Название: La Santa Biblia - Tomo I
Автор: Johannes Biermanski
Издательство: Автор
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9783959632799
isbn:
PERO: Cuando, en algún momento, el Padre decidiera tener un hijo, éste tenía que haber estado ahí antes que él. Un hijo no puede ser tan viejo como su padre. Pero si el hijo fuera exactamente tan antiguo como su padre, este no podría haber nacido de su padre. Si este no surgió en verdad de su padre, entonces no se puede decir que este sea verdaderamente su hijo. Si no es verdaderamente su hijo, entonces se podría decir que “padre” e “hijo” son en realidad algo así como compañeros. Entonces el Padre no habría sacrificado a su propio hijo, como en el caso de Abraham con su propio hijo Isaac. No habría enviado a su propio hijo a morir en la cruz, sino a un compañero. Entonces, cuando el hijo lo llama “Padre”, y el padre dice que mandó a su hijo a morir en la cruz, están mintiendo ambos.
“¿Se supone que este debe ser el amor de Dios?”, oímos cómo se burla Satanás: ¡Manteneos lejos de un dios mentiroso y egoísta como este!
La doctrina de la Trinidad presenta este tema como si fuera un juego de roles. Hay tres personas, de las cuales una representa el rol del “dios Padre” , la otra el del “dios Hijo”, y la tercera la del “Espíritu Santo”.
Con esta representación Satanás juzga equívocamente su rebelión y el sufrimiento que él ha traído tanto a Dios como a los hombres. Al mismo tiempo pinta a Dios como un ser frío y cruel. Pero lo que realmente ocurrió en la vida de Jesús no tuvo nada que ver con un juego de roles. Aquello fue la cruda realidad, una lucha a vida o muerte. Como Satanás no pudo vencer a Cristo en su momento, intenta ahora vencer al mensaje de la victoria de Cristo y de la salvación. De ahí la doctrina de la Trinidad.
Abraham estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, porque así se lo pidió Dios, no tiene sentido que Dios enviara después a un compañero a la cruz en vez de a su propio hijo.
Aunque la doctrina de la Trinidad esconda su mensaje bajo toda clase de palabras, nos dice en verdad que el Padre no solo es un abuelo ocioso, egoísta y sin alma, sino que padre e hijo son un par de actores mentirosos.
¿Debe gustarle la doctrina de la Trinidad a Satanás?
Jesús nos enseña:
Cita: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16) Véase también: Proverbios 8:22-36; Juan 17:5.
Antes de que Jesús fuera hombre, el Padre tenía a un hijo que poder enviar. Sólo el Padre es eterno en un sentido absoluto, sin principio ni fin. Cristo también es eterno, pero tuvo un principio al nacer este en algún momento de la eternidad del Padre. El Espíritu santo es tan eterno como el Padre porque él es su espíritu. De no ser así, habría habido un tiempo en el que el padre habría carecido de espíritu.
Extraído de: “Ist das wirklich so? (¿Es realmente así?)” por Bruno Fischer sen.
“La Trinidad de Platón (Filosofía griega del siglo cuarto antes de Cristo) en sí misma, es sólo una reordenación de tríadas divinas que se remontan a pueblos más antiguos - aparentemente la Trinidad filosófica racional posee rasgos que adoptaron las iglesias cristianas. Esta concepción que tenían los filósofos griegos sobre una trinidad divina puede ser encontrada en todas las antiguas religiones paganas.”
(M. Lactötre´s, Nuevo Diccionario Universal´, 1865-70, tomo 2, pág. 1467)
Cita: ¿SERVICIO DEL SUMO SACERDOTE?
Según la doctrina de la Trinidad el Hijo es tan eterno y tan antiguo como el Padre, no pudiendo ser por ello el verdadero hijo del Padre, pues un hijo no puede ser igual de viejo que su padre. Por consiguiente el Hijo sería solo un compañero del Padre. Cuando ese compañero murió en la cruz, solo murió a medias, y eso da a lugar el siguiente cuadro. Aunque pide piedad a una entidad superior, el compañero “Hijo” está a la misma altura que el compañero “Padre”, y pide esa piedad para aquellos para los que él sólo ha muerto a medias y por los que no va a resucitar. ¡Vaya burla!
La doctrina de la Trinidad convierte tanto la resurrección como a su conmemoración litúrgica en un engaño.
La doctrina de la Trinidad le roba el honor al Padre y al Hijo, se burla del sacrificio del Padre, de la muerte en la cruz de su hijo, y con ello de todos los creyentes que creen en el Padre y el Hijo.
La doctrina de la Trinidad deshonra, profana y se burla del sacrificio del Padre al entregar a su hijo a la cruz. Arrastra a la suciedad la más sublime muestra de amor de nuestro Padre celestial y de su hijo, dejando tras de sí poco más que decepción y desesperanza…
Extraído de: “Ist das wirklich so? (¿Es realmente así?)” por Bruno Fischer sen.
“Introducción y observaciones a Mateo 28:16-20.”
La forma de bautizo se ha ido desarrollando por las enseñanzas de la Trinidad a partir de la fórmula empleada en los estadios más primigenios de la iglesia, EN EL NOMBRE DE JESÚS*.”
('HERDER-Biblia', católico, 1965) - [* em hebrea: Yahshua!]
La confesión del bautizo era a en su forma original una confesión de Cristo, siendo su forma posterior una confesión de la Trinidad (pág. 39).
El Nuevo testamento no menciona ninguna confesión de la Trinidad)
Mateo 28:19 (¡Eso no es la verdadera palabra de senor!) … El dogma de la Trinidad se ha estado formando desde hará unos 200 / el siglo II.”
(Karl Heussi, extracto de: “Compendio de la Historia eclesiástica’, 12 vol, 1960, pág. 69)
Cita de “Marcos de Brasil”:
“¡El nombre de YAHWEH representa el Sabbath [el Sábado, que el dios de los cielos bendijo y santificó por ser el séptimo día de la Creación, y entonces descansó por cuanto había obrado], mientras que la Trinidad representa el domingo!”
En el año 517 empezó la catolización de los germanos arios. Tras largas y cruentas luchas fueron aniquilados los tres pueblos arios más significativos (en el año 493 los Hérulos, en el 534 los Vándalos, y en el 538 los Ostrogodos.
En el Concilio de Chalcedon (451) fueron confirmados y fortalecidos los acuerdos de los sínodos de Nicea (325) y Constantinopla (381), reconociéndoselos a la vez como ecuménicos.
Hasta bien entrado el siglo XVI pocos fueron los que se aventuraron a estudiar la enseñanza de la Trinidad, y en la Edad Media la cosa fue más allá, decapitándose a aquel que se aventuraba a poner en duda ese incontrastable dogma, como fue el caso del eclesiástico Johann Sylvans (muerto en 1577).
El opositor más significativo de la doctrina de la Trinidad en el siglo XVI fue el español Miguel Servet. Poco después de la publicación de su obra “Christianismi Restututio” fue hecho prisionero por la Inquisición Católica por causa de Calvin. Fue quemado en la hoguera porque no quiso retractarse.
Karl Heussi escribió:
“Servet era un hombre extraordinario, un hombre piadoso y dotado en muchos sentidos y profundamente respetuoso con las Sagradas Escrituras СКАЧАТЬ