Название: Enfermedad Cero
Автор: Angelo Barbato
Издательство: Tektime S.r.l.s.
Жанр: Медицина
isbn: 9788873040569
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No saber aprovechar esta gran oportunidad o peor no querer participar en el cambio puede traducirse en eventos sociales desfavorables, de los cuales ya se puede tener percepción, si no las primeras señales.
La historia continuamente nos los propone.
Individuos y empresas, cada vez más colaborativos, más involucrados, más empáticos, más atentos al planeta en el que viven. El cambio incidirá en nuestras vidas aún más rápidamente cuanto más seamos parte activa.
Y esto sucederá tanto en la producción de bienes, y sobre todo en la esfera colectiva de las relaciones, los denominados Servicios y entre éstos ante todo los de la Salud, donde el valor de la empatÃa es uno de los pilares fundamentales de la concepción moderna de la relación médico-paciente.
La relación médico-paciente, que siempre ha representado la piedra angular y el eje central del proceso de âcuraciónâ en todas sus fases, desde la prevención hasta el diagnóstico y la terapia.
En algunos contextos nacionales con el tiempo ha cambiado la relación médico-paciente, dejando espacio a estériles protocolos matemáticos de cadenas de producción de âEmpresasâ de la Salud operadas por organizaciones veces especulativas. Empresas ya sean públicas o privadas. El carácter especulativo en cuanto a las âEmpresasâ, en éste contexto, es que en lugar de concentrarse en la âproducciónâ de salud terminan por alimentarse a sà mismos y a su supervivencia.
¿Por qué los sistemas de administración de servicios sanitarios están siendo constantemente revisados? ¿Qué cambia continuamente? ¿Cómo es que nunca los sistemas sanitarios públicos tienden a privatizarse y viceversa? ¿Por qué una profesión importante como la sanitaria, más que cualquier otra está en el centro del debate y la polémica? ¿Por qué uno de los servicios más importantes que cada Estado deberÃa garantizar prioritariamente es tan diferente de un paÃs a otro?
La evolución de la sociedad ha cambiado progresivamente el foco en el nivel de la pirámide de las necesidades, esto ha ocurrido inevitablemente también por uno de los servicios fundamentales organizados para los ciudadanos en las sociedades modernas âla protección de la saludâ.
Hoy es irrefutable el estrecho vÃnculo individuo-ambiente con las correlaciones entre la degradación ambiental y los riesgos para la salud. Desde esta conciencia ha ido desarrollándose poco a poco la consciencia y la cultura de la prevención.
La crisis ambiental, la crisis de la salud y la crisis de valores están estrechamente relacionadas y son interdependientes. El sistema responde a la solicitud de la salud con un número cada vez mayor de servicios costosÃsimos y sofisticados tecnológicamente, tratando de modificar la historia natural de la âenfermedadâ, lo que de por sà ya significa âsalud perdidaâ, descuidando a su vez la prevención primaria a realizar bien sea en ambiente contaminado y malsano que nos rodea, como en los individuos, con una adecuada polÃtica de información y educación sanitaria en busca de un estilo de vida más simple y sostenible.
Al valor ético y social a veces se contrapone el valor económico, del cual la necesidad de volver sostenible el sistema de salud, garantizando condiciones de igualdad y universalidad.
Todos los paÃses del mundo se han comprometido a buscar respuestas para mejorar la salud de sus ciudadanos.
Distintos paÃses, principalmente aquellos más desarrollados, han hecho modelos de gestión de la sanidad esencialmente de dos tipos: un público principalmente público llamado Beveridge por el inglés que al final de la Segunda Guerra Mundial llevó al Reino Unido a una cobertura de seguro público, el âServicio Nacional de Saludâ, y el modelo Bismarck denominado asà por el estadista prusiano/alemán que introdujo el sistema privado de salud.
Distintos paÃses han intentado, incluso con las personalizaciones, de adaptar dichos modelos organizativos a la continua evolución de la demanda de salud, al variable cuadro ambiental y económico con el fin de asegurar al máximo el estado de salud de la población.
En los años 90 la Organización Mundial de la Salud ha desplazado aún más el nivel de atención de los sistemas de protección de la salud dirigiendo la atención no más simplemente a la cura de las enfermedades, sino a la búsqueda del bienestar psicofÃsico de los individuos y de los determinantes ambientales del bienestar.
Para organizar la asistencia sanitaria el hombre comenzó su lucha contra las enfermedades que en el siglo XIX se concentró en las terapias contra las enfermedades infecciosas. Alrededor de 1850 iniciaba la construcción de los primeros hospitales con pabellones, que pronto demostraron ser capaces de albergar y conectar las actividades especializadas que empezaban a surgir, en particular aquellas quirúrgicas, como consecuencia de los revolucionarios descubrimientos cientÃficos y las prácticas de una era en la cual se lanzaron las bases de la anestesia, la microbiologÃa, la antisepsia y la asepsia, pero también de los soportes de los diagnósticos de laboratorio, seguidos del diagnóstico radiológico (Röntgen, premio Nobel 1901), al cual se le añadirÃa un poco más tarde (Einthoven, 1908), el diagnóstico electrocardiográfico7 .
Para organizar la sanidad, además de la gestión del enfermo agudo y por lo tanto la urgencia/emergencia es necesario cada vez más saber manejar la enfermedad crónica a través de una visión holÃstica que incluye un manejo activo de la enfermedad y más a menudo de las enfermedades crónicas centrado en la prevención.
En los últimos años el modelo tradicional y jerárquico de sanidad que se identifica con la asistencia hospitalaria ha comenzado a vacilar, no sólo por el alto costo energético, tecnológico y de gestión, sino también por las profundas modificaciones epidemiológicas de las enfermedades. Tradicionalmente, la patologÃa aguda ha visto desarrollarse una medicina de espera que ha tenido un desarrollo de arriba hacia abajo en el hospital, estructura dedicada cada vez más dedicada a los usuarios, a la emergencia y a las curas de alta intensidad que necesitan de alta tecnologÃa. El hospital se ha vuelto ineficaz para el tratamiento de enfermedades crónicas cada vez más extendidas y que necesitan de intervenciones multidimensionales también de tipo socio sanitario.
El aumento de la expectativa de vida con el progresivo envejecimiento de la población ha llevado al aumento de las patologÃas crónico-degenerativas e incapacitantes, para las cuales el modelo de espera tradicional del hospital es inadecuado.
El intento de crear dentro de los hospital sectores ambulatorios para actividad externa especializada ha demostrado ser un fracaso por una serie de motivos: los costos estructurales y de gestión hospitalaria son demasiado altos para tales actividades, y los tipos de servicios son completamente diferentes dado que el enfermo agudo debe ser tratado en el hospital y el enfermo crónico deben ser tratado en el territorio a través del fortalecimiento de modelos organizativos caracterizados por la prevención.
Mezclar la gestión de la actividad para la enfermedad aguda con la gestión de la actividad para la enfermedad crónica, dentro del hospital, los recursos de las actividades propias para el СКАЧАТЬ