Proyecto fotográfico personal. Rosa Isabel Vázquez

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      ©Tania Benito, Paramnesia

      Tania Benito emplea la fotografía como un medio de expresión para crear y compartir su mundo interior. Genera momentos y crea historias en los que sus personajes, con vida propia, logran que los demás puedan percibir su punto de vista sobre las cosas. Tania se inspira en sus propias experiencias pero también en películas, libros, pinturas y canciones que le han producido alguna emoción. Su serie Paramnesia muestra su visión particular de la sociedad actual, en la que el consumismo, sumado al narcisismo, provoca que las personas estén cada vez más solas.

      Tarea propuesta 3

      Identifica lo que te motiva

      Haz una reflexión de carácter abierto acerca de aquello con lo que más te sientes conectado; identificando lo que te gusta, estás averiguando lo que te motiva. De alguna manera, este ejercicio te va a acercar a quién eres y, lo que es también muy importante, a quién quieres ser. Tener un objetivo definido hace que el camino se dibuje ante nosotros.

      Responde, por tanto, a estas preguntas, de la manera más sincera y libre posible. Las respuestas no tienen que deslumbrar a nadie, sólo las vas a ver tú; han de ser muy francas para que este ejercicio resulte útil:

      •¿Qué tipo o tipos de fotografías son las que más te gustan?

      •¿Cuáles son tus fotógrafos favoritos?

      •¿Con qué corrientes fotográficas conectas más?

      •¿Qué temáticas son las que más te interesan?

      •¿Qué intereses son los que más te atraen?

      Si tu cultura fotográfica es todavía muy básica y eso te dificulta responder a algunas de estas cuestiones, no te preocupes, extiéndete más en las preguntas que te resulten más accesibles. Sin embargo, te recomiendo intensamente que trabajes tu cultura visual, pues es algo fundamental para poder avanzar con tu propia fotografía. A lo largo de este libro, tendrás la oportunidad de conocer la obra de muchos fotógrafos.

      Recomendación 1

      Identifica tus referentes

      Al hilo de la pregunta del ejercicio anterior sobre quiénes son tus fotógrafos favoritos, te propongo la tarea de identificarlos y construir lo que llamamos la lista de referentes. Es una ocasión perfecta para tomar conciencia de quiénes son y analizar qué es lo que más te atrae de ellos.

      Nuestros referentes son aquellos autores que nos inspiran, con cuyo trabajo conectamos, aunque en ocasiones no sepamos la razón. Sus proyectos no tienen porqué tener nada que ver con los nuestros pero hay algo en ellos que nos seduce irremediablemente.

      Es interesante averiguar qué les motiva, cómo trabajan, cuáles son sus procesos, etc. Normalmente, el número de referentes que se tiene no es muy elevado pero es interesante que sean diversos y, sobre todo, que no nos centremos solamente en uno o dos; de lo contrario, podemos acercarnos peligrosamente a la imitación. No se trata de plagiar sino de alimentarnos de distintas referencias a partir de las cuales podamos crear algo nuestro. Por eso es tan importante tener una amplia cultura visual.

      Siempre les digo a mis alumnos que entiendan el listado de referentes como una habitación de paso con dos puertas, una para entrar y otra para salir. Habrá referentes que se instalen en esa habitación largas temporadas, quizá toda nuestra vida; otros entrarán y saldrán con más facilidad. Resulta sano que nuestros referentes varíen con el tiempo, eso significará que estamos evolucionando.

      La revisión de nuestro archivo

      No sólo nos reflejamos en los trabajos de otros, también lo hacemos en nuestras propias imágenes, por eso es tan importante revisar el archivo y tomar conciencia de los trabajos pasados para encontrar ideas claves sobre qué es lo que realmente nos interesa. Porque, igual que en ocasiones construimos una imagen de nosotros más próxima a lo que deberíamos ser que a lo que verdaderamente somos, también tendemos a edificar ideas sobre nuestras motivaciones, más cercanas a lo que creemos que nos debería motivar que a lo que nos mueve realmente.

      Tras El laberinto interior, el trabajo del que hablamos en el primer capítulo, empecé a querer alcanzar algo más trascendente que la simple toma de fotografías bonitas; fue un momento crucial en mi camino que estuvo cargado de dudas. La sensación estaba clara pero no tanto la dirección a tomar, por lo que mi aproximación al proyecto fue, como la de muchos fotógrafos, a través de una serie creada a partir de una revisión de mi propio archivo. Se trataba de una recopilación de imágenes, captadas en distintas épocas de mi vida, cuyo hilo conductor era muy simple: fotografías que me gustaban en ese momento. Así que se podría decir que el tema central de la serie era “Yo misma en este instante de mi propia historia”. No era muy profundo, pero me reveló algunos detalles importantes.