Название: Relatos de vida, conceptos de nación
Автор: Raúl Moreno Almendral
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Historia
isbn: 9788491347866
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Evidentemente, aquí nos encontramos con el techo de la especialización: es comprensible que un estudioso de los fenómenos nacionales busque eso y no otra cosa. El problema viene cuando no se es sensible a las relaciones que los propios individuos establecen entre sus pertenencias, entre las cuales la nación no siempre es la dominante. Lo que en realidad es ambiguo se presenta como claramente nacional y las palabras se extraen de manera descontextualizada para hacer que digan lo que conviene al investigador. Igualmente, sabemos que la multiplicidad de identidades no es acumulativa sino interseccional. «To speak autobiographically as a black woman is not to speak as a “woman” and as a “black”. It is to speak as a black woman» (Smith y Watson, 2010: 41). Dejando aparte la manipulación política, un manejo deficiente de esto puede llevar a las situaciones mencionadas. El desafío para los nationalism scholars consiste, de este modo, en analizar su tema con la profundidad y los matices necesarios, pero sin diluirlo, y evitando la desnaturalización y la sobreinterpretación.
UN CORPUS DE RELATOS DE VIDA PARA LA ERA DE LAS REVOLUCIONES
Todos los sujetos de nuestro corpus pueden adscribirse, de alguna u otra manera, a uno de los cuatro procesos de construcción nacional considerados: el británico, el francés, el español y el portugués. Cada vez que aparece un nuevo autor en el cuerpo del texto, se incluye a pie de página información biográfica y de la(s) fuente(s) asociada(s), así como las marcas estadísticas correspondientes a los grupos en los que se le ha clasificado (véase la tabla 1). Como ya se ha indicado, sus narrativas fueron elaboradas entre los años ochenta del siglo XVIII y los años treinta del siglo XIX. Se han descartado muchas memorias publicadas a partir de los años cincuenta por los ya ancianos protagonistas de la revolución liberal. Por lo tanto, en términos de procesos de memoria, el contexto no deja de ser el de la propia era de las revoluciones.
Aparte de los manuscritos, sí nos hemos servido de ediciones y transcripciones posteriores. Los casos de clara manipulación, entendiendo esta como modificaciones sustanciales realizadas por otra persona diferente al autor original, han sido sacados del corpus. Por supuesto, en muchas narrativas la seguridad sobre una modificación a posteriori no es completa, en cuyo caso se ofrecen las oportunas indicaciones.
En la práctica, no todos los sujetos son productores de narrativas escritas. Las diferencias de alfabetización, acceso a la movilidad y a los medios de comunicación, discriminación de género o clase social se han manifestado en la búsqueda de fuentes y se reflejan en las frecuencias del corpus. La representación directa de los individuos «mudos» es imposible. Respecto al resto, que va constituyendo la mayoría de la sociedad según nos acercamos al presente, la limitación en las observaciones posibles mantiene el problema.
De esta forma y en el espíritu del fragmento citado de Archilés, un corpus de narrativas nunca podrá ser completamente representativo, como no lo es ningún método de análisis social. No obstante, podemos paliar esto en la composición de una muestra que asegure la diversidad sin caer en nuevos sesgos de observación y que tienda a la distribución normal.
Teniendo en cuenta lo señalado anteriormente sobre la naturaleza y las complicaciones de otras fuentes, el hacer explícitos los criterios de composición responde más a la necesaria información que debe tener el lector sobre los posibles sesgos que a cualquier pretensión de desarrollar un tratamiento cuantitativo. En la tabla 1 puede verse un resumen de la composición de nuestro corpus, organizado por casos y después según las cuatro categorías de control fundamentales que hemos empleado.
Tabla 1.
Estructura del corpus (frecuencias absolutas y porcentajes)
Dada nuestra defensa de una perspectiva fenomenológica de la nacionalización, tendría poco sentido incluir un criterio de «intensidad de nacionalización» (dejando aparte la imposibilidad de formalizar eso). Sí nos siguen pareciendo relevantes, de acuerdo con nuestra finalidad y con lo que la historiografía ha venido tradicionalmente manejando, la pertenencia a las élites, la experiencia militar, la variable de género y la diversidad cultural territorializada.
No obstante, estos criterios tampoco son incuestionables. Pertenecer a las «élites» o a los «grupos gobernantes», conceptos que los modernistas más clásicos (Gellner, 2008; Hobsbawm, 1991) consideran el motor de los procesos de construcción nacional, es más contextual y variable de lo que parece. Un párroco de un pequeño pueblo, un recaudador de impuestos o el comandante de una guarnición fronteriza podrían considerarse «élites» («minoría selecta o rectora» según la Real Academia Española) en el marco de las poblaciones locales en las que están radicados. Sin embargo, nadie los consideraría tales en el marco del clero, la hacienda o el ejército, respectivamente. Un literato, un músico o un pintor pueden formar parte de la élite intelectual y a la vez vivir en unas condiciones materiales miserables. Los procesos de ascenso y descenso social que un individuo puede experimentar a lo largo de su vida también introducen un factor de complicación, incluso en una etapa previa a la sociedad de masas como es la era de las revoluciones.
Clasificar a alguien como «militar» es algo más simple por la necesidad de una vinculación profesional en algún momento de la vida, aunque muchos individuos de esta época tuvieron «experiencias militares» sin ser parte de un ejército durante la mayoría de su trayectoria vital. En el caso de las mujeres, el mayor problema ha sido precisamente el de encontrar narrativas, sobre todo en España y Portugal, donde el analfabetismo femenino era muy superior a las tasas del norte de Europa. Por último, la importancia que se le suele otorgar a las tensiones «centro-periferia» justifica la pregunta por el lugar de nacimiento, educación y/o socialización del individuo. En el caso del Reino Unido, se ha calificado de «área no central» todo lo que no fuera Inglaterra (pese a que esta, a su vez, tenga áreas claramente centrales y otras periféricas). En Francia, todo lo que no fuera la Île-de-France y sus aledaños. Lo mismo pasa con Portugal y Lisboa y, en España, con el centro de la península ibérica (los territorios litorales de la Corona de Castilla también se han considerado como «periféricos»).
Obviamente, otro corpus habría sido posible, incluso con los mismos criterios. Ciento setenta narrativas pueden parecer suficientes o no. Algunas no son más largas que una decena de páginas, otras ocupan miles en varios volúmenes. Algunas no cubren más de un año, otras cubren casi toda una vida. Algunas fueron redactadas el mismo día que refieren, otras relatan acontecimientos ocurridos años antes.
Las memorias y las autobiografías suelen tener un grado de reflexividad compatible con el desarrollo de un «régimen de agencia» o acción individual de tipo «moderno», si por esto identificamos a un individuo dotado de una conciencia íntima diferenciada y una capacidad de acción en el mundo autónoma. Los diarios y, en menor medida, los libros de viaje suelen proporcionar una imagen más pasiva y contextual, supuestamente asociada a un «régimen de agencia» premoderno. Aun admitiendo esta distinción, en la que podríamos reproducir gran parte de la discusión sobre el modernismo, los usos y significados de las categorías nacionales no parecen verse directamente moldeados por ella. Como veremos, de existir algún factor significativo sería el del nivel educativo y el grado de politización, lo cual está ciertamente relacionado con los procesos de modernización, pero de manera indirecta.
A menos que se indique la fuente concreta, la información bio-bibliográfica se ha extraído de los estudios introductorios de las ediciones que se citan, de los repertorios biográficos y genealógicos disponibles, así como de los diccionarios al uso, como el Diccionario biográfico español, el Dictionary of National Biography o el Gil Novales (2010). También se ha acudido a algunas obras de referencia en literatura autobiográfica en cada uno de los casos o a estudios literarios sectoriales dedicados a esta, como los trabajos de Burnett, Vincent СКАЧАТЬ