Название: Cómo prevenir y tratar las lesiones deportivas (Color)
Автор: Jordan D. Metzl
Издательство: Bookwire
Жанр: Медицина
Серия: Medicina Deportiva
isbn: 9788499109268
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Aunque en su mayoría se producen por un corte inadecuado de las uñas, los uñeros también son causados por diversos accidentes o por un uso constante de los pies, como en las carreras de fondo. También son causas posibles los tropezones y la caída de objetos pesados sobre los dedos del pie.
Es importante tratar los uñeros con rapidez. No hacerles caso sólo causará más dolor al correr, al cambiar de dirección o al saltar, actividades para las que los deportistas necesitan los pies. No obstante, la mayoría de los uñeros pueden curarse con los remedios caseros que aquí enumeramos.
SOLUCIÓN
• Productos sin receta médica. Muchos productos reblandecen la piel y la uña, y muchos contienen un agente antiinflamatorio y analgésico como mentol y aceite del árbol del té. Los productos del doctor Scholl son un ejemplo. Lee y sigue las indicaciones al pie de la letra y no emplees estos productos si tienes diabetes, problemas de circulación o una infección.
• Utiliza algodón. La solución definitiva es que la uña termine creciendo y sobresaliendo del dedo y los pliegues cutáneos laterales. Comienza por bañar el pie en agua caliente de 5 a 10 minutos para reblandecer la uña (añade una cucharadita de sal por cada medio litro de agua). Sécalo e inserta con cuidado un bastoncillo de algodón estéril bajo el borde de la uña. El algodón levantará la uña ligeramente para que crezca por delante de la piel dañada. Aplica un antiséptico en el algodón para evitar infecciones. Cambia el algodón a diario hasta que la uña haya crecido por delante de la zona afectada.
PREVENCIÓN
• Recorta las uñas con precisión. Nunca cortes las uñas demasiado cortas. Córtalas a ras con un cortaúñas bien afilado de corte recto. Nunca cortes una uña con forma ovalada que haga que el borde se curve y adentre en la piel de los lados.
• Calzado adecuado. El calzado muy apretado, sobre todo cuando comprime los dedos, influye en la aparición de uñeros. Al comprar zapatos, recuerda los consejos siguientes: Compra por la tarde, cuando los pies son más grandes, y lleva calcetines de deporte para conseguir un ajuste correcto. Si los uñeros son un problema crónico, lleva siempre que puedas zapatos de puntera ancha o puntera abierta.
• Olvida el corte en V. No te creas el cuento de la vieja de recortar una cuña en forma de V en medio del borde de la uña. La idea de que los lados crecerán hacia el centro sin tocar los costados de la piel es mentira. Todas las uñas crecen hacia fuera desde la base.
Si el dedo acaba infectándose, tendrás que acudir al médico. Los signos de infección son edema, enrojecimiento, dolor y calor al tacto. A veces se forman ampollas llenas de pus. Lo más probable es que el médico trate la infección con compresas humedecidas, eliminación de la piel infectada y consumo de antibióticos.
Dejar que un uñero se descontrole es querer tener problemas graves. Si tienes problemas de circulación, una uña infectada puede acabar en un caso de gangrena.
¿NECESITAS CIRUGÍA?
A veces los uñeros acaban en casos que requieren cirugía. En ocasiones se forma a lo largo del lateral de la uña una excrecencia hemorrágica –llamada bezo–. Este tejido blando inflamado puede ser muy sensible cuando se extiende por el surco ungueal. Los médicos tal vez corten una pequeña porción del uñero durante una intervención menor y prescribirán antibióticos para combatir la infección.
RODILLAS
Aquiles tenía problemas con los talones; el resto de los mortales tenemos problemas con las rodillas. Los deportistas se dañan las rodillas más que cualquier otra parte del cuerpo. Piensa en un deporte y lo más probable es que castigue las rodillas. Deportes de fondo: maratones y triatlones. Deportes explosivos: tenis, gimnasia rítmica. Deportes de contacto: rugby, lucha libre. Y nuestros deportes más populares, el fútbol y el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol. ¿Cuántas veces los sueños de un aspirante a deportista profesional se han visto truncados cuando un quarterback o un estupendo anotador se van al suelo con una rodilla hinchada? Cuando duelen las rodillas, uno siente miedo. Las rodillas dañadas también pueden comprometer la salud general, porque cuando no es posible estar de pie, somos propensos a engordar y perder la condición física. Encontrarás aquí toda la información que necesitas para descubrir lo que está mal y el modo de volver a la actividad.
Este hueso protege la cara anterior de la articulación de la rodilla o articulación femorotibial. La rótula es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo (sesamoideo significa que se localiza en su totalidad dentro de tendones, en este caso, el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano).
Este tendón, localizado debajo de la rótula, inserta dicho hueso en la tibia. Ayuda a extender la pierna para dar patadas y saltar, y es especialmente vulnerable a lesiones por uso excesivo, como tendinitis rotuliana (o «rodilla de saltador»).
Sobre el hueso de las articulaciones encontramos tejido liso y protector cuya función es que se mueva con fluidez. La rótula ayuda a proteger el cartílago articular dentro de la rodilla. Este cartílago no cuenta con irrigación, por lo que cuando sufre daños, se cura muy lentamente.
Cartílago con forma de media luna que almohadilla la rodilla entre el fémur y la tibia. Cada rodilla cuenta con un par de meniscos. Los frenazos repentinos y los cambios de dirección bruscos pueden rasgar los meniscos, si bien es posible tener un menisco roto sin sentir dolor ni síntomas de ningún tipo.
Grueso tendón que discurre por la cara externa de la cadera y desciende hasta la cara externa de la tibia cruzando en su camino dos articulaciones (coxofemoral y femorotibial). Además de controlar el ángulo de la pierna al correr, ayuda a sostener y estabilizar la rodilla. También se llama «banda iliotibial».
Son cuatro ligamentos que insertan el fémur en la tibia a la altura de la rodilla. Los ligamentos cruzados (anterior y posterior: LCA y LCP) se cruzan dentro de la rodilla. Los ligamentos colaterales (medial y lateral: LCM y LCL) discurren a ambos lados de la СКАЧАТЬ