La trastienda de la mente. Ana Martos
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Название: La trastienda de la mente

Автор: Ana Martos

Издательство: Bookwire

Жанр: Общая психология

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isbn: 9788412150308

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СКАЧАТЬ de sensaciones. Al no sentir ansiedad ni culpa, necesita sentir algo fuerte que le haga vibrar. Galán quiso probar lo que sentía matando a varias personas.

       Deshumanización de la víctima. No considera que la víctima sea una persona de su mismo grupo o condición, sino alguien ajeno, como un objeto sin derecho a piedad. Galán eligió a su primera víctima porque “por alguien tenía que empezar”.

       Distorsión de las consecuencias. Al no sentir temor ni culpa, no percibe las malas consecuencias que tendrán sus actos. Galán nunca pensó que podría ir a prisión ni que tendría que enfrentarse a un juicio porque, antes de entregarse, destruyó las pruebas de su culpabilidad.

       Egocentrismo. Todo su amor se centra en su persona. Es incapaz de amar a otros. Galán subestimó a la policía y a la justicia, estableciendo con ellos un juego terrorífico.

       Evitación de responsabilidad. No se siente responsable de sus actos. Siempre son los otros los que tienen la culpa, aunque sólo sea por estar ahí en el momento en que él decide hacer daño.

       Extroversión. No tiene mundo interior, toda su energía, sus vivencias y su mundo está volcado al exterior, de cara a los demás.

       Impulsividad. No controla sus impulsos porque no cree necesario ni importante hacerlo.

       Inteligencia. Posee una inteligencia bien desarrollada. Galán tuvo en jaque a la policía bastante tiempo hasta que, al comprender que nunca le iban a encontrar, se entregó no sin haber antes destruido las pruebas para poderse confesar culpable y que no pudiesen probarlo. Es decir, después de tener en jaque a la policía pretendió hacer lo mismo con la justicia.

       Motivación de autojustificación. Justifica sus actos a su manera. Perciben la violencia de manera diferente a como la mayoría la percibimos.

       Motivación por experimentar sensación de control/poder. El juego de Galán con la policía y con la justicia es un claro exponente de esta motivación psicopática.

      Recomendaciones

      A una personalidad antisocial hay que ponerle límites muy claros y firmes desde el principio. Es importante no consentir en modo alguno que traspase esos límites, porque, una vez que pierda el respeto, ya no va a dar marcha atrás en cuanto compruebe que no pasa nada. Seguirá dando pasos adelante.

      Aquí no cabe el arrepentimiento ni la culpa, así que lo único que puede sujetar al antisocial es la firmeza. Es importante estimularle para que desarrolle el control, la voluntad y la capacidad de esfuerzo e insistir en que debe corregir cualquier desvío. También es positivo enseñarle a enjuiciar la realidad de manera correcta, sin creer que puede hacer su santa voluntad porque es invulnerable. Si se logra cierta adaptación social, se evitarán muchos problemas.

      Trastorno de la personalidad histriónica

      Ese niño que se arroja al suelo entre gritos, patadas y estertores para conseguir un objetivo, se está comportando de manera histriónica. Si consigue su propósito, repetirá su comportamiento cuando quiera lograr otra cosa. Esa persona que monopoliza la atención en una reunión social, que trata de seducir a todos, que es capaz de convertir una sonrisa encantadora en el más feroz de los gestos si alguien escapa a su manejo, tiene un comportamiento histriónico. Esa madre que hace una crisis de llanto y suspiros cuando sus hijos le dicen que van a cenar fuera con unos amigos, tiene un comportamiento histriónico. Si consigue culpabilizar a sus hijos para que no salgan, habrá conseguido su objetivo y dispondrá de un arma inestimable la siguiente vez que no quiera quedarse sola.

      Hasta que se emitieron los manuales de diagnóstico que hemos mencionado anteriormente, DSM y CIE, la histeria se consideraba una neurosis que manifestaba un conflicto inconsciente. A partir de los citados manuales, los síntomas que antes se agrupaban bajo la clasificación de histeria se han separado en tres tipos de trastornos:

       Trastornos de la personalidad histriónica.

       Trastornos disociativos.

       Trastornos de síntomas somáticos.

      Libro

      Sigmund Freud Estudios sobre la histeria. Se puede encontrar en Alianza Editorial o en las obras completas del autor en la editorial Biblioteca Nueva.

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      La personalidades histriónicas reúnen las siguientes características:

       Necesitan ser el centro de la atención y hacen lo posible por conseguirlo. Si no lo consiguen, suelen adoptar el papel de víctimas. Es frecuente que una de estas personas se eche la culpa de algo malo que ha sucedido, pero se culpa en público y de forma teatral, como una víctima del destino.

       Se suelen comportar con los demás de forma seductora y provocativa, incluso sexual. Les gusta llamar la atención y les importa mucho la opinión de los demás. Si alguien les muestra antipatía, tienden a creer que se debe a envidia o se sitúan inmediatamente en la posición de la víctima que no sabe qué ha hecho para merecer ese rechazo.

       Su conducta es teatral, como si estuviera representando una obra en el escenario, sobre todo cuando se presenta una situación conflictiva. Se enfrentan a los conflictos con teatralidad y desde la posición de víctimas de un ser maléfico superior que se empeña en hacerlas desgraciadas.

       Son muy sugestionables, por lo que resultan los mejores sujetos para la hipnosis. En el siglo XIX, Charcot, director del hospital de la Salpetrière, en Paris, organizaba verdaderos espectáculos hipnotizando a mujeres histéricas ante colegas médicos y estudiantes de psiquiatría. Pierre André Brouillet inmortalizó una de aquellas escenas en un cuadro titulado Lección clínica en la Salpetrière, que se conserva en el Musée d´Histoire de la Médecine, Universidad Descartes, París. Es fácil localizarlo en Internet.

       Suelen hacer amistades con facilidad, pero se vuelven posesivos y exigentes, reclamando atención de forma constante, porque necesitan gran dedicación y atención. Si no se les presta toda la atención que demandan, manipulan y culpabilizan valiéndose de cualquier método, desde enfermar hasta hacer intentos de suicidios. Suicidios siempre fallidos.

       Son inestables emocionalmente, con cambios bruscos de actitud, apasionamiento y escaso raciocinio. Eso les hace volubles en sus afectos. Aman y odian apasionadamente en un corto plazo de tiempo. En realidad, estas personalidades sólo se aman a sí mismas, porque son extremadamente narcisistas y egocéntricas.

      Caso

      Alicia está ingresada en una residencia para mayores, porque sus circunstancias personales no le permiten vivir de una forma autónoma. Recibe las atenciones y cuidados necesarios, pero, cuando sus hijos van a visitarla, pone cara de víctima, se sienta con una postura de decaimiento y sumisión y exhala de vez en cuando un profundo suspiro, acompañado casi siempre de una queja.

      - ¿Qué te pasa, mamá? - preguntan los hijos.

      Ella no responde. Se limita a encogerse de hombros y a mirar tristemente a su alrededor. Al poco rato, parece olvidar su tristeza y se anima, se levanta, camina del brazo de sus hijos, pide la merienda o se ríe. De repente, cuando ya parece que todo va bien, vuelve a suspirar, a quejarse y a su postura de abandono.

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