Название: Superentrenamiento
Автор: Yury Verkhoshansky
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Entrenamiento Deportivo
isbn: 9788499101453
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Además de que la contracción sea causada por el grado de solapamiento entre los filamentos de actina y miosina, una parte del cambio de longitud del músculo puede ser provocado por un cambio de longitud del área de la hélice de actina (espiral). Este proceso se puede encontrar bajo condiciones de una contracción muscular intensa, sugiriendo, por tanto, que el efecto de acondicionamiento de un entrenamiento de la resistencia máximo o cuasimáximo puede diferir significativamente de un entrenamiento cardiovascular de baja intensidad.
FIGURA 1.14 Un modelo mecánico simple del complejo muscular.
El mecanismo de rotura de los puentes cruzados se revela por la situación de «rigor mortis» (rigidez muscular) horas después de la muerte. Un cuerpo muerto es incapaz de sintetizar la molécula energética ATP y los iones calcio permanecen en las células musculares, manteniendo los puentes cruzados entrelazados. En otras palabras, la rotura de los puentes cruzados depende de la síntesis de ATP.
La situación de calambre muscular puede explicarse de forma similar. Si existe una cantidad inadecuada de ATP en el músculo o se produce una inadecuada reabsorción de iones calcio en el retículo sarcoplasmático después de la contracción para promover la rotura de los puentes cruzados, el complejo de rigor persiste. Si ello ocurre en una escala suficientemente amplia, todo el grupo muscular puede sufrir un «calambre».
UN MODELO DE SISTEMA MUSCULAR
Resulta relativamente fuera de lugar analizar la acción muscular sin considerar el papel que desempeñan los tejidos conectivos asociados al músculo. Estos tejidos tienen la forma de membrana alrededor del músculo y de sus sub-unidades a todos los niveles, como nexos de unión entre los filamentos de miosina, como discos-Z en las terminaciones de los filamentos musculares y como tendones en las terminaciones de los músculos. Éstos no sólo protegen, conectan y encierran el tejido muscular, sino que son esenciales para determinar el grado de amplitud articular (o flexibilidad) y para mejorar la eficacia del movimiento almacenando y liberando la energía elástica derivada de la contracción muscular.
Todo músculo comprende un componente contráctil, un sistema de actina-miosina, y un componente no contráctil, el tejido conectivo. En términos mecánicos, el músculo puede ser analizado de forma más detallada (de acuerdo con Levin y Wyman, 1927) en términos de un componente contráctil en serie, con un componente elástico en serie (CES); y, en paralelo, con un componente elástico en paralelo (CEP), tal y como se ilustra en la figura 1.14. A pesar de no haberse identificado la precisa situación anatómica de estos elementos, el CEP contiene probablemente sarcolema, puentes cruzados en reposo y tejidos como membranas alrededor del músculo y sus sub-unidades. Por otro lado, se considera que el CES incluye tendón, puentes cruzados, miofilamentos, filamentos de titina y discos-Z. De todos estos elementos, los miofilamentos probablemente proporcionan una mayor contribución al CES (Suzuki y Sugi, 1983).
El CEP es responsable de la fuerza realizada por un músculo relajado cuando es estirado más allá de su longitud de reposo; por su parte, el CES es colocado bajo tensión por la fuerza desarrollada en el músculo contraído activamente. La cantidad de energía mecánica almacenada por el CEP es pequeña y contribuye poco en el balance final de la energía del ejercicio (Cavagna, 1977). Por otro lado, se produce un considerable almacenamiento de energía en el CES, ya que un músculo contraído activamente resiste el estiramiento con gran fuerza, en especial si el estiramiento se realiza de forma súbita. Esta fuerza resistida, realizada en las extremidades del músculo, y no la longitud del músculo contraído, es la responsable del almacenamiento de energía elástica en el CES.
Además, se ha demostrado que la tensión mecánica impuesta al estirar un músculo contraído es menor en un músculo con preponderancia de fibras ST (de contracción lenta), mientras que la energía elástica almacenada es mayor en las fibras FT (de contracción rápida) (Komi, 1984). El mismo estudio sugiere también que la elasticidad del CES en un músculo lento es mayor que en un músculo rápido. Estas diferencias son debidas en gran parte a que la concentración de colágeno es mayor en el músculo lento en relación al músculo rápido (Kovanen et al., 1984). Estos resultados concuerdan con los análisis básicos de movimientos lentos y rápidos. La elevada rigidez y poca tensión de un músculo lento es claramente más apropiada para la función muscular que realiza un continuo apoyo de la postura. Por el contrario, los bajos niveles de rigidez, mayor complicidad y menor elasticidad de un músculo rápido que realizan una gran contracción se adaptan completamente a mejorar la velocidad y la eficacia del movimiento. Recientes investigaciones indican que las diferencias en las propiedades mecánicas entre músculos rápidos y lentos en respuesta a un estiramiento pasivo se deben, en gran parte a sus respectivos contenidos de colágeno.
Junto con las diferencias que hacen referencia al componente de colágeno del músculo, existen también diferencias en términos de fibras musculares. Aparentemente, las fibras ST son capaces de mantener las uniones de los puentes cruzados durante periodos de mayor duración que las fibras FT. Por tanto, una contracción muscular prolongada tendería a ser mantenida más fácilmente en músculos posturales lentos (tónicos) que en músculos rápidos (fásicos). En consecuencia, los procedimientos de estiramiento deberían aplicarse durante períodos más largos en músculos lentos para mejorar sensiblemente su flexibilidad.
Las fibras musculares también se pueden estirar pasivamente y almacenar energía elástica, como los tendones. En este contexto, los puentes cruzados de miosina, que se considera que tiran de los filamentos de actina entre los filamentos de miosina durante la contracción muscular, son estructuras dependientes que pueden llegar a estirarse considerablemente antes de separarse de los lugares activados en los filamentos de actina. Se cree que esta dependencia puede ser provocada por la rotación de las cabezas de meromiosina de los puentes cruzados y por la elongación de su cola, que goza de una estructura en forma de hélice que facilitaría la extensibilidad (Huxley, 1974). En otras palabras, incluso un músculo contraído se puede estirar, no sólo debido a su componente de colágeno, sino también a su tejido contráctil.
Tal y como se ha afirmado anteriormente, si un músculo relajado se estira más allá de su longitud en reposo, es el CEP el más expuesto a la tensión resultante, mientras que en un músculo activo es el CES el sujeto a la mayor parte de la tensión. Ello implica que un estiramiento balístico y pasivo, estático y relajado tiene un mayor efecto en el CEP, y el estiramiento balístico tenso y activo afecta predominantemente al CES. Las variadas técnicas fisioterapéuticas de flexibilidad con la FNP (facilitación neuromuscular propioceptiva) parecen capaces de estirar y reforzar el CES y el PEC, así como los músculos asociados. Las rutinas de entrenamiento con pesas y otros métodos basados en los mismos principios de la FNP pueden conseguir unos resultados similares.
Información adicional sobre el tejido de colágeno
Los tejidos conectivos comprenden esencialmente tres tipos de fibra: colágeno, elastina y reticulina, constituyendo las dos primeras aproximadamente el 90% del total. Las fibras de colágeno (de las cuales existen al menos 10 tipos distintos) aportan fuerza y rigidez al tejido, la elastina proporciona adaptación o elongación bajo la influencia de una carga y la reticulina, volumen (Fung, 1981). Las fibras elásticas están presentes en pequeñas concentraciones en la matriz intercélular de los tendones y de la mayoría de los ligamentos, pero se desconoce su función. Se sugiere que pueden ser importantes en la recuperación de la configuración en espiral de la fibra de colágeno después de un estiramiento o de una contracción muscular (Minns et al., 1973).
El comportamiento de las fibras de colágeno en respuesta a una tensión mecánica depende de la orientación estructural de las fibras, de las propiedades de las fibras de colágeno y elastina, СКАЧАТЬ