Название: Caballeros del rey
Автор: Jorge Sáiz Serrano
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Oberta
isbn: 9788437084336
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[16] Como los diversos casos de los pagos de soldada en las campañas entre 1441-1447: ARV, MR, n.º 8.790, n.º 8.791.
[17] Con lancie de 4, 5 y hasta 6 caballos: M. Mallett, L’organizzacione militare di Venezia.., op. cit., pp. 94-96; id., Sigrnori e mercenari..., op. cit., pp. 153-154; M.ª N. Covini, L’esercito del Duca. Organizacione militare e istituzioni al tempo delgi Sforza (1450-1480), Roma, 1998, pp. 365-366.
[18] El término paghes era asimilable a un pequeño grupo de infantes (2 y 3) y así lo recogen los asientos de la contabilidad de la Tesorería al remunerar las soldadas de los condestables según el número de paghes (o pagens) a su cargo: vid. variados ejemplos en ARV, MR, n.º 9402 s. f., ibid. n.º 9.385 s. f.; n.º 8.791 passim. Sobre la terminología y organización de la infantería italiana: P. Pieri, «Il ‘Governo et exercitio dela militia’...», cit., pp. 113-114 y 140-142; M.ª N. Covini, «Guerra e ‘conservazione dell stato’. Note sulle fanterie sforzesche», Cheiron 23, (1995), pp. 67-104. Los infantes provisionats constan en el ejército del Magnánimo tras la conquista de Nápoles, en 1445-1446: ARV, MR, n.º 9.385, s. f. e ibid. n.º 9.407 fols. 195r-v y 202r.
[19] Variados ejemplos en ARV, MR, n.º 9.407, fol. 195r-v; ibid. y n.º 9.408, n.º 8.790 y 8.791. También se documenta ello en el ejército veneciano de la segunda mitad del XV: M. Mallett, L’organizazione militare..., op. cit., p. 108.
[20] Por ejemplo en la guayta de porta Petruxa se desplegó 284 hombres de armas liderados por 4 nobles y 200 ballesteros a cargo de 9 condestables; y en las guardias contra el castillo hubo turnos de ataque, cada uno con 100 hombres de armas y 100 pillarts capitaneados por un noble y 120 ballesteros liderados por 5 condestables: vid. Dietari del Capellà..., op. cit., pp. 121-123.
[21] A saber, 440 paghens (330 infantes) comandados por 5 conestables, 26 ballesters a cargo de 3 conestables y 78 cavalls liderados por 18 hòmens d’armes: ARV, MR, n.º 9.403, s. f.
[22] Como el ejemplo que recoge el Panormita del ataque al castillo de Benalbergo en 1440: A. Becadelli, Dels fets e dits del gran rey Alfonso. Versió catalana de Jordi de Centelles, ed. de E. Duran, Barcelona, 1990, p. 227.
[23] Sobre esta nueva infantería ligera (que combate a la usança de Itàlia) y, en general, sobre la renovación de la infantería y la presencia de escopeteros, vid. P. Pieri, «Alfonso V d’Aragona e le armi italiane», en IV CHCA, vol. I, Palma de Mallorca, 1959, pp. 121-126; M. Mallett, Signori e mercenari.., op. cit., pp. 158-164.
[24] Sobre las transformaciones en las estructuras de reclutamiento, vid. J. Sáiz, «La organización militar en la expansión mediterránea...», cit., pp. 750-754 y 761-762. Para las modalidades de servicio obligatorio, incluyendo el de host o movilización general, a nivel de la Corona y para el caso valenciano, remito a: BCCV, Fondo Mayans, n.º 622, fols. 175r, 186r-188v; L. Klüpfel, «El règim de la confederació catalano-aragonesa a finals del segle XIII», Revista Jurídica de Catalunya, 35 (1929), pp. 298-308; 36 (1930), pp. 298-331, sobre todo n.º 36, capítulo VI «Exèrcit., i flota», pp. 298-308; M.ª T. Ferrer i Mallol, Organització i defensa d’un territori fronterer. La governació d’Oriola en el segle XIV, Barcelona, 1990, pp. 225-235; id., «La organización militar de Cataluña...», cit., pp. 156-166; L. Querol Roso, Las milicias valencianas desde el siglo XIII al XV. Contribución al estudio de la organización militar del antiguo reino de Valencia, Castellón, 1935, pp. 49 y 88.
[25] El servicio militar de feudatarios (poseedores de cavalleries) perdió su valor militar entre la conquista de Sicilia de 1282 y la guerra con Castilla de 1356-1365, cuando incluso en contextos defensivos se prioritarizaba la contratación a sueldo. A fines del XIV era un recurso secundario y residual, un mero patrón de movilización para la defensa local, a diferencia de Castilla donde los feudos-renta (pagos por tierra y acostamiento) mantuvieron su importancia militar. Al respecto y una comparación con Castilla, vid. J. Sáiz, «La organización militar en la expansión mediterránea...», cit., pp. 750-751 y 761; id., «Una clientela militar entre Castilla y la Corona de Aragón...», cit., pp. 116-124.
[26] ARV, GOV n.º 4.255, fol. 113r.
[27] ARV, MR n.º 9.386, fols. 1r y 2v; ibid, n.º 8.777, fols. 12r, 13r-15r, 21v-23r. Este tipo de servicio de nuevo demostró su inoperatividad en el verano de 1430, cuando otra convocatoria de hosts en Aragón y de Princeps namque en Cataluña fracasó, por lo que el rey cobró cuantiosas multas a ambos territorios: ARV, MR, n.º 8.779, fols. 32r, 35v-36r, 39r-40v y 42v; Ryder, p. 218, nota 115 y p. 225, nota 9.
[28] Sobre la movilización de la caballería, vid. J. Sáiz, «Del amprament al acorriment. La movilización de tropas de caballería en las campañas de Alfonso el Magnánimo (1420-1432)», en El Mediterráneo: hechos de relevancia histórico-militar y sus repercusiones en España. V Jornadas Nacionales de Historia Militar, Sevilla, 1997, pp. 329-352; id., «La organización militar en la expansión mediterránea...», cit., pp. 742-753.
[29] Como el consell del senyor rey resident en la ciutat de Valencia: vid. C. López, «Notas en torno al Consejo Real de Valencia entre la guerra de Castilla y la conquista de Nápoles (1429-1449)», en XV CHCA..., op. cit., t. I, vol. 2, pp. 255-274.
[30] En la expedición de 1420 los registros de cancillería informan de deliberaciones de lo que podríamos considerar como un consell constituido ex profeso e integrado por el rey ab sos barons, cavallers, ciutadans e altres experts en los affers de Cerdenya: ARV, RC, n.º 622, fol. 221v. Más explícito, en la expedición mediterránea de 1432, consta el Consell dels Fets de la armada compuesto por persones ordenades en los dits afers per lo dit senyor [rey], entre ellos los consellers reales, el tesorero y los nobles con mandos navales (capità general, almirall, vicealmirall, etc.): ARV, MR, n.º 8.780, fol. 66v. La actividad de consells militares ya se ve en campañas del XIV, como las guerras sardas de Pedro IV, vid. A. Beauchamp, «‘Que ivarçosament nos trametats la hajuda que demandaus haviem’. L’organisation du soutin militaire au roi Pierre IV d’Aragon durant la campagne de Sardaigne (1354-1355)», en XVIII CHCA..., op. cit., vol. I, pp. 435 y ss.
[31] En la correspondencia de la cancillería real durante la planificación de campañas, como en marzo de 1429, el monarca reconoce en más de una ocasión, como era él y miembros de su consell, quienes ordenaban a quiénes se debía convocar (amprar): ARV, RC, n.º 455, fol. 35r.
[32] J. Sáiz, «Del amprament al acorriment. La movilización de tropas de caballería...», cit., p. 336.