Название: Sujetos de reparación colectiva y construcción de territorios de paz - Libro 1
Автор: Varios autores
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789587904505
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UBICACIÓN DEL MUNICIPIO EN EL DEPARTAMENTO Y EN EL PAÍS
Fuente: IGAC–Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
De otro lado, nos encontramos, como ya se ha dicho, ante un municipio pequeño, que a nivel administrativo está conformado por 14 veredas y dos centros poblados: las veredas son Santa Rosa Alta, Alto Ariari, Aguas Zarcas, La Isla, El Diamante, San José, La Meseta, Alto Cumaral, San Pedro, Caño Amarillo, Caño Leche, Palo Marcado, La Esmeralda y La Cumbre. Los centros poblados son San Isidro del Ariari y Pueblo Sánchez (UARIV & Corporación Escuela Galán, 2014).
Al igual que su municipio vecino El Castillo, la altura de El Dorado oscila entre los 350 m. s. n. m. y los 200 m. s. n. m. Se encuentra ubicado dentro del “piedemonte, entre las estribaciones de la cordillera Oriental y el macizo guyanés del que –como dijimos antes– hace parte la serranía de La Macarena” (CNMH-UARIV, 2015, p. 37). De igual modo, estamos ante un municipio que está dentro de la llamada Área de Manejo Especial de La Macarena (AMEM).
Esta es un área que se estableció como reserva de la biosfera y santuario de fauna y flora, pero también como un área de investigación científica en donde se pretende promover la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables y del medio ambiente, y se busca dirigir el proceso de planificación regional de uso del suelo para mitigar y desactivar presiones de explotación inadecuada del territorio. Hemos encontrado que la condición de preservación de esta área de manejo especial entra en colisión con los derechos a la restitución de tierras de algunos pobladores del municipio que fueron despojados.
DIVISIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA DEL MUNICIPIO EL DORADO
Fuente: Plan de Acción Territorial, El Dorado (PAT), citado por UARIV & Corporación Escuela Galán (2014, p. 5).
En términos generales, los aspectos que hemos señalado sobre la dimensión sociogeográfica del municipio permiten entender algunas razones que ubican el territorio y las disputas por la tierra en el centro del conflicto. Por consiguiente, el potencial de reserva hídrica que allí se acoge, la enorme fertilidad de la tierra que es ideal para una enorme y diversa producción agrícola, la riqueza en yacimientos minerales, las amplias zonas de producción ganadera, la ubicación geográfica y estratégica del territorio, han hecho de El Dorado un escenario que moviliza intereses de diversos actores y sectores económicos, políticos y armados.
EL DORADO: HISTORIA DE UNA COLONIZACIÓN ENORMEMENTE CONFLICTIVA
La segunda dimensión es sociohistórica. Empezaremos por decir que El Dorado es un municipio realmente nuevo en medio de una región recientemente colonizada. Antes de la conquista estuvo poblada por los indígenas Guayupe, Sae y Operiguas, pueblos que opusieron férrea resistencia hasta finalmente ser sometidos por los españoles y los alemanes, quienes llegaron al territorio motivados por la búsqueda de oro (Londoño, 1989). La presencia de alemanes y españoles dio paso a los primeros caseríos, como el de San Juan de Arama hacia 1537 y, posteriormente, el de San Martín, desde de los cuales se abrieron trochas y rutas de comunicación hacia el interior del país, una de ellas la del Páramo de Sumapaz (Londoño, 1989).
Según el CNMH-UARIV en Pueblos arrasados (2015), durante el período de la República fue poco el control territorial del Estado sobre gran parte del país. Así ocurrió con el piedemonte llanero y en particular con la región del Ariari, que durante mucho tiempo fue considerada un territorio inhóspito y de “frontera abierta”.
La fundación de San Martín y San Juan de los Llanos, en el siglo XVI, impulsó la ocupación ganadera de las sabanas naturales, más no su colonización. Los jesuitas abrieron el camino sanjuanero que une estas poblaciones con lo que hoy es la ciudad de Villavicencio (fundada en 1870) y en sus alrededores se instalaron grandes empresas agropecuarias y haciendas. Hacia 1890 el Estado adjudicó, en el sur, entre los ríos Ariari y el Caguán, 10.000 ha de baldíos a la Hacienda Colombia, sucesora de la firma Montoya, Uribe y Lorenzana, a cambio de la construcción de una trocha entre estas regiones (CNMH-UARIV, 2015, p. 43).
La colonización del Ariari, región donde se ubica el municipio El Dorado, fue producto de acciones tanto espontáneas como dirigidas. La colonización avanzó jalonada por empresas internacionales como Shell, Rubber, Union Oil of Nevada; por algunas compañías nacionales como el Incora o la Caja Agraria; también por colonos y terratenientes a través de la figura de la hacienda; así mismo, por la ocupación de las tierras por parte de los campesinos, por los desplazamientos de las Columnas de Marcha liderada por las guerrillas comunistas o por la presencia y la labor de la iglesia, pues el trabajo evangelizador de los padres jesuitas jugó un papel importante. Todos estos grupos y sectores, que progresivamente se instalaron en la región, fueron actores sociales que se transformaron en fuerzas sociales y políticas que hicieron de la colonización una historia enormemente conflictiva.
Molano (1989) sintetiza y analiza de manera detallada la historia de la colonización de esta región en diversas grandes etapas: la economía extractiva (1900-1950), la primera violencia (1948-1953), la amnistía del año 1953, la segunda violencia y el movimiento comunista (1955-1962), el primer Plan Nacional de Rehabilitación (1959-1962) y la colonización social agraria (1962-1970). Recorriendo brevemente cada una de estas etapas encontramos pistas que contribuyen a hacernos entender los rastros de la historia en la configuración de lo que es hoy El Dorado.
Primer momento: economía extractiva, período comprendido entre 1900 y 1950
Si bien es cierto que desde el siglo XVI, por la expansión ganadera, apenas se avanzó tímidamente en la ocupación (y no colonización) del territorio, es en realidad a fines del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX cuando, en medio de grandes baldíos y trochas, el país se orientaba hacia la agroexportación y la economía extractiva, que impulsó la ocupación de los caminos que unían estas regiones de los llanos, desde Villavicencio (antes Gramalote) hasta Bogotá (Molano, 1989).
Con el fin del siglo XIX, la fundación de la Hacienda Colombia cumpliría un papel importante. Su propósito era la extracción de quinas y cauchos, y posteriormente el cultivo de café y de cacao en las faldas de la cordillera Oriental, lo que estimuló la colonización y la transformación de algunos pueblos fundados antes, en epicentros de desarrollo regional (Molano, 1989). La Guerra de los Mil Días transformó los procesos de colonización. Terminada esta, se otorgaron concesiones a grandes compañías internacionales que empiezan a hacer carrera en la región.
Segundo período: Molano lo denomina el período de la primera violencia СКАЧАТЬ