Название: Según natura
Автор: Eva Cantarella
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Anverso
isbn: 9788446051367
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[16] Calim., fr. 169 68 Pfeiffer, Teócr., XII, 13 y Alcm., fr. 34. Sobre el significado del verbo eispnein véase también C. Diano, Saggezza e poetiche degli antiche, Vicenza, 1968, pp. 167 y ss. (L’eros greco) y en particular p. 169; sobre el paso del significado físico al metafórico del verbo, véase P. G. Maxwell-Stuart, «Strato and the Musa puerilis», Hermes 100 (1972), pp. 216 y ss. y en especial pp. 224-225. El significado metafórico (inspiración ritual) está documentado por ejemplo en Jen., Symp., 4, 15. Ulteriores informaciones terminológicas en P. Cartledge, «The Politics of Spartan Pederasty», cit., p. 31, n. 18. Contra estas hipótesis, sin embargo, véase B. Sergent, L’homosexualité initiatique, cit., pp. 218-219.
[17] E. Keuls, The Reign of the Phallus. Sexual Politics in ancient Athens, Nueva York, 1985, pp. 276-277.
[18] «Fluidez» de las instituciones es la expresión utilizada por uno de los mayores estudiosos de la sociedad homérica, M. I. Finley, The World of Odysseus, Nueva York, 1977.
[19] Sobre el tan debatido problema del nacimiento de la polis y sobre el periodo en el que se puede empezar a hablar de una organización política (claramente distinta de la micénica), véase V. Ehrenberg, «When did the Polis Rise?», en Zur griechischen Staatskunden, F. Gschnitzer (ed.), Darmstadt, 1869, pp. 3 y ss., y además las referencias citadas en E. Cantarella, Norma e sanzione in Omero, Milán, 1979, pp. 278 y ss., a las que hay que añadir W. C. Runciman, «Origins of State: the Case of Archaic Greece», Comparative Studies in Society and History 24 (1982), pp. 351 y ss.
[20] Para una visión global y actual del periodo en cuestión, véase AA. VV., Origini e sviluppo della cittá. I. Il medioevo greco, en R. Bianchi Bandinelli (dir.), Storia e civiltá dei Greci, I, Milán, 1983.
[21] La demostración de que los poemas homéricos, aunque ambientados en época micénica, reflejan en realidad las condiciones de vida de los siglos de la llamada edad media griega se encuentran en M. I. Finley, op. cit. Para posteriores informaciones bibliográficas, véase E. Cantarella, Norma e sanzione en Omero, cit., pp. 7 y ss., donde se recoge también la bibliografía sobre la destrucción de los palacios micénicos, sobre sus posibles causas y sobre su datación.
[22] Por ejemplo, R. Flaceliere, L’amour en Grece, París, 1950, p. 213, según el cual la razón de esta ausencia estaría en el hecho de que la pederastia, que estaría provocada por la ausencia de mujeres o por su inaccesibilidad, no tendría razón de ser en una sociedad en la cual las mujeres serían libres, como sucede en la homérica.
[23] «La ira funesta» de Aquiles, con todo lo que trae consigo, no está provocada por celos sexuales. Lo que no tolera en el gesto de Agamenón es el ultraje consistente en la sustracción de un «bien» de su propiedad, como eran los prisioneros de guerra.
[24] Hom., Il., XXIV, 128-130.
[25] W. M. Clarke, «Achilles and Patroclus in Love», Hermes 106 (1978), pp. 381-396.
[26] Cfr. IL, XVIII, 22-27, 32-34 (Antíloco le sostiene la mano, temiendo que quiera matarse); 86-87; 120; 333-335; XIX, 4-5.
[27] Fr. 135 Nauck. Véase Plut., Amat., 751 c. Véase también Ps. Luc., Amores, 54.
[28] Véase G. Perrotta, Sofocle, Mesina-Milán, 1935, p. 36.
[29] Esqu., c. Tim., 142.
[30] At., XIII, 601 a.
[31] Plat., Symp., 180 a.
[32] Cfr. ARV, 21, I.
[33] Que los párrafos homéricos difícilmente ayudan a resolver: mientras el discurso de Tetis a Aquiles hace pensar que Aquiles era el erastes, en un párrafo del canto XVI (vv. 786-787) leemos que Patroclo era mayor que su amigo.
[34] Od., III, 399-403. Véase B. Sergent, L’omosessualitá, cit., p. 283, n. 31. Las relaciones entre Telémaco y Pisístrato están consideradas como una prueba de la existencia de la homosexualidad en los poemas también por D. Robinson-E. Fluck, A Study of the Greek Love-Names, cit., pp. 18-19. Sobre el asunto véase además M. Oka, «Telemachus in the Odyssey», Journal of Class. Studies 13 (1965), pp. 33 y ss.
[35] Od., IV, 302-305.
[36] Od., XV, 4-5 y 44-45.
[37] Véase B. Sergent, op. cit., pp. 221 y ss.
[38] Así Dióg. Laerc., I, 62. Sobre el arcontado de Solón véase Arist., Ath. Pol., 13, 1. Sobre el personaje y su obra, véase A. Masaracchia, Solone, Florencia, 1958 y A. Martina, Solon Testimoia veterum, Roma, 1968.
[39] Plut., Sol., I.
[40] 25 West (en Plut., Amat., 751 c) (trad. Ferraté).
[41] Fr. 384 Lobel-Page (trad. Ferraté).
[42] Véase Cic., De nat. deorum, I, 28 (la vista de los costados de un muchacho lo deleitaba); Cic., Tusc., IV, 71: (quae de iuvenum amore scribit). Sobre el asunto véase D. Page, Sappho and Alceus, Oxford, 1955, p. 294, y M. Vetta, «Il P. Oxy. 2506 fr. 77 e la poesia pederotica di Alceo», Quad. Urb. 39 (1982), pp. 7 y ss.
[43] Fr. 368 Lobel-Page (trad. Ferraté).
[44] Fr. 23 (trad. Ferraté).
[45] Fr. 43 (trad. Ferraté).
[46] Fr. 148. Véase Horac., Ep., XIV, 9-10: «Dicen que Anacreonte de Teo ardía por Batilo de Samos».
[47] Fr. 26 y 71.