Geopolítica latinoamericana. Varios autores
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Название: Geopolítica latinoamericana

Автор: Varios autores

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

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isbn: 9789587903973

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СКАЧАТЬ del siglo XIX el autor sueco acuñó el término “geopolítica”. Rivarola (2011) enfatiza que en el modelo de Kjellen, la geopolítica no era una dimensión aislada, sino uno de varios ámbitos de la “ciencia de Estado”. Entre otros, estaba la economía política. Para Kjellen la “geopolítica está asociada con temas de desarrollo y transformaciones del sistema internacional” (Rivarola, 2011, p. 849). Asimismo, el concepto de Lebensraum (espacio vital), desarrollado a partir de finales del siglo XIX y plasmado, en 1901, en obra con el mismo nombre1, por el alemán Friedrich Ratzel, fue determinante en el desarrollo de los estudios de la geopolítica.

      La idea de que el concepto de Lebensraum se basaba en la noción de que el Estado era un organismo viviente que seguiría leyes predeterminadas, permitiendo llegar a verdades objetivas llevó a una geopolítica clásica estática con rasgos racializados, mediante la cual emergía la formación de espacios civilizatorios que dividían los pueblos entre los que eran “vigorosos” (dignos de expandirse) y otros “moribundos” (pasibles de ser anexados). La geopolítica pasó entonces a ser considerada como el estudio de la “absorción” de los segundos por los primeros. Según Smith (1980), para Ratzel “La forma por la cual el Estado o una entera cultura tomaban forma [es] en la relación con el Lebensraum y la lucha por él”2. A su vez, Cairo Carou y Lois (2014, p. 46) enfatizan que la obra de Ratzel “constituye, quiéralo él o no, una justificación política de la expansión de los Estados a costa de sus vecinos más pequeños o más débiles”. Esto fomentó en el imperio alemán (1871-1918) la creencia de que no solo había países europeos supuestamente más débiles, tales como Portugal y España, sino que también serían legítimas las reivindicaciones germánicas respecto a sus colonias3. En sus fronteras orientales, se argumentaba también que el imperio podía expandirse a expensas de pueblos como los eslavos, “redistribuyendo” sus tierras por campesinos germánicos.

      Para Agnew (2005, p. 105) “El dominio geográfico de Europa se transformó de una región físico-geográfica a una región cultural: lo que ocurrió cuando la Iglesia cristiana abandonó sus pretensiones de universalidad y definió una cristiandad circunscrita de una manera mucho más limitada”. En esta línea de ideas, el autor argumenta que “El porvenir de los subdesarrollados estaba en repetir lo que Europa había hecho” (p. 52).

      En la presente obra, buscaremos analizar diferentes aspectos de las visiones sobre las dinámicas de la política mundial desde los espacios latinoamericanos bajo el enfoque de la geopolítica crítica. Pero antes de ahondar en la justificación del porqué del enfoque escogido, pasamos a mencionar trabajos que, sin que necesariamente todos tengan directa articulación con este, contribuyeron a ampliarlo.

      En los trabajos de Andrés Rivarola, por ejemplo, se están abriendo perspectivas geopolíticas novedosas sobre/desde América Latina que combinan conceptos más clásicos, como los de Kjellen y Ratzel, con novedosas nociones sobre “visiones geopolíticas”. Por ejemplo, el autor menciona, por un lado, la importancia de que Kjellen haya centrado su atención en fuerzas suramericanas, como enfrentándose en términos de visiones geopolíticas a la expansión norteamericana, al igual que la aplicación de la noción de core state que llevaron a la creación del concepto de “Suramérica” como entidad única. A su vez, como afirma Huertas (2014) en el siglo XIX hombres como Francisco Bilbao (1823-1865) vieron a Estados Unidos como un factor negativo en la parte sur de América, designando a los norteamericanos como “bárbaros del norte” (p. 113). Consideramos que a partir de estos estudios podemos ir más allá y sobrepasar nociones binarias, mediante las cuales el Yo y el Otro pueden ser, más bien, analizados en un proceso de hibridación y relacionalidad de aportes conceptuales relevantes a la geopolítica desde los espacios latinoamericanos.

      Slabodsky (2014) considera que la hibridad es la categoría más relevante del poscolonialismo para describir proyectos intelectuales contestatarios. Sin embargo, esta categoría, como destaca el autor, no necesariamente interpreta conceptualmente, de forma rigurosa, las contra-narrativas. Centrándose en autores que re-interpretaron, sobre todo, el poscolonialismo francófono, enfatiza las limitaciones y la complejidad de la conceptualización de hibridad. Da el ejemplo de Memmi (¿judío?, ¿africano?, ¿árabe magrebí?, entre otros), quien haciendo parte de una élite colonizada, se encuentra en una posición ambigua: ¿apoyar la liberación tunecina o privilegiar la emancipación judía? El caso de Mignolo también es ilustrativo, según Slabodsky (2014, p. 151): latinoamericano educado en Francia, “elaboró su categoría de pensamiento fronterizo, combinando definiciones previas elaboradas por teóricos literarios francófonos e hispanohablantes”.

      Rivarola (2011) enfatiza en la necesidad de estudiar la divergencia de “visiones geopolíticas” y la “conciencia geográfica” desde América Latina para explicar las iniciativas y dificultades en los procesos de integración de América del Sur. Asimismo, destaca que hay una “geopolítica de la integración” latinoamericana que tiene raíces profundas en la “conciencia” geográfica” del subcontinente. Para este autor, el pensamiento geopolítico latinoamericano debe ser estudiado con su práctica.

      Es relevante destacar que los nuevos enfoques a la geopolítica deben mucho a los aportes de estudios como el Orientalism de Edward Said (1978), obra que llamó la atención para la producción de un imaginario geográfico que se basa en una división entre el Occidente y el Oriente. El no-occidental Otro sufre preconceptos desde el Occidente lo cual, según Simon Dalby (2008) se articula con “densas producciones sobre el peligro, racionalizaciones de la intervención y las lógicas de las políticas exteriores del Occidente” (p. 1).

      Desde los estudios del pensamiento decolonial son valiosos los aportes de Walter Mignolo para analizar, bajo nuevas perspectivas geopolíticas, a “América Latina”. Con Mignolo, se llama la atención para que “La ‘idea’ de América” y de “América Latina” nació y se ha mantenido en el campo de las fuerzas en que el conocimiento y la riqueza se distribuyen de manera desigual, donde la diferencia colonial fue silenciada por la celebración, con bombos y platillos, de las diferencias culturales” (Mignolo, 2007, p. 68)4. A su vez, el sociólogo Aníbal Quijano (2008, p. 3), desarrolló el argumento que “América Latina fue el espacio original y el tiempo inaugural de un nuevo patrón de poder, históricamente específico, cuya colonialidad es su característica”, abogando que “Nos hemos acostumbrado a decir que Europa occidental vino a América [pero] América no había y Europa occidental tampoco”. Es decir, América, América Latina o Europa occidental son constructos.

      El filósofo colombiano Santiago Castro-Gómez, influenciado por autores tales como Michel Foucault o Norbert Elias, afirma que en América Latina fueron excluidos del “proyecto de modernidad” los analfabetos, los afrodescendientes, los esclavos, los indios, entre otros. Afirma así, “Para ser civilizados, para entrar en la modernidad, para volverse ciudadanos colombianos, brasileños o venezolanos, los individuos no solamente tenían que comportarse de modo debido y saber leer y escribir, pero también adaptar su lenguaje a una serie de normas” (Castro-Gómez, СКАЧАТЬ