Tríptico de los siete inviernos. Miguel Ángel Martínez López
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Название: Tríptico de los siete inviernos

Автор: Miguel Ángel Martínez López

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Poesia

isbn: 9788493908591

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СКАЧАТЬ pocos días llegaremos al viernes.

      Bendito viernes gozoso que todo lo redime.

      LO QUE HAY QUE AGUANTAR

      Lo que hay que aguantar,

      ¡Señor! Todos los días.

      Lo que hay que aguantar.

      Que te pisen la memoria,

      que te hurguen en la herida.

      Que te escupan el esfuerzo,

      que te compliquen la vida.

      Lo que hay que aguantar,

      sin derecho a quejarse,

      sin poder reprochar.

      Porque otros hay peor

      que no pueden respirar,

      al menos, yo tengo aire

      aunque huela un poco mal.

      Lo que hay que aguantar,

      ¡Señor! Y lo que queda,

      que no ha hecho más que empezar.

      Cuando vienen los bufones

      con sonrisas de cartón,

      se me revuelven las tripas

      y se encrespa el corazón.

      Si yo tuviera una espada

      afilada, medieval...

      ... ¡Lo que hay que aguantar, Señor!

      Y yo, tan enfurecido,

      y con este mal humor:

      ¡lo que tendrán que aguantar

      los que tengo alrededor!

      EXCESO DE TRABAJO

      Las redes se colmaron de alegría,

      las líneas bromeaban,

      los routers recitaban poesías.

      El firmware se llenó de primavera,

      un interfaz cantaba y otro se reía,

      el software meneaba las caderas.

      Los bits estaban locos,

      jugando a los vaqueros,

      corrían sin descanso, unos y ceros,

      de un lado para otro.

      Contando cotilleos

      el SNMP parloteaba

      hablando sin parar de esto y de aquello.

      El sol resplandecía.

      Untado bien en crema,

      el BGP moreno se ponía.

      El ISIS se tomó una Coca-Cola.

      La brisa refrescaba.

      El firewall me invitó a una gominola.

      Y así pase la noche

      de picnic y soñando con las redes.

      Y estaban todas locas.

      LA CUEVA

      Si pudiera subirme a una nube

      para dar volteretas

      y, colgando las piernas,

      saludar a los niños que juegan.

      Si pudiera nadar por los mares,

      bucear el océano,

      con delfines saltar entre olas

      y cantar con sirenas.

      Pero no. Yo trabajo en la cueva

      de cristales ahumados,

      encerrado entre luces sin sombra

      con aire sin viento.

      Así me gano el pan,

      sin sudor en la frente.

      Van mis dedos bailando furiosos

      por las teclas crujientes.

      Con los nervios tensados, al borde

      de saltar en pedazos,

      y la copa de las ambiciones

      tendiendo su lazo.

      En el fondo, hago cosas bonitas

      para quien las entienda:

      en mis manos sujeto el timón

      hacia el sol que despierta,

      y disfruto,

      pero en el aire hay algo nocivo,

      con dolor lo presiento;

      no es normal descubrir con sorpresa que

      de lunes a viernes

      también sale el sol y recorre su trecho,

      mientras yo, recluido en mi cueva

      me entero de que es primavera

      porque viene marcado en mi agenda.

      II. Desahogos a la Sombra...

      EL BUZO DE LA ISLA

      Mi mundo interior, la verdad rocosa,

      mi luna, sus estrellas,

      mi sol y mis poemas,

      la playa de mi cuerpo rodea mi extraña isla.

      Los demás, nadan y viven en el mar inhóspito.

      ¿Y el aire, no necesitan aire?

      De vez en cuando asoman y СКАЧАТЬ