Reflexiones sobre el sistema financiero chileno. Enrique Marshall Rivera
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СКАЧАТЬ aprovechar esta oportunidad para referirme a las principales tendencias que orientan la regulación y supervisión bancaria en nuestro país.

      El objetivo de un sistema de regulación y supervisión bancaria es preservar la estabilidad y brindar protección a los depositantes. Ello no implica reducir a cero la probabilidad de fracaso de cada una de las instituciones bancarias. Los riesgos bancarios no se pueden eliminar. Solo se pueden acotar, reducir o mitigar. Por ello, la regulación debe contemplar mecanismos o fórmulas para solucionar ordenadamente los problemas que puedan enfrentar las instituciones.

      Es importante señalar, al mismo tiempo que, la estabilidad no es un objetivo absoluto. Este debe ser compatibilizado con otros igualmente importantes como la eficiencia, la innovación y la competencia entre las instituciones que conforman el sistema financiero.

      Las tendencias que voy a mencionar responden en buena medida a nuestra realidad, al camino que hemos recorrido y al que tenemos aún por delante, pero recogen también las recomendaciones internacionales emanadas de instituciones como el Comité de Basilea y otras que se ocupan de estas materias.

      La primera tendencia se refiere al fortalecimiento de la regulación prudencial, que es aquella orientada a prevenir las crisis. En nuestro país, hemos dado recientemente un paso importante en esta dirección. La Superintendencia ha emitido una nueva normativa en materia de clasificación de cartera y constitución de provisiones. Lo que hemos hecho es dejar atrás un sistema bastante rígido, muy anclado en la crisis financiera que vivimos en los años ochenta. Se ha introducido una normativa mucho más flexible, que sitúa bien la responsabilidad donde debe estar, esto es, en las propias instituciones financieras.

      Una segunda tendencia es la focalización de la supervisión en la gestión de los riesgos. Tradicionalmente, la supervisión bancaria estuvo referida a la verificación del cumplimiento de disposiciones formales. Esta era y sigue siendo una fiscalización importante, pero por su propia naturaleza no permite anticipar la ocurrencia de problemas, más bien los verifica con posterioridad.

      El modelo de supervisión que aplicamos en nuestro país, ha desplazado su foco a la gestión de los riesgos. La Superintendencia evalúa la gestión en cada institución y propone acciones correctivas cuando son necesarias. Bajo este modelo de supervisión, el cumplimiento de la normativa es solo uno de múltiples antecedentes que se tienen en cuenta para la evaluación integral de la gestión.

      Una tercera tendencia es el otorgamiento de flexibilidad para la gestión comercial. En el pasado, con relativa frecuencia, la regulación fue más allá de lo estrictamente necesario por razones prudenciales. Se establecieron prohibiciones, restricciones o limitaciones, que resultan innecesarias y costosas. La tendencia moderna apunta a despejar la normativa de todo lo que no tiene un carácter preventivo y a dejar suficiente espacio para que las instituciones realicen adecuadamente su gestión comercial. Con ello se favorece el desarrollo y la innovación financiera.

      Una cuarta tendencia es el fortalecimiento de los gobiernos corporativos. El tema de la gobernabilidad ha adquirido un creciente interés e importancia en el último tiempo, especialmente después de los escándalos contables y financieros ocurridos en los países industrializados. A la luz de la experiencia acumulada, la SBIF emitió el año pasado una nueva normativa sobre el funcionamiento de los comités de auditoría en las instituciones supervisadas, en concordancia con prácticas internacionales y con las normas contenidas en la Ley de Mercado de Valores. En esta misma línea, hemos impulsado acciones para que los directorios asuman grados crecientes de responsabilidad en una serie de materias.

      Una quinta tendencia consiste en impulsar la transparencia y la disciplina de mercado. El objetivo perseguido es reforzar la vigilancia privada, la que ejerce el propio mercado, complementando la supervisión oficial. Los actores que están en condiciones de ejercer efectivamente vigilancia privada son los inversionistas institucionales, los bancos internacionales con posiciones acreedoras, y los clientes de mayor tamaño no cubiertos explícitamente por la garantía del Estado para los depósitos. Todos ellos están calificados para procesar la información que proporcionan las entidades bancarias y evaluar sus riesgos.

      En nuestro país, esta vigilancia de mercado se ha ido fortaleciendo a través del tiempo. En esa perspectiva, hemos iniciado un proyecto que busca la convergencia de las normas contables locales a estándares internacionales. Este proyecto facilitará la aplicación de las recomendaciones de transparencia contenidas en el nuevo acuerdo de capital.

      La sexta tendencia se refiere al perfeccionamiento de la transparencia frente a los clientes, las prácticas comerciales y la protección de los clientes pequeños. Este es un tema de preocupación nuevo entre nosotros. Se relaciona directamente con la incorporación de nuevos segmentos de la población a los servicios financieros y con la creciente importancia asignada a los derechos de los consumidores.

      En varios países, estos temas están entregados a una autoridad especializada, distinta de la bancaria. En otros países, estas materias están asignadas al mismo supervisor prudencial. En Chile, la Superintendencia, en el marco de su mandato legal, ha incorporado gradualmente estos temas a su agenda de trabajo.

      Antes de finalizar me gustaría hacer una reflexión sobre la auto-regulación. ¿Existe espacio para la auto-regulación en este sector? ¿Es conveniente avanzar en esa dirección?

      La banca es un sector regulado y lo seguirá siendo. En ese sentido, la completa auto-regulación no está planteada. Pero también es importante reconocer que no todo puede ser regulado ni supervisado hasta en sus más mínimos detalles. En muchas áreas, una buena auto-regulación puede brindar una mejor solución que una regulación impuesta por la autoridad.

      Ponencia en Seminario “Apoyo a la Gestión

      Contable y Financiera de la Pyme” organizado

      por el Instituto Guillermo Subercaseux en 2004.

      Acceso a los servicios bancarios para las pymes

      Para la SBIF es muy grato participar en este seminario junto con dirigentes representativos del mundo de las micro, pequeñas y medianas empresas que, como sabemos, son cientos de miles a lo largo de todo el país.

      El tema que nos convoca es el del acceso a los servicios financieros por parte de este importante segmento de empresas. Este es un objetivo prioritario para las políticas públicas. El sistema financiero está para servir al conjunto de las empresas del país, sin discriminaciones ni exclusiones.

      En esa perspectiva, la SBIF se ha involucrado activamente y ha desplegado esfuerzos para avanzar en el logro de ese objetivo. Por cierto, lo hemos hecho en el marco de nuestro mandato que tiene que ver con la estabilidad y el buen funcionamiento del sistema. Pero no son pocas las cosas que hemos hecho.

      Por de pronto hemos elaborado un diagnóstico. Hemos hecho un levantamiento del universo de las empresas con que opera actualmente con el sistema financiero, clasificadas según tamaño. En ese universo de empresas clientes, se identifican 400 mil microempresas, 100 mil pequeñas empresas y 25 mil medianas empresas. Estas empresas, conocidas como mipymes, representan el 98% del universo empresarial del país. Las cifras son significativas.

      Sin embargo, nuestro diagnóstico nos indica que el acceso de las mipymes a los servicios dista bastante de ser satisfactorio y, por lo tanto, debe ser perfeccionado a través de varias líneas de acción.

      La primera es seguir avanzando en mejoras de eficiencia y reducciones de costo. La industria puede exhibir progresos importantes en esta materia en los últimos años, pero existen espacios para nuevas mejoras. La banca electrónica y los medios de pagos no tradicionales pueden aportar mucho en esa línea. En estas materias estamos mejor que nuestros СКАЧАТЬ