Corrientes pedagógicas contemporáneas. Juan Carlos Pablo Ballesteros
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СКАЧАТЬ en las respuestas fue diverso y las mismas provenían de países, pensadores y culturas muy diversas. Sin embargo, hubo un generalizado consenso en que los que debían encabezar la nómina eran —en ese orden de importancia— Platón, Aristóteles, Descartes, Kant y Hegel. Que siguen siendo «contemporáneos».

      He omitido la mención de corrientes o posiciones menores, que si bien pueden ser objeto del entusiasmo de algunos centros docentes, no tienen en mi opinión la entidad suficiente como para poder admitir una crítica racional de todos sus elementos. Mi intención no es acumular información superficial, sino mostrar con algún detalle aquellas concepciones sobre la educación desarrolladas a lo largo del pasado siglo que por su importancia merecen ser analizadas en su estructura interna, y señalar algunas propuestas que, sin tener la jerarquía de las anteriores, han trascendido de tal manera que hacen necesaria su consideración. Así, por ejemplo, ocurre con la concepción de Brameld, que si bien fue elaborada a mediados del siglo pasado ante el temor, durante la llamada «guerra fría», de un holocausto nuclear, nos remite al actualísimo problema de los enfrentamientos culturales y las posibles maneras de superarlos a través de la educación.

      Para esta edición he omitido el primer capítulo de la anterior, referido a la perspectiva epistemológica, porque me parece que se trata de conocimientos cuya presencia o ausencia no incide en la comprensión de las corrientes educativas analizadas. He incluido un capítulo sobre el pragmatismo y la concepción pedagógica de John Dewey, no solamente por la importancia del autor, sino porque en los últimos años se ha manifestado en muchos centros académicos un renovado interés en su obra, sobre la que se han escrito numerosos comentarios y tesis doctorales. Pero aunque esto no hubiese ocurrido, Dewey era el gran ausente en la edición anterior, sobre todo porque, en mi opinión, es un autor sobre el que se han difundido interpretaciones erróneas, seguramente por una lectura prejuiciosa de su obra. Este capítulo fue escrito especialmente para esta edición, si bien tomé algunos materiales de otras publicaciones anteriores. En cambio, el capítulo sobre Filosofía para Niños, que se agrega, es una síntesis de mi trabajo publicado con el mismo título en la Rassegna di pedagogia (Pädagogische umschau) del Instituti Editorialli e Poligrafici internacionali de Pisa – Roma.

      La elección de posturas y autores no depende de mi adhesión o simpatía, como puede comprobarse fácilmente. Como no existen concepciones educativas que podamos considerar racionalmente como absolutamente malas o buenas, todas ellas pueden aportar elementos fecundos para la reflexión y plantear desafíos a los que se debe dar respuesta.

      Paraná, febrero de 2016.

      Capítulo I

      El pragmatismo. La educación en John Dewey

      El pragmatismo

      En la elaboración de este pensamiento común fue importante la influencia de la filosofía alemana. Durante el siglo XIX muchos universitarios norteamericanos realizaron estudios en Europa poco antes o después de graduarse. Muchos de ellos se inclinaron por hacerlo en Gran Bretaña, pero más de nueve mil lo hicieron en Alemania.