Iglesia combativa. Thom Rainer
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Название: Iglesia combativa

Автор: Thom Rainer

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

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isbn: 9781646910953

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СКАЧАТЬ a 130 en los diez años anteriores. Supongo que pensé que podía ir y dirigir un cambio radical. Nunca había servido como pastor principal de una iglesia, siempre en otro puesto del personal. Y era lo suficientemente arrogante para creer que podía hacer las cosas mucho mejor que los pastores bajo los cuales había servido y que todos los pastores que me habían precedido en mi iglesia”.

      Hizo una pausa. “Pero estaba equivocado”, admitió Fred. “Totalmente equivocado”.

      La iglesia tuvo un pequeño aumento de asistencia en casi seis meses, luego retomó su patrón de descenso.

      ¿Y cómo respondió Fred?

      “Excusas”, dijo categóricamente. “Un montón de excusas”.

      Comenzó a reflexionar en las excusas. “No podía competir con las iglesias más grandes. Esa fue mi primera excusa. Seguro, tenían más programas que ofrecer de los que nosotros teníamos. Escuché eso específicamente de miembros que se habían ido. Se fueron donde estaba la acción”. Continuó, “mi siguiente excusa fue mi vecindario”.

      Estaba en una transición en dos sentidos. Primero, mayormente había habido una transición a familias con menor ingreso que los miembros de la iglesia. Casi todos lo que asistían conducían varias millas para llegar a la iglesia. En segundo lugar, algunos de las casas se estaban vendiendo a familias de mayores ingresos que las estaban remodelando. Más tarde aprendería que el nombre de esa transición se llama gentrificación”.

      De modo que la iglesia de Fred había visto a los residentes de bajos ingresos mudarse al vecindario por varios años. Luego una nueva tendencia se desarrolló en la que los residentes de mayores posibilidades estaban poblando el área. “Está bien”, afirmó, “Tenía excusas por ambos lados. Al principio, no podía alcanzar a los residentes de bajos recursos, luego no podía alcanzar a los de altos recursos. Me estaba haciendo la víctima del síndrome de Ricitos de Oro. No tenía oportunidad a menos que el ingreso de los residentes fuera ‘el correcto’”. La iglesia ahora ya está en un camino saludable. Sí, la congregación todavía tiene desafíos, pero la trayectoria es muy alentadora. Preguntamos a Fred qué fue lo que precipitó el cambio radical.

      “Dios simplemente me despertó”, respondió. “En mi tiempo de oración, comencé a darme cuenta que estaba apoyado en excusas en vez de apoyarme en Dios. Él puso a mi iglesia en esta ubicación por una razón. Me puso aquí por una razón. Decidí tomar la responsabilidad del liderazgo que Dios me dio. Decidí liberarme de las excusas. Mi nueva actitud fue el principio del cambio radical”.

      En efecto. Ese fue el inicio del cambio radical.

      TRANSICIÓN 2: DE OBSTáCULOS A ALIADOS

      Dirigir una iglesia sería mucho más fácil si no tuviéramos que tratar con la gente.

      Ese enunciado es trillado, pero es verdad. Tratar con la gente es un asunto complicado.

      No solamente tenemos que tratar con gente en las iglesias, tenemos que dirigirlos y amarlos. Es la parte de amarlos la que puede ser realmente difícil.

      Los miembros de la iglesia pueden ser críticos. Pueden ser bravucones. Pueden ser no confiables. Pueden ser volubles.

      Para ser justos, esos miembros de la iglesia son más la excepción que la regla; pero no se necesitan muchos miembros difíciles para complicar nuestro ministerio. El apóstol Pablo nos dijo cómo responder a los miembros de la iglesia difíciles, ya que estaba tratando con los miembros de la iglesia de Corinto. Justo después de darnos una bella metáfora de que los miembros de la iglesia son como los miembros del cuerpo (1 Co. 12), escribe estas palabras para recordarnos cómo debemos tratarnos unos a otros.

      El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor.

      (1 Co. 13:4–5)

      ¿Lo capta? Debemos amar a los miembros de la iglesia sin condición. Ellos no son nuestros obstáculos. Deberían ser nuestros aliados.

      Patrick sirve como pastor en Oklahoma. Le llevó un buen tiempo entender que Dios nos dio a los miembros de nuestras iglesias por una razón. Son miembros del cuerpo de Cristo. Deben ser nuestros aliados, y debemos amarlos.

      “Cuando me di cuenta de que Dios dio a nuestra iglesia los miembros que tenía por una razón”, dijo, “cambió mi perspectiva. Comencé a pedirles que me contaran sus historias. Les pregunté por sus sueños para la iglesia”. Patrick miró hacia delante por un momento, profundamente pensativo. Continuó: “Esa fue la clave de nuestra transición, creo. Dios me dio un nuevo corazón para nuestros miembros. Ya no eran mis obstáculos. Eran parte del sueño de la iglesia. Nuestra iglesia comenzó realmente a soñar otra vez”.

      TRANSICIÓN 3: DE LAS LIMITACIONES A LA ABUNDANCIA

      Su iglesia tiene todo lo que necesita. En realidad. Déjeme ponerlo de otra forma. Dios le ha dado a su iglesia todos los recursos que necesita para avanzar.

      Usted tiene suficiente dinero.

      Usted tiene suficientes personas.

      Usted tiene instalaciones adecuadas.

      Usted tiene suficientes personas que alcanzar.

      Usted tiene la gente de la edad correcta en su iglesia. No sirve absolutamente de nada quejarse de que no tiene suficientes recursos. No sirve de nada imaginar cuán fácil sería o qué mejor iglesia sería si solo tuviera algo más. Una mentalidad de limitaciones crea una limitación en su liderazgo.

      Usted conoce este versículo, ¿no es así? “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Fil. 4:19). Claro que lo conoce. ¿Pero lo cree para la iglesia que dirige? Su iglesia tiene todo lo que Dios dice que necesita para avanzar. Usted tiene todo lo que necesita para liderar. Sea un líder que realmente cree en la abundancia de Dios en vez de creer en sus limitaciones percibidas.

      TRANSICIÓN 4: DE LA DESESPERACIÓN AL GOZO

      “Entré al ministerio vocacional con algo de ingenuidad”, nos dijo Marcus, pero tenía mucho gozo. Estaba realmente emocionado de servir a la iglesia de Dios. No sé exactamente cuándo comencé a renunciar a mi gozo por las circunstancias de la vida, pero sé que sucedió. Dejé que el punto débil de la vida de la iglesia me abatiera. La mayoría de las veces me enfoqué en lo negativo. ¡Mi perspectiva completa y mi actitud apestaban!

      Marcus recuerda específicamente su cambio de actitud. Estaba estudiando el libro de Filipenses y leyó estas palabras en Filipenses 4:4,8: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!... Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

      “Me golpeó como una tonelada de tabiques”, exclamó Marcus, “Estaba pensando en las cosas equivocadas. Me estaba enfocando en lo negativo en vez de en lo que Dios quería que pensara. Ese fue un cambio importante de actitud para mí. Fue sorprendente observar a la iglesia seguir mi ejemplo con una actitud similar de gozo”.

      Escuchamos como las de Marcus una y otra vez: “Ese fue un cambio СКАЧАТЬ