Название: Dirección empresarial
Автор: Alejandro Moreno
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная деловая литература
isbn: 9789581205608
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Liderar con prudencia y creatividad moral
Las empresas en gran medida son un reflejo de su fundador o director, de modo que es importante la prudencia dentro del liderazgo, en especial cuando se buscan soluciones no utilitarias. Muchas veces se entiende la prudencia como cautela o inacción, sin embargo, la prudencia, como virtud propia del gobernante, es saber ver las cosas como son y actuar por la razón adecuada.
A veces lo prudente no es manejar despacio, sino acelerar a toda velocidad para salvar la vida de un huracán. La prudencia es entender que lo que sucede no necesariamente es lo que se percibe, porque la realidad objetiva está fuera de cada uno, para lo cual se debe ser capaz de escuchar y entender diversas miradas.
Asimismo, se requiere una imaginación moral que mueve a inventar y ver nuevas formas de hacer las cosas. Para reaccionar ante la crisis, se debe intentar hacer las cosas diferentes, romper paradigmas y abrir la puerta a la imaginación moral, de modo que es recomendable abordar los problemas con una mentalidad distinta de la que se hacen tradicionalmente, y así poder encontrar nuevas formas y acelerar los cambios.
En este proceso, es importante salirse por un momento del rol directivo, del de miembro de junta, y pensar en la solución del problema con el sombrero verde viendo todas las opciones posibles valiéndose de la creatividad. La clave está en retar la manera tradicional de ver los procesos. También identificando las oportunidades que deja la crisis para moverse hacia la acción y re-imaginar el mundo. Entendiendo muy bien el porqué de cada acción, su impacto y consecuencias con todos los stakeholders.
Liderazgo positivo
Una empresa con propósito requiere un líder positivo, que es la persona que se maneja con prudencia y entiende que no se es dueño de la verdad, porque respeta el conocimiento que le dan los demás, independiente del cargo que ocupen dentro de la organización. Para eso, también son importantes los conocimientos técnicos y reconocer las aptitudes y los conocimientos frente a un cargo, así como observar que estos son fundamentales dentro de un rol de liderazgo, pero no son suficientes, porque los empleados también ven las intenciones del líder. Por tanto, cobra una gran importancia la recta intención que es el querer genuino del otro, porque se le ve con preocupación y con amor.
Este liderazgo está alineado con el propósito al responder al porqué se hace, y no al qué se hace, de modo que está en línea con el propósito personal, porque brota de la propia identidad. El descubrimiento de un propósito hace que la vida del líder sea significativa y permite que se lidere desde ese propósito, de modo que es un liderazgo genuino y positivo. De esta manera, se influye en todo el entorno de la empresa y se conectan el significado y los propósitos de cada miembro de la comunidad con el de la empresa. El liderazgo positivo requiere la humildad del líder, de su compromiso y de la apertura al cambio, con lo cual se fomenta el sentido de comunidad.
En la lógica del liderazgo positivo, no se trata de comunicar desde la dirección hacia todos los miembros sobre el propósito, sino que se debe descubrir y redescubrir el propósito compartido ya existente en la compañía, para lo cual se debe hacer partícipe a todos los miembros de la comunidad de personas que la integran, al igual que mediante el ejemplo de todos los miembros de la dirección. Es desde la observación y el ejemplo genuino como se adoptan los comportamientos positivos dentro de la organización, viviendo desde el ejemplo.
De esta manera, el líder es el que decide, no solo pensando en la eficiencia de la organización, sino en el desarrollo de las personas a las cuales dirige. Construye organizaciones que recurran activamente a los dones, es decir, a los diferentes talentos, habilidades y aptitudes de los empleados, para potencializar y desarrollar a cada uno (Naughton et al., 2015).
Finalmente, la base de las relaciones exitosas dentro de la comunidad de personas está dada por la confianza, de modo que son estos lazos los que hacen que estas actúen desinteresadamente y hacia un bien común. Cuando dentro de una organización se crean vínculos de confianza, estas aprenden más rápido y tienen un compromiso mayor (Canals, 2010), lo cual, a su vez, crea una cultura organizacional movida por el servicio y la visión del otro por su valor como persona.
¡La crisis, la tempestad, nos permite ver!
Cada uno de los cinco aspectos presentados previamente son muy importantes y deben mantenerse presentes en un diálogo constante con la empresa, porque, al final, la crisis, la coyuntura de la covid-19, nos tiene que servir para reflexionar y ver cosas que antes no veíamos o entendíamos como normales.
¿Qué es lo que permite ver la crisis? Deja al descubierto la necesidad del otro y el entendimiento a fondo de la realidad, porque nos ayuda a tener mayor prudencia y sentido de propósito de nuestras actividades y de la propia vida. De esta manera, por ejemplo, muestra el fenómeno carcelario y el dolor frente a la muerte por confinamiento. También muestra la altísima tasa de informalidad en el empleo, del que vive del día a día para al menos conseguir algo de comer. Pone en evidencia los fenómenos migratorios, la crisis permite ver cosas que antes nos dolían menos.
Hoy día, como empresarios y directivos, sabemos que tenemos que ayudar a resolver cada una de esas realidades y necesidades, desde una construcción conjunta de país, en que nos duelan las situaciones del otro. La crisis hace a las personas más empáticas y ayudan en la capacidad de ponerse en la situación del otro, porque muestra la vulnerabilidad de todas las personas.
Todos tenemos un punto de partida diferente y, usualmente, se juzgan las acciones del otro como si hubiesen tenido el punto de partida de uno mismo. Sin embargo, en realidad, resulta que no todas las personas han tenido oportunidades, y hay quienes las han tenido, pero no las han aprovechado.
Capitán del velero
Con el fin de tener empresas con propósito, cada una de las acciones del líder deben estar encaminadas a revisar el rumbo, para que en el futuro se pueda tener un mundo mejor, donde no prevalezcan las lógicas utilitaristas y este esté apartado de la lógica del capitalismo salvaje. Y también que tenga como norte el desarrollo de benefit corporation que busca crear una integración social, de modo que sean empresas más justas.
La recuperación empresarial pasa por un acuerdo con la opinión pública y, por eso, el propósito es importante para que la sociedad civil permita a las empresas operar. Las empresas con propósito son las que seguirán teniendo licencia para operar la sociedad civil, al generar un desarrollo social y un impacto positivo para el ambiente, así como riqueza compartida.
El propósito de la empresa no es sobrevivir a la crisis, sino pensar a largo plazo cuál es la mejor manera de reaccionar frente a la realidad por la que se atraviesa. Al estar en una economía de guerra, se debe liderar cuidando a los más vulnerables dentro de la organización, en busca de mitigar los ánimos movidos por el pánico, de modo de ser justos en las decisiones que se adoptan para darle frente a la adversidad.
En este sentido, no se trata simplemente de hacer despidos, sino de preguntarse por qué se tiene a las personas y cómo estas están generando valor para la empresa. También brindar desde la dirección las herramientas necesarias para que estas puedan sortear la situación con una cara y mirada amable de la crisis, buscar hacer afable la guerra y maniobrar desde el cuidado de las personas.
Es clave tener una visión de largo plazo, el norte y СКАЧАТЬ