» Con esta constatación empieza una influyente publicación (Fairhead, Leach y Scoones, 2013), coordinada por un grupo de influyentes sociólogos, antropólogos y ecologistas, sobre un fenómeno que se expande peligrosamente, como aquel de la monetización, capitalización y comercialización de los procesos ecológicos y bienes naturales. Señalan estos autores que una extraordinaria variedad de actores –fondos de pensiones y capitales СКАЧАТЬ