Название: Malestar en la civilización digital
Автор: Jean-Paul Lafrance
Издательство: Bookwire
Жанр: Математика
isbn: 9789972455254
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3. Discriminación por perfil: toda persona tiene el derecho de no ser objeto de una decisión basada exclusivamente en un tratamiento informatizado, incluido el perfil discriminatorio.
4. Principios de “protección de los datos desde la concepción” y de “seguridad por defecto”.
5. Notificaciones en caso de fuga de datos: las empresas y los organismos están obligados a notificar a la autoridad nacional de protección, tan pronto como sea posible, en caso de violaciones graves de datos, a fin de que los usuarios puedan tomar las medidas apropiadas.
6. Nombramiento obligatorio de un delegado para la protección de datos.
7. Sanciones más importantes: el reglamento otorga a los reguladores el poder de infligir sanciones financieras, que van desde el 4 % de la facturación mundial anual de una empresa o de 20 millones de euros en caso de no respetar la norma.
ANEXOS
ANEXO 1. UN EJEMPLO QUE VIGILAR
El proyecto Quayside de Alphabet/Google consiste en la creación de una ciudad inteligente en Toronto, Canadá. Sin embargo, pone en cuestionamiento la utilización de datos personales con fines comerciales.
Señalamos, a título informativo, este gigantesco proyecto de Toronto, que se considera la ciudad del futuro, tal como la presentaron el primer ministro Justin Trudeau; el alcalde de Toronto, John Tory; y el CEO de Alphabet/Google, Eric Schmidt16, en mayo del 2018. Este proyecto permite reflexionar sobre las numerosas cuestiones que puede plantear el uso de datos personales sobre la libertad de los ciudadanos en una ciudad inteligente.
Los hechos
1. Waterfront Toronto, organización paramunicipal relacionada con tres niveles de gobierno, confió a la sociedad matriz de Google la idea de hacer de Quayside, un barrio industrial desgastado, construido sobre antiguos pantanos, un modelo inédito de desarrollo urbano ecológico, abordable y tecnológico. Con vehículos autónomos, alojamientos modulares que permitirían a sus 5000 habitantes aumentar rápida, fácilmente y a menor costo el tamaño de su domicilio, con captores omnipresentes que miden el consumo de energía o la calidad del aire, la recolección robotizada de basura, los semáforos inteligentes, la carpeta presentada por Sidewalk Labs, la filial de Alphabet encargada de ese proyecto, nos pinta una ciudad inteligente única en Occidente.
2. La filial de Alphabet se tomó un año para producir, con el apoyo de una inversión inicial de 50 millones de dólares, un plan que será presentado a los habitantes de Toronto y que deberá ser aprobado por los tres niveles de gobierno que controlan Waterfront Toronto. Según ciertas estimaciones, los primeros residentes podrían establecerse en el año 2022.
3. El proyecto presentado por Sidewalk Labs, una empresa hermana de Google, para la revitalización del barrio de Quayside en Toronto reboza de innovaciones tecnológicas: captores que detectan los lugares de estacionamiento disponibles, ajustan el funcionamiento de los semáforos al desplazamiento de los peatones, miden el deterioro de los edificios o de los contenedores de basura. Con este barrio del futuro, Toronto será, según el presidente de Sidewalk Labs, Dan Doctoroff, “la primera verdadera ciudad inteligente del siglo XXI”. Sidewalk proyecta que Quayside se convierta en la comunidad más medible en el mundo. En ninguna parte del mundo los investigadores en innovación urbana tendrán acceso a una plataforma que ofrezca datos tan confiables y estandarizados.
Las críticas
Los ciudadanos de Toronto plantearon los siguientes cuestionamientos:
1. En la era de los escándalos de Facebook y de Cambridge Analytica referidos a la utilización de los datos personales, este tipo de acuerdo inédito entre una sociedad paramunicipal y una empresa privada ha preocupado bastante a todo el mundo en Toronto.
2. “¿Qué tipo de datos serán recolectados, de qué forma, a quién pertenecen los datos, dónde son alojados, para qué sirven? Esas preguntas son formuladas por todos los proyectos de ciudad inteligente”, afirma Pamela Robinson, docente de planificación urbana en la Universidad Ryerson de Toronto. Según Carl Rodrigues, un activista en el campo de las TIC: “Resulta que ahora nos preparamos para ofrecer un nuevo tipo de información cuando hagamos una simple caminata en el barrio con nuestra familia”.
3. Es particularmente inquietante “que el concejo no electo de Waterfront Toronto haya preferido mantener ese contrato en secreto para que los ciudadanos no se enteraran de cómo una empresa proyecta recoger y utilizar datos con el fin de imponer alquileres y manipular el comportamiento de sus residentes”, escribió Jim Balsillie, cofundador de Research in Motion, en una carta abierta publicada en el Toronto Star en enero del 2019.
4. Los habitantes de Toronto temen particularmente que Alphabet utilice sus datos con fines publicitarios y que los recursos privados invertidos en el proyecto superen los del municipio de Toronto.
ANEXO 2. OTRO EJEMPLO EN FACEBOOK
La empresa de Mark Zuckerberg intenta obtener los datos bancarios de sus clientes, según un reportaje de La Presse (7 de agosto del 2018, sección Actualidad).
Los hechos
La red social mantuvo, hace varios meses, reuniones con la banca minorista JPMorgan, los bancos Chase, Citi, U. S. Bancorps y Wells Fargo, según reveló una fuente anónima a The Wall Street Journal. El grupo de Mark Zuckerberg deseaba obtener informaciones sobre todas las transacciones financieras efectuadas mediante tarjeta bancaria, así como los saldos de las cuentas corrientes de los clientes. Facebook pretendía utilizar esos datos para desarrollar una funcionalidad que permitiera a los usuarios consultar sus informaciones bancarias por intermedio de su cuenta en la red social, afirma The Wall Street Journal. “Como muchas empresas en internet que tienen actividades comerciales, nosotros nos asociamos a bancos para ofrecer servicios como el chat con los clientes y la gestión de la cuenta”, según un portavoz de la empresa. “Pero las informaciones bancarias de sus usuarios no servirían a fines publicitarios”, afirmó. Empero, Steve Waterhouse, experto en seguridad informática, duda de ello en una entrevista telefónica con La Presse. Según él, Facebook busca completar los perfiles de sus usuarios. La casi totalidad de los ingresos de la empresa proviene de las ventas de espacios publicitarios. Esos datos complementarios permitirán segmentar más aún el público.
Las críticas
¿Es ilegal todo esto? “Hay un vacío en relación con lo que es legal o ilegal en esas situaciones”, señala Steve Waterhouse, exoficial de seguridad informática en el Ministerio de Defensa Nacional. Si un dato personal se transmite sin el nombre que le está asociado, la ley no se infringe, “salvo que mediante la banda, con las referencias cruzadas, sea posible ponerle un nombre a esos datos”, precisa Waterhouse. Facebook quiere los nombres, pues es lo que va a rentabilizar su plan estratégico. En síntesis, ¿Facebook podría algún día acceder a los datos bancarios de sus usuarios? “Nada se lo impide”, afirma Waterhouse. La única cosa que verdaderamente podría frenarlo allí donde la población no está protegida por la ley sería un muy gran cuestionamiento de la opinión pública, capaz de convencer a las autoridades políticas. Es lo que sucedió cuando se hizo público el affaire de Cambridge Analytica (véase el capítulo anterior) y Facebook decidió poner en compás de espera su proyecto de recolección de los datos médicos de los americanos, frente a la tormenta que arriesgaba desatarse. Según Facebook, en un sistema capitalista normal, cualquier empresa tiene derecho a aliarse a otra para hacer negocio. Eso se hace todos los días…
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