Название: Un Rito De Espadas
Автор: Морган Райс
Издательство: Lukeman Literary Management Ltd
Жанр: Героическая фантастика
Серия: El Anillo del Hechicero
isbn: 9781632912107
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Se abrazaron otra vez, sujetándose mutuamente con fuerza, mientras la brisa los acariciaba, y después, finalmente, se apartaron uno del otro.
Gwendolyn miró hacia abajo y notó la Espada del Destino en la cadera de Thor y sus ojos se abrieron de par en par. Ella suspiró.
"Trajiste la Espada", dijo. Lo miró con incredulidad. "Tú eres el que iba a blandirla".
Thor asintió con la cabeza.
"¿Pero cómo…?", comenzó a decir ella y después calló. Evidentemente, estaba abrumada.
"No sé", dijo Thor. "Simplemente pude hacerlo".
Los ojos de ella se abrieron con esperanza, al darse cuenta de otra cosa.
"Entonces el Escudo está activado otra vez", dijo ella esperanzada.
Thor asintió solemnemente.
"Andrónico está atrapado", dijo él. "Ya hemos liberado la Corte del Rey y Silesia".
La cara de Gwendolyn se sintió aliviada y contenta.
"Fuiste tú", dijo ella, al darse cuenta. "Liberaste nuestras ciudades".
Thor se encogió de hombros, con modestia.
"Fue Mycoples, más que nada. Y la Espada. Yo simplemente seguí adelante".
Gwen sonrió.
"¿Y nuestro pueblo? ¿Están a salvo? ¿Sobrevivió alguien?".
Thor asintió con la cabeza.
"En su mayoría están vivitos y coleando".
Ella sonrió, lucía más joven otra vez.
"Kendrick te espera en Silesia", dijo Thor, "también Godfrey, Reece, Srog y muchos más. Todos están vivos y bien y la ciudad es libre".
Gwendolyn se abalanzó y abrazó a Thor, sosteniéndolo firmemente. Podía sentir un alivio corriendo por su cuerpo.
"Pensé que todo estaba destruido", dijo ella, llorando suavemente, "perdido para siempre".
Thor meneó la cabeza.
"El Anillo ha sobrevivido", dijo. "Andrónico está huyendo. Volveremos, y nos desharemos de él para siempre. Y después reconstruiremos todo”.
Gwendolyn de repente le dio la espalda a él y miró hacia otro lado, hacia el cielo, enjugando una lágrima. Ella envolvió firmemente su manto sobre sus hombros, y su cara se llenó de temor.
"No sé si puedo volver", dijo, vacilante. "Me pasó algo. Mientras estabas fuera".
Thor se dio vuelta y la enfrentó, sosteniendo sus hombros.
"Sé lo que te pasó", dijo. "Tu madre me lo dijo. No hay nada de qué avergonzarse", dijo.
Gwendolyn lo miró, con los ojos llenos de sorpresa y asombro.
"¿Lo sabes?", preguntó asombrada.
Thor asintió con la cabeza.
"No significa nada", dijo. "Te amo tanto como siempre. Aún más. Nuestro amor – eso es lo importante. Eso es lo que es irrompible. Te vengaré. Yo mismo mataré a Andrónico. Y nuestro amor nunca morirá".
Gwen se abalanzó y abrazó a Thor con firmeza, sus lágrimas corriendo por el cuello. Él notó cuán aliviada se sentía ella.
"Te amo", le dijo Gwen en su oreja.
"Yo también te amo", respondió él.
Mientras Thor estaba parado allí, abrazándola, su corazón se aceleró con inquietud. Él quería ahora, en este momento, más que nunca, hacerle la pregunta. Pedirle matrimonio. Pero sintió que no podía hacerlo hasta contarle primero su secreto, hasta que le dijera quién era su padre.
La idea lo llenó de vergüenza y humillación. Aquí estaba él, habiendo prometido matar al hombre que ambos odiaban tanto. Y con sus siguientes palabras, ¿cómo podría anunciarle que Andrónico era su padre?
Thor estaba seguro de que si lo hacía, Gwendolyn lo odiaría por siempre. Y él no podría arriesgarse a perderla. No después de todo lo que pasó. La amaba demasiado.
Así que entonces, con sus manos temblorosas, Thor metió la mano en su camisa y sacó el collar, el que encontró entre los tesoros del dragón, con una cuerda de oro y un corazón de oro brillante, repletos de diamantes y rubíes. Lo sostuvo cerca de la luz, y Gwen jadeó al verlo.
Thor apareció detrás de ella y lo abrochó alrededor de su cuello.
"Es una pequeña muestra de mi amor y afecto", dijo.
Colgaba hermosamente en su cuello, el oro brillaba en la luz, reflejando todo.
El anillo le quemaba en su bolsillo, y Thor prometió dárselo cuando fuera el momento adecuado. Cuando pudiera reunir el valor para decirle la verdad. Pero ahora no era el momento, por mucho que él deseara que pudiera serlo.
"Así que como ves, puedes volver", dijo Thor, acariciando su mejilla con el dorso de su mano. "Debes volver. Tu pueblo te necesita. Ellos necesitan a una gobernante. El Anillo, sin un líder, no es nada. Te quieren para que los guíes. Andrónico aún habita en la mitad del Anillo. Nuestras ciudades todavía necesitan ser reconstruidas".
La miró a los ojos y pudo ver lo que pensaba.
"Di que sí", le instó Thor. "Regresa conmigo. Esta torre no es lugar para que una mujer joven viva el resto de sus días. El Anillo te necesita. Yo te necesito".
Thor tendió una mano y esperó.
Gwendolyn miró hacia abajo, vacilante.
Finalmente, ella extendió la mano y la colocó en la de él. Sus ojos se volvieron más y más brillantes, rebosantes de amor y calor. Él pudo ver cómo volvía lentamente a ser la antigua Gwendolyn que había conocido una vez, llena de vida, amor y alegría. Era como si fuera una flor, siendo restaurada ante sus ojos.
"Sí", dijo ella suavemente, sonriendo.
Se abrazaron y él la sujetó con firmeza y juró nunca dejarla ir otra vez.
CAPÍTULO SIETE
Erec abrió los ojos para encontrarse a sí mismo en los brazos de Alistair, mirando sus ojos de color azul cristal, que brillaban con amor y calor. Ella sonría por la comisura de sus labios, y él sintió el calor que irradiaba de sus manos y a través de su cuerpo. Cuando se revisó, se sintió completamente curado, renacido, como si nunca hubiera sido herido. Ella lo había resucitado de entre los muertos.
Erec se sentó y miró a los ojos de Alistair con sorpresa, preguntándose una vez más quién era realmente, cómo podría tener esos poderes.
Mientras Erec se sentaba y frotaba su cabeza, recordó inmediatamente: Los hombres de Andrónico. El ataque. La defensa del barranco. La roca.
Erec СКАЧАТЬ