Argumentación y pragma-dialéctica. Jesús Zamora Bonilla
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Название: Argumentación y pragma-dialéctica

Автор: Jesús Zamora Bonilla

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия:

isbn: 9786077423348

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СКАЧАТЬ resultante puede por ende caracterizarse como orientado a la resolución.

      Finalmente, el programa de investigación tiene un componente práctico en el que se desarrollan métodos para mejorar las habilidades individuales y los procedimientos específicamente argumentales. La competencia para argumentar involucra un complejo de disposiciones cuyo dominio es gradual y relativo a situaciones comunicativas específicas. Ello significa que las habilidades argumentativas solamente pueden medirse adecuadamente si aplicamos estándares asociados a tipos particulares de empeño argumental. Por ello, para mejorar la práctica argumentativa, sea mediante la instrucción explícita en teoría de la argumentación o modificando y rediseñando el formato utilizado en discusiones, debemos estudiar la argumentación en una diversidad de contextos institucionalizados y no institucionalizados que vayan desde el contexto formal del derecho hasta el contexto informal de una conversación entre amigos. En el componente práctico, los pragma-dialécticos hacen buen uso de sus conocimientos filosóficos, teóricos, analíticos y empíricos a fin de desarrollar métodos para mejorar la práctica argumentativa respetando la diversidad de circunstancias en que ella tiene lugar. Debido a su énfasis en promover la conciencia de los prerrequisitos para la resolución de diferencia de opinión y la estimulación de una actitud de disposición a discutir, el enfoque pragma-dialéctico sobre el mejoramiento de la práctica argumentativa puede caracterizarse como reflexivo.

      1.3 Cuatro principios meta-teóricos

      En primer lugar la funcionalización. A la argumentación se la suele estudiar como una estructura de derivaciones lógicas, actitudes psicológicas o creencias epistémicas más que como un complejo de actos verbales (y no verbales) que tienen una función comunicativa específica en un contexto de desacuerdo. Como resultado, a la argumentación se la describe a menudo en términos puramente estructurales, no solamente en los enfoques lógicos formales o informales, sino también en los estudios sobre falacias y argumentación práctica. Tales descripciones estructurales tienden a ignorar el fundamento racional del diseño discursivo. La función general de la argumentación es gestionar el desacuerdo. Surge ella en respuesta o anticipación a una diferencia de opinión, y las líneas de justificación que se eligen en el discurso argumentativo son inventadas con el fin de resolver la diferencia. El estudio de la argumentación debería por ello concentrarse en esa función de gestión verbal del desacuerdo que tiene ella.

      En segundo lugar la socialización. Especialmente en los enfoques que se concentran en el razonamiento, la argumentación se suele ver como la expresión de procesos individuales de pensamiento. La pregunta central se vuelve entonces la de si, y cómo, los elementos que constituyen el razonamiento están atados de tal manera que validen la posición del argumentador. Pero la argumentación no consiste en un individuo solitario que extrae una conclusión, ni es algo que se propone en un vacío social. Es parte del proceso de comunicación por el cual dos o más individuos que tienen una diferencia de opinión llegan a un acuerdo. La argumentación presupone dos roles distinguibles, el de quien protagoniza un punto de vista y el de su antagonista —real o proyectado. La argumentación refleja el modo colaborativo en el que el protagonista dentro de una interacción fundamentalmente dialógica responde a las preguntas, dudas, objeciones y contrapropuestas del antagonista. Esta es la razón por la cual la argumentación debe plantearse en el contexto social de un proceso de resolución conjunta de problemas.

      1.4 Organización del resto de este capítulo

      Habiendo esbozado en la sección 1 el marco intelectual en el que se ha desarrollado la teoría pragma-dialéctica, me concentraré en la sección 2 en exponer esa teoría. Más particularmente, en la subsección 2.1 explicaré cómo es que los puntos de vista meta-teóricos recién delineados se “realizan” en el modelo pragma-dialéctico de una discusión crítica. Tras describir las etapas que pueden distinguirse analíticamente en el proceso de resolver una diferencia de opinión, procederé a caracterizar los tipos de acto verbal que son directamente relevantes en cada una de las etapas. En la subsección 2.2 me concentraré en el análisis del discurso argumentativo y las operaciones implicadas en la reconstrucción de todos aquellos elementos en el discurso que son relevantes para producir una sinopsis analítica que constituya un punto de partida sólido para una evaluación responsable. En la subsección 2.3 resumiré las reglas de procedimiento que constituyen el código de conducta que debe observarse en una discusión crítica. Partiendo de semejante código discutiré entonces las falacias que pueden ocurrir. En la subsección 2.4 mostraré que, si incorporamos ciertos conocimientos retóricos dentro de la teoría pragma-dialéctica, eso no solamente enriquece la reconstrucción del discurso argumentativo y fortalece su justificación, sino que también promueve la detección de falacias. En la subsección 2.5, finalmente, sintetizaré algunos resultados de proyectos de investigación empíricos que surgen de la teoría pragma-dialéctica.

      2. El estado del arte en la pragma-dialéctica

      2.1 Un modelo de discusión crítica