Burlar al Diablo. Napoleon Hill
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Название: Burlar al Diablo

Автор: Napoleon Hill

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия:

isbn: 9786074576535

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СКАЧАТЬ de la fe que está ahora a cargo de tu cuerpo, no hace milagros ni trabaja en oposición a cualquier Ley de la Naturaleza. Mientras esté a cargo de tu cuerpo, te guiará cada vez que lo invoques a través de los pensamientos que implantará en tu mente, para llevar a cabo tus planes a través del medio natural más lógico y conveniente que esté disponible”.

      “Sobre todo mantén esto fijo en tu mente, que tu otro yo no hará el trabajo por ti, sólo te guiará de manera inteligente para que alcances por ti mismo tus objetivos”.

      Nota de Sharon: ¿serás guiado por la fe? ¿O permitirás que el miedo te domine?

      “Este otro yo te ayudará a convertir tus planes en realidad. Además, debes saber que esto siempre empieza con tu deseo más vehemente. En este momento, tu mayor deseo ––aquel que te trajo hasta aquí–– es publicar y distribuir los resultados de tu investigación sobre las causas del éxito y del fracaso. Calcula que necesitarás aproximadamente veinticinco mil dólares.

      “Entre tus conocidos hay un hombre que te proporcionará este capital necesario. Comienza, de inmediato, a recordar los nombres de todas las personas que conoces y que tienes alguna razón para creer que podrían ser convencidos para proporcionar la ayuda financiera que requieres.

      “Cuando el nombre de esa persona surja en tu mente, lo reconocerás de inmediato. Comunícate con esa persona y la ayuda que buscas te será dada. Sin embargo, de acuerdo con tu metodología, presenta tu solicitud tal y como lo harías en el proceso general de una transacción mercantil. No hagas ninguna referencia a este conocimiento que has tenido de tu otro yo. Si faltas a estas instrucciones te toparás con el fracaso temporal”.

      “Tu otro yo seguirá a cargo y continuará dirigiéndote mientras confíes en él. Mantén fuera de tu mente el miedo y la preocupación y todos los pensamientos de limitación”.

      “Eso será todo por el momento. Ahora comenzarás a moverte a voluntad, precisamente como lo hacías antes de descubrir tu otro yo. Físicamente eres el mismo que has sido siempre; por lo tanto, nadie reconocerá que se ha llevado a cabo un cambio en ti”.

      Observé la habitación, parpadeé y, para asegurarme de que no estaba soñando, me levanté y caminé hasta un espejo para observarme de cerca. La expresión en mi rostro había cambiado de una expresión de duda a una de valor y fe. Ya no había ninguna duda en mi mente de que mi cuerpo físico estaba a cargo de una influencia muy distinta a la que había sido depuesta dos noches antes, mientras caminaba alrededor de esa escuela en Virginia Occidental.

      Nota de Sharon: aquí, al editar el manuscrito, he terminado el capítulo en uno de los momentos más decisivos en la vida del autor. ¿Alguna vez has pasado por un cambio de vida como la que Hill ha descrito? También podría ser descrito, en términos religiosos, como una conversión. Otros simplemente lo llamarían un llamado a despertar o una palmada en el hombro o, más apasionadamente, como una bofetada.

      Capítulo II · Se me revela un mundo nuevo

      Obviamente había pasado por un nuevo nacimiento mediante el cual había sido separado de toda forma de miedo. Ahora tenía un valor que no había tenido antes. A pesar del hecho de que no sabía aún cómo hacerlo o a partir de qué fuente, sería capaz de obtener los fondos necesarios que estaba buscando. Tenía tal fe de que el dinero estaba próximo, que ya lo veía en mi posesión.

      En muy pocas ocasiones en mi vida he experimentado esa fe. Era un sentimiento indescriptible. No hay palabras en ningún idioma para describir un hecho que todo aquel que haya pasado por una experiencia parecida podría fácilmente confirmar.

      Me dispuse a seguir de inmediato las instrucciones que había recibido. Todos los sentimientos respecto a una misión imposible habían desaparecido. Uno a uno comencé a recordar los nombres de todos mis conocidos que podrían proporcionarme los veinticinco mil dólares que necesitaba, comenzando por el nombre de Henry Ford y recorriendo toda una lista de más de trescientas personas. Mi otro yo simplemente dijo: “Sigue buscando”.

      La hora más oscura es justo antes del amanecer

      Sin embargo, había llegado al final de mi cuerda. Toda la lista de mis conocidos se había agotado y, con ella, también mi resistencia física. Había estado trabajando, concentrando mi mente en esa lista de nombres durante la mayor parte de dos días y dos noches, deteniéndome lo suficiente para dormir unas cuantas horas.

      Me recargué en mi sillón, cerré los ojos y dormité por algunos minutos. Me despertó algo parecido a una explosión en la habitación. Al recuperar la conciencia, el nombre de Albert L. Pelton vino a mi mente... y con él un plan que supe que sería el plan a través del cual lograría convencer al señor Pelton de que publicara mis libros. Recordaba al señor Pelton sólo como un anunciante en la revista The Golden Rule, que yo había publicado antes.

      Nota de Sharon: causas una impresión en todo aquel que conoces. Nunca sabes cuándo un conocido se puede convertir en un socio comercial. Existe un enorme poder en tus vínculos.

      Solicité una máquina de escribir, dirigí una carta al señor Pelton, en Meriden, Connecticut, y describí el plan justo como me había sido entregado. Él respondió a mi telegrama diciendo que estaría al Filadelfia para verme al día siguiente.

      Cuando llegó, le mostré los manuscritos originales de mi ideología y le expliqué brevemente lo que yo pensaba que era la misión. Recorrió las páginas durante algunos minutos, de pronto se detuvo, fijó su mirada en la pared por algunos segundos, y dijo: “Publicaré tus libros”. El contrato fue firmado, se me otorgó un pago substancial por derechos de autor, los manuscritos le fueron entregados y él los llevó consigo a Meriden.

      No le pregunté entonces qué le hizo decidirse a publicar mis libros antes de haber leído los manuscritos; pero sé que él proporcionó el capital necesario, imprimió los libros y me apoyó para vender miles de colecciones a sus propios clientes localizados en prácticamente todos los países de habla inglesa en el mundo.

      Mi primer cheque de regalías por la venta de mis libros fue por ochocientos cincuenta dólares. Mientras abría el sobre donde éste venía mi otro yo dijo: “¡Tu única limitación es aquella que tú mismo implantas en tu mente!”.

      Nota de Sharon: “¡Tu única limitación es aquella que tú mismo implantas en tu mente!”. ¿Acaso esta afirmación te suena como verdad tal y como me suena a mí? Ha habido tantas veces en que he sido mi peor enemiga y me saboteé a mí misma por falta de confianza. Hill desea que todos descubramos nuestro otro yo, de modo que cada uno logremos alcanzar nuestro máximo potencial.

      No estoy seguro de comprender lo que es este otro yo; pero sí sé que no puede haber un fracaso permanente para aquel hombre o mujer que lo descubre y confía en él.

      Un día después de que el señor Pelton vino a verme a Filadelfia, mi otro yo me presentó una idea que resolvió mi problema financiero inmediato. En mi mente surgió la idea de que los métodos para vender automóviles debían sufrir un cambio drástico y que los vendedores del futuro en este campo tendrían que aprender a vender automóviles, en lugar de servir simplemente como compradores de autos usados, como casi todos ellos lo hacían entonces.

      También me surgió la idea de que los jóvenes que acababan de graduarse de la Universidad y quienes, por lo tanto, no sabían nada sobre los viejos trucos en el mercado de automóviles, serían el material a partir del cual esta nueva generación de vendedores podría desarrollarse.

      La idea era tan clara e impresionante, que de inmediato llamé de larga distancia al gerente de ventas СКАЧАТЬ