Sangre olvidada. Natalia Hatt
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Название: Sangre olvidada

Автор: Natalia Hatt

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Saga Sangre enamorada

isbn: 9789878332215

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СКАЧАТЬ y el sol brillaba intensamente, iluminándolo todo. Caminaba despreocupada, sabiendo que en ese lugar podía estar tranquila, que nada le sucedería. Era quizás el único lugar donde realmente estaba a salvo de todo.

      «¿Pero de qué tendría que preocuparme?», se preguntó a sí misma, consciente de que no tenía ningún porqué.

      Caminó hasta llegar a una playa bañada por el mar azul. Se sentó allí, dejando que el agua mojase sus pies y la relajase; necesitaba eso. El viento le acariciaba el rostro y hacía que su pelo se moviera salvajemente. Suspiró, cerrando los ojos para disfrutar cada sensación y toda la paz que el bello lugar le brindaba.

      Cuando volvió a abrir los ojos, ya no estaba en la playa, sino que se hallaba en otro sitio. Era de noche y se encontraba dentro de la galería de arte donde trabajaba. Caminó hasta la habitación donde los cuadros habían sido guardados. Sorprendentemente, la caja fuerte estaba abierta, así que los sacó de allí sin problemas, con la intención de analizarlos con mayor detenimiento.

      Cuando observó aquel en el que se veía un lago azul y el cielo violeta, se sorprendió al percibir que parecía haber tomado vida. Las estrellas brillaban en el firmamento y, en el bosque, se podían vislumbrar luces moviéndose. ¿Luciérnagas? Alejandra acercó su rostro al cuadro, tratando de ver los destellos con mayor detalle, pero de pronto, sus alrededores habían vuelto a cambiar. ¡Ahora estaba dentro del cuadro!

      A esta altura, ya se creía completamente segura de que todo era un sueño. Se encontraba dentro de un bosque, y alrededor de ella volaban unas criaturas que desconocía pero que se asemejaban a pequeñas haditas luminosas.

      «¿Serán hadas?», se preguntó, aunque algo le dijo que las hadas no podían ser así, por más que estaba segura de que nunca había visto una en persona.

      Se sentó sobre el tronco de un árbol caído, mirando a las haditas con asombro y distinguiendo cómo brillaba la luz proveniente de su interior que dejaba una luminosa estela cuando estas se movían. Esas criaturas eran realmente fantásticas. Ella se lamentaba de no tener lápiz y papel para dibujarlas.

      De pronto vio una figura femenina, caminando por un sendero en el medio del bosque, que se dirigía hacia ella. Era una joven muchacha poseedora de los más hermosos cabellos rojos, cuyos ojos color violeta dejarían sorprendido a cualquier mortal. Sus manos parecían más alargadas de lo normal y sus orejas eran puntiagudas. Sin embargo, y a pesar de esas singularidades, Alejandra pensaba que esta criatura era sumamente preciosa. La chica detuvo su mirada en Alejandra con asombro. Ella pensó que tal vez esa criatura nunca había visto a una humana y quizás ese era el motivo de su extrañeza.

      —Ale, ¿qué haces aquí? —preguntó la pelirroja. Alejandra abrió sus ojos bien grandes, sorprendida. La había llamado por su nombre. Eso no era posible.

      —¿Cómo sabés mi nombre? —preguntó. La chica tragó saliva y se quedó en silencio por unos momentos.

      —No me reconoces... —advirtió.

      —Claro que no. Nunca antes te he visto.

      —¿Segura de que no me conoces? —preguntó para cerciorarse. Alejandra asintió.

      —Nunca te he visto —le confirmó. La chica suspiró tras oírla.

      —Me llamo Lilum y nos conocemos, pero me temo que no puedo intervenir ni hablar más contigo; lo siento mucho.

      —No entiendo nada —replicó Alejandra, pensando que su sueño se estaba volviendo por demás extraño.

      —No te preocupes —la tranquilizó el hada—, pronto todo tendrá sentido.

      —¿Te puedo hacer una pregunta? —quiso saber la muchacha.

      —Pues claro. Supongo que no hará daño responderla.

      —¿Qué dimensión es esta y qué orden tiene respecto a la humana?

      —Este es el mundo de las hadas, el que compartimos con otras criaturas como los duendes y los elfos, además de las faedas, estas bellas criaturas que ves volando a nuestro alrededor. Es un mundo por arriba del mundo humano. En el sexto lugar. ¿Cómo sabes sobre los mundos?

      —Tengo nueve cuadros por catalogar. Son todo un misterio. ¿Sabes algo acerca de ellos? — investigó Alejandra.

      —Pues, claro —respondió la pelirroja—. Son los nueve portales que Anja creó. En primer lugar, está el mundo de los havors, que se caracteriza por su oscuridad y por estar poblado por horrendos monstruos de piedra. Luego, en segundo lugar, se encuentra el mundo de los dragones; tercero, el de los demonios; cuarto, el de los vampiros; quinto, el mundo humano; sexto, el de las hadas; séptimo se encuentran los ángeles; octavo, los dioses y, por último, los guardianes.

      —Interesante —replicó Alejandra—. Ahora deberé descifrar cuál es cuál, pero no parece ser tan difícil.

      —Seguro lo lograrás. Ponlos de manera lineal ascendente en una pared y algo interesante sucederá —le indicó. Alejandra asintió.

      —Eso pensaba hacer. Muchas gracias por tu ayuda.

      —De nada —replicó la joven con una estrecha sonrisa en los labios—. Pronto hablaremos de nuevo. Te deseo mucha suerte —dijo, y se acercó un poco para darle un abrazo que dejó a Alejandra perpleja—. Y cuida de Juliann, por favor.

      —¿Lo conocés? —cuestionó Alejandra, más confundida aún por el comportamiento de esta extraña.

      —Desde siempre —respondió ella, añadiendo más misterio—. Ahora debo irme. Anda con cuidado y no te fíes de nadie. Suerte.

      La chica se fue caminando, continuando su rumbo por el otro lado del sendero. Alejandra suspiró nuevamente y volvió a cerrar los ojos. Cuando los abrió, se encontró en su cama. Había despertado.

      «¡Qué sueño tan extraño!» pensó mientras miraba a su lado donde Juliann estaba profundamente dormido. El reloj despertador marcaba las tres de la mañana.

      Decidió levantarse, pues ya había perdido completamente el sueño. Se calzó las pantuflas y caminó hasta la cocina. Su laptop aún yacía sobre el sofá; una luz titilante indicaba que seguía encendida. Decidió mirar si alguien había dejado una respuesta a su entrada en el foro de metafísica. Efectivamente, y para su agrado, había una:

      Querida amiga:

      Es extraño encontrar a alguien que sepa y se interese por el tema de los nueve mundos. La mayoría cree que es pura superstición y que, si hay otros mundos, estos están en otros lugares del universo. Es cierto que hay otros mundos allí afuera, pero en este mismo lugar hay diversas realidades paralelas a las que se puede acceder a través de portales físicos o interdimensionales. Además, se puede acceder a ellos mediante viajes astrales. Yo he hecho eso y puedo decirte que algunos de esos mundos son maravillosos, mientras que otros no tanto; y algunas criaturas pueden ser hostiles ante la presencia de extraños. Debes tener cuidado con ellos. No estoy del todo seguro sobre algunos de los cuadros, pero te voy a hablar de cada dimensión de acuerdo con mi entendimiento.

      1. La dimensión de los havors: todo es oscuridad, pero hay caminos con luces verdes. Los seres son de piedra y horripilantes. No los describiré en detalle, solo espero que nunca te encuentres con uno de ellos. La ciudad principal se encuentra al lado de un mar oscuro y nauseabundo, hay que atravesar un vasto СКАЧАТЬ