Название: América ocupada
Автор: Rodolfo F. Acuña
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: BIBLIOTECA JAVIER COY D'ESTUDIS NORD-AMERICANS
isbn: 9788491349655
isbn:
Las mismas culturas indígenas han mantenido estas tradiciones con vida. “Although agriculture is less than 5 percent of Mexico’s gross domestic product, more than a quarter of Mexicans still make their living as farmers. And most of the poorest of those farmers grow corn. Over 60 percent of Mexico’s cultivated land is planted with corn, most of which are small family plots. In all, 18 million Mexicans, including farmers and their families, rely on corn for their livelihood”.25
El cultivo de maíz se propagó más allá de México, hacia el norte del continente. Este pudo ser llevado tanto por las migraciones forzadas de grupos indígenas de América Central o por mercaderes quienes establecieron comercio con la gente del norte. Tal distribución del maíz se dio hace cerca de 1000 años hacia lo que hoy es el norte de Estados Unidos y hacia la costa peruana, al sur del continente. El maíz posibilitó el establecimiento de grandes ciudades capitales y el desarrollo de una riqueza cultural que no solo ha dejado monumentos de piedra, sino también adelantos matemáticos, astronómicos, literarios y teológicos. Ya que en gran medida estos fueron reducidos a cenizas por la colonización española, es una grave injusticia pretender que el legado de estas civilizaciones se limita a sus edificaciones de piedra.
En cuanto a la actualidad del indigenismo y el campesino mexicano, en el 2016, el expresidente mexicano, Enrique Peña Nieto, arremetió contra la constitución mexicana de 1917. Su gobierno aceleró el desmantelamiento de México, privatizando los recursos públicos de México y arrebatándole al pueblo mexicano las garantías constitucionales de tal constitución. La constitución de 1917 había sido la primera en el mundo en preocuparse por proteger los derechos civiles de su pueblo. Por ejemplo, el artículo 3 revocaba cualquier censura a textos prohibidos y ofrecía garantía de acceso gratuito a la educación compulsoria y laica. El artículo 27 confiere a la nación potestad de pertenecía sobre todos los recursos naturales del país, por lo que el derecho a la propiedad y el permiso para minar materias primas (e.g., minerales y agua) estaba reservado solo para ciudadanos mexicanos. El artículo 28 prohibía cualquier tipo de monopolio, y el artículo 123 empoderaba la lucha del sector obrero. No obstante, la agenda neoliberal del presidente Peña Nieto puso en estado de sitio a los artículos 3, 27 y 28 de esta constitución. El asedio constitucional queda particularmente ejemplificado en los cambios hechos al artículo 27, al cual se le agregó una cláusula final que le permite al gobierno conceder licencias y dividir ganancias petroleras con corporaciones multinacionales del tipo de Exxon y Chevron. Tales mal llamadas reformas son una rescisión de la nacionalización histórica de la industria petrolera del expresidente Lázaro Cárdenas en 1938.
La privatización de los recursos naturales de México se aceleró aún más con la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Las nuevas medidas económicas engendrarían una nueva elite billonaria entrelazada a los intereses capitalistas de Estados Unidos. El TLCAN resultó de negociaciones trinacionales, entre Canadá, México y Estados Unidos, con el principal afán de privatizar los ejidos mexicanos. En 1992 “nearly half of Mexico’s total land mass is held in 28,000 ejidos, occupied by more than 2.5 million farmers”.26 A la cabeza de esta planificación neoliberal se encontraban el expresidente Carlos Salinas de Gortari y la Cámara de Diputados mexicana. Apelando a una supuesta insuficiencia y baja en la productividad comercial y el supuesto deterioro del nivel de vida, estos políticos son responsables de la iniciativa para modificar el artículo 27. Al reconocer la amenaza que estos cambios representaban para su estilo de vida, el primero de enero de 1994 los zapatistas se alzaron en armas. Millones de indígenas se han visto obligados a abandonar sus tierras por este tipo de ataques en contra de su estilo de vida; los cuales se extienden hasta el presente. Por el momento, el resultado final sigue siendo una incógnita y el TLCAN continúa en pláticas de renegociación. El alcance y extensión de la privatización en México es impredecible ya que, al igual que Afganistán, Irán y Venezuela, México cuenta con vastas riquezas geográficas y minerales que no pueden ser ignoradas por los capitalistas estadounidenses.
Con la versión inicial del TLCAN se detonó un proceso de importación de maíz estadunidense. Debido a los subsidios agrícolas en este país, se abarató el precio del maíz mexicano obligando a los campesinos ejidatarios al cese de cultivo de sus tierras.27 La llegada del TLCAN a México también introdujo compañías agrícolas estadounidenses como Monsanto. “The Monsanto Corporation has won the right to begin planting genetically modified (GMO) corn in Mexico’s Yucatan Peninsula. Although the company touts higher crop yields and new drought resistant vegetables, their presence has been met with vehement opposition in Mexico and in other countries with unfavorable relationship with the largest developer of genetically modified crops. Corn was first domesticated in Mexico some 10,000 years ago, and introducing GMO corn crops would likely disrupt and permanently change a long running history of corn cultivation by small, independent farmers”.28 La incursión de compañías como Monsanto elevó el riesgo económico y vivificó la problemática cultural que representaba el TLCAN; esto provocó un vehemente resurgimiento de la lucha social y resistencia física de grupos ambientalistas y de campesinos mexicanos.
LOS TRES ÚLTIMOS CAPÍTULOS
Hace ya más de ciento cincuenta años que los inmigrantes mexicanos han vivido entre las entrañas de dos monstruos, Estados Unidos y México. Por ello, el rechazo de la oligarquía de ambos países y la pretensión sistemática de borrar sus testimonios es una amenaza latente en contra de la verdad. En su experiencia pervive una historia de resistencia y una narrativa particular de la que se puede aprender mucho. El activismo y conciencia obrera de los inmigrantes mexicanos y centroamericanos, tanto como el de sus familias, se remonta más allá de sus vidas en Estados Unidos. En ellos conviven memorias de la Revolución mexicana y otras luchas sociales a raíz de un cariño sinigual por la tierra, lo que ha sido tema de tantos corridos y dichos populares. Es precisamente con base a esta tradición desde donde parte el contenido de los capítulos 11 y 12.
El capítulo 11 cubre las grandes migraciones de las décadas de 1970 y 1980 y los motivos que empujaron a millones de mexicanos hacia Estados Unidos. Bajo el mismo criterio, el capítulo también presta atención a los efectos de la desindustrialización de los Estados Unidos durante esas décadas. También resulta necesario observar cómo las gestiones contrarrevolucionarias financiadas por el gobierno estadounidense en varios países latinoamericanos empujaron a cientos de miles de refugiados hacia los Estados Unidos; tal como la guerra contra el narcotráfico durante la gestión de Richard Nixon que promovió la intervención estadounidense tanto en Colombia como en América Central. Estas guerras civiles se manifestaron con mayor intensidad en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. En la década de 1970, un millón de mexicanos inmigraron a los Estados Unidos, pero el flujo de inmigración solo se aceleró en la década de 1980 cuando la crisis del colapso de la banca mexicana detonó el proceso de privatización de la economía mexicana y el surgimiento de una clase billonaria liderada por Carlos Slim; desde entonces, México se mantiene preso del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estos factores de empuje migratorio coinciden con las fuerzas gravitacionales de la industria ligera que, siendo plantas de explotación laboral, en lugares como Los Ángeles, California, aprovechaban la mano de obra barata del inmigrante para competir con Los Tigres manufactureros de Asia. No obstante, la comunidad inmigrante en Estados Unidos luchó contra esa explotación laboral y eligió el camino de la sindicalización. Es así como en la década de 1980 concomitantemente la inmigración rescató la economía de muchas ciudades estadounidenses y estimuló el desarrollo de una conciencia de clase entre la comunidad mexicana y mexicoamericana.
El capítulo 12 cubre el periodo desde 1990 al 2016. El material del capítulo incluye la histeria antinmigrante, como el caso de la propuesta estatal de California, la Propuesta 187, y la adherencia de movimientos anti-nativistas a la agenda de lucha de grupos en pos a derechos de los inmigrantes. En este periodo también se hace visible un creciente interés por la inmigración de parte de las elites mexicanas y estadounidenses. Sobre todo, se revela su interés por la inmigración a causa de su dependencia СКАЧАТЬ