El Vía crucis de los santos. Pablo Cervera Barranco
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Название: El Vía crucis de los santos

Автор: Pablo Cervera Barranco

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Fe e Imagen

isbn: 9788428563772

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СКАЧАТЬ la Cruz!

      Oración

      Padre misericordioso, que has escuchado las súplicas de tu Hijo en el día de su tribulación, enséñanos, en medio de las pruebas y tentaciones de la vida, a contemplarlo orante en el huerto y paciente hasta la muerte, para que, conformándonos siempre con tu voluntad en este mundo, esperemos el cumplimiento de las maravillas de tu amor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

      R/ Amén.

      Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

      R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.

      Santa Faustina Kowalska

      V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

      R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.

      Palabra de Dios

      Mt 26,39

      Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz...

      Reflexión

      Jesús a santa Faustina: No te extrañes si a veces sospechan de ti injustamente. Yo por amor a ti, fui el primero en beber este cáliz de sufrimientos injustos [289]. Cuando estaba ante Herodes he obtenido para ti la gracia de saber elevarte por encima del desprecio humano, de seguir, fielmente, mis pasos [1164].

      Santa Faustina: Jesús, somos sensibles a las palabras y queremos responder de inmediato, sin reparar en si es la voluntad de Dios que hablemos. El alma silenciosa es fuerte, ninguna contrariedad le hará daño si persevera en el silencio. El alma silenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios [477].

      Oración

      Jesús misericordioso, ayúdame a que sepa aceptar cada juicio humano y no me dejes pronunciar nunca la sentencia de condena contra ti en mis prójimos.

      R/ Amén.

      Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

      R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.

      San Pío de Pietrelcina

      V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

      R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.

      Palabra de Dios

      Sab 2,12-20

      Tendamos lazos al justo, que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación. Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor. Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible, lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños. Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener a Dios por padre. Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará en su tránsito. Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá y le librará de las manos de sus enemigos. Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará.

      Reflexión

      El alma cristiana no deja pasar un solo día sin meditar la pasión de Jesucristo.

      Oración

      Padre de bondad, tu Hijo nos enseñó en su Pasión a orar, con la palabra y el ejemplo; concédenos piadoso, que dedicados siempre a la oración, superemos las tentaciones y pruebas de la vida y hagamos siempre nuestra tu voluntad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

      R/ Amén.

      Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

      R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.

      Santa Maravillas de Jesús

      V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

      R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.

      Palabra de Dios

      Ef 2,4-7

      Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo –por gracia habéis sido salvados– y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

      Reflexión

      Oí distintamente dentro de mí: «Y yo fui tenido por loco...»; e hicieron tanta operación en mi alma estas palabras, que desde entonces se trocaron todos estos tan varios deseos de ser estimada en el muy grande que desde entonces tengo de ser despreciada... Yo no quiero la vida sino para imitar lo más posible la de Cristo.

      Lo único importante es procurar agradar a Dios nuestro señor y el juicio suyo, que los de las criaturas suelen ser equivocados, unas veces en mal y otras en bien, y lo que únicamente vale es lo que seamos delante de nuestro Dios.

      Oración

      Dios todopoderoso y eterno, que escuchaste el grito humilde de la oración de tu Hijo Jesucristo, en las profundas angustias de la Pasión, haz que, amaestrados por la debilidad de los apóstoles, aprendamos a conformarnos siempre con tu voluntad y, mediante una vida consagrada a la oración y a la vigilancia, podamos vernos libres de la esclavitud del mal. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

      R/ Amén.

      Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

      R/ Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.

      II. ESTACIÓN: Jesús carga con la cruz

      San Francisco de Asís

      V/ Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.

      R/ Porque con tu Santa Cruz has redimido al mundo.

      Palabra de Dios

      Lc 9,23-24

      Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ese la salvará».

      Reflexión

      Debemos odiar nuestro cuerpo con sus vicios y con sus pecados, puesto que el Señor dice en el Evangelio que todos los vicios y todos los pecados «salen del corazón». «Debemos amar a nuestros enemigos y hacer el bien a los que nos odian». Debemos observar los preceptos y los consejos de nuestro Señor Jesucristo. También debemos negarnos a nosotros mismos y poner nuestros cuerpos bajo el yugo de la santa obediencia, tal como cada uno lo ha prometido al Señor.

      Oración

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