Название: Un amor para recordar - El hombre soñado - Un extraño en mi vida
Автор: Teresa Southwick
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Omnibus Julia
isbn: 9788413751788
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Cal no dijo nada, pero a juzgar por su expresión, no parecía muy contento.
—¿No ibas a ir a comer, Rhonda? —preguntó mirándola de reojo—. Te recomiendo que lo hagas ahora que las cosas están calmadas. No hay nadie en la sala de espera, y no creo que eso dure mucho.
—De acuerdo. Enseguida vuelvo —dijo Rhonda levantándose de la silla.
Emily sintió su tensión y echó de menos la relación cálida que tenía antes con la mano derecha de Gal.
—Que disfrutes de la comida, Rhonda.
Su única respuesta fue asentir con la cabeza mientras se iba.
Emily miró a Cal. Aquel hombre conseguía, no se sabía cómo, que la bata azul pareciera una armadura de caballero andante en lugar de un pijama.
—¿Qué puedo hacer por ti? —le preguntó.
La mirada de Cal se oscureció durante un instante, como le había sucedido después de que se besaran.
—Es la tercera vez en diez días que viene un chico a urgencias con asma. Esta vez no le hemos ingresado.
—¿Cómo puedo ayudar?
El problema es que, cuando llega aquí, el ataque es tan grave que necesita intervención inmediata porque no ha utilizado medicinas con anterioridad. La familia ha perdido hace poco el seguro médico cuando echaron al padre de su trabajo en la construcción.
—¿Y qué necesita el niño?
—Aprender a manejar la situación. La familia ha comprendido que el mantenimiento médico es necesario para detener un episodio que puede terminar en hospitalización, lo que es muy traumático aparte de caro. El objetivo es minimizar o prevenir el riesgo de una lesión pulmonar permanente.
Emily se dio un golpecito en el labio con el dedo.
—Hay un programa de educación sobre el asma en la clínica a la que van Henry y Oscar. Lo dirige un pediatra especializado en pulmón.
Cal asintió.
—¿Cómo se llama?
—Nick Damien.
—He trabajado con él. Es bueno —Cal se quedó pensativo un instante—. ¿Tiene algún coste?
El trabajo de Emily consistía en conocer los programas y servicios que había en la comunidad para cubrir las necesidades de los pacientes cuando salían del hospital.
—Tanto el médico como el resto del personal donan su tiempo libre, y la clínica es gratis. Lo investigaré más a fondo y hablaré con los padres.
—Bien.
—De acuerdo entonces. Me pondré a ello —Emily se dio la vuelta, pero entonces sintió la mano de Cal en su brazo.
—Espera, Emily —le apartó la mano—. Ya que estás aquí, hay algo más que me gustaría que hicieras.
—Claro —parecía una colegiala nerviosa. Demasiado ansiosa. Como un cachorrillo deseando agradar. Había sido aquel maldito beso. La buena noticia era que no se había metido en la cama con él, como la primera vez que la besó. La mala noticia era que deseaba desesperadamente hacerlo.
Cal se cruzó de brazos y se apoyó contra el mostrador.
—Mira, ya sé que no te gusta la idea de mudarte a mi casa con Annie. Pero he estado pensando. ¿Qué te parece si yo…?
—Ni lo digas —lo interrumpió ella alzando la mano—. No puedes vivir con nosotras. ¿Qué clase de ejemplo sería ése para las chicas? Ni hablar.
—De acuerdo —Cal parpadeó—. En realidad iba a preguntarte qué te parecía si organizara la fiesta del primer cumpleaños de Annie. Una celebración familiar. En mi casa —observó su reacción durante un largo instante antes de añadir—. No deberías sentirte mal por pensar lo peor de mí.
—¿Por qué?
Cal le pasó un dedo por la mejilla caliente para demostrarle que no se le había escapado su sonrojo.
—Eso juega a mi favor. Cuando te sientes culpable por pensar mal, probablemente yo consiga lo que quería en primera instancia. Antes de decir que no, al menos piénsatelo.
Probablemente Cal tenía razón, porque tenía muchos motivos para sentirse culpable respecto a él. Pero no le resultaba fácil bajar la guardia.
—La verdad es que tenía pensado celebrar el primer cumpleaños de Annie con las chicas y sus hijos. Oscar y Henry no son familia de sangre, pero están muy cerca de ella.
—Lucy y Patty podrían venir con sus hijos —dijo Cal—. También me gustaría decírselo a mis padres. Y a mi hermano. Ya sé que seguramente no es una buena idea abrumar a Annie con todo el mundo a la vez, pero ya que he hecho progresos, he pensado que es un buen momento para que conozca a sus abuelos y al resto de la familia.
¿Sería eso divertido, se preguntó Emily? La jefa de enfermeras ya quería sacarle el corazón con una cuchara, y Emily no quería ni imaginarse qué pensarían los padres de Cal. Pero Annie debería conocer a toda su familia.
—Yo creo que…
—Escucha, Emily —dijo Cal con expresión irritada—, si quieres seguir encontrándole fallos a la idea, adelante. Me he perdido muchas cosas del primer año de Annie y también mis padres. Les gustaría conocer a su nieta.
—Ahora eres tú quien se ha adelantado. Estaba a punto de decir que es una buena idea. Annie tiene derecho a conocer a tu familia.
—De acuerdo entonces —asintió Cal.
—Bien. Será mejor que me lleves con la familia de tu paciente.
—Sí —Cal se puso en marcha—. ¿Tienes ya hora para hacerte el ultrasonido?
Ella asintió.
—Justo después del cumpleaños de Annie.
—Eso es en dos semanas. ¿No puedes hacértela antes?
—El departamento está saturado, y no puedo decir que lo lamente. Rebecca dijo que dos semanas no influirán en el resultado, sobre todo si es benigno, como ella sospecha. Si son malas noticias, prefiero no saberlo antes del gran día de Annie.
—De acuerdo —dijo él. Sus ojos oscuros reflejaban incertidumbre.
Siempre había querido arreglar las cosas, y Emily reconoció aquel impulso en su expresión. Parecía como si a Cal le importara de verdad, y seguramente fuera así, pero sólo porque era la madre de su hija. Oh, cómo deseaba que también fuera por ella. Pero tenía que aceptar aquel sentimiento y dejar de desear más de lo que tenía derecho a esperar de СКАЧАТЬ