Libertad para Belén. Soledad Deza
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Название: Libertad para Belén

Автор: Soledad Deza

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

Серия: Biblioteca 8 de marzo

isbn: 9789874039361

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СКАЧАТЬ habían intervenido en la causa habían restado importancia a este dato.

      Había una condena moral que se instaló en la atención sanitaria y se proyectó al proceso penal. Había que hacer público el caso para interpelar socialmente al Poder Judicial.

      Necesitaba que Belén esté de acuerdo. Lo charlamos en el Penal. Paola, una oficial, me ayuda a convencerla. le ase­guro que su nombre no aparecerá en ningún lado, pero le explico que necesitamos además de argumentos jurídi­cos, el apoyo de la gente. Denunciar la injusticia que está viviendo. Lo duda, teme exponerse. Le preocupa su fami­lia y la vergüenza social que puedan pasar si la identifican.

      Insisto. Acepta. Ahí nace Belén.

      Me debato entre hacerlo público con la prensa nacional y pienso inmediatamente en Mariana Carbajal, una perio­dista comprometida con la comunicación con perspecti­va de género y las cosas que nos pasan a las mujeres. Pero también pienso en Celina de la rosa de aPa! Agencia de Prensa Alternativa, compañera con quien hemos compar­tido marchas y reuniones.

      El desafío era grande porque debíamos ser capaces de co­municar aquello que la voz de autoridad, el Poder Judicial, se había propuesto con éxito ocultar: un caso de aborto. Quien diera la primera noticia de Belén tendría que mos­trar que detrás de una condena judicial se escondía la vio­lación de derechos, las violencias y el Patriarcado.

      Sin ese primer “micrófono” que fue aPa!, el caso de Belén no hubiera sido el mismo. Con la pluma de Celina se contó el revés de la trama judicial: la trama patriarcal. Esa trama que la había colocado en el banquillo de los acusados sien­do ella una víctima de un Sistema Machista.

      Belén nunca fue la misma después de esa primera nota.

      Luego Mariana Carbajal, desde Página 12, supo contarlo con su compromiso de siempre en una nota del día 26 de abril que se tituló “Un juicio para violar derechos”.

      De ahí en más, todo fue creciendo en materia periodís­tica. Repercusiones casi cotidianas y a nivel mundial. Y si bien las arremetidas de los medios de prensa hegemónicos fueron poderosas, no lo fueron tanto como para opacar la injusticia patriarcal que encarnaba Belén en su condena.

      “Una mujer condenada a 8 años tras haber sufrido un aborto espontáneo en el hospital Avellaneda”

      La mirada de Celina de la Rosa de APA!

      La primera sensación al conocer la historia de Belén, fue sentir que lo mismo me podría haber pasado si hubiese tenido una com­plicación cuando tuve un aborto o, a mi amiga si no hubiésemos sido diez personas entre la familia y compañeros que la acompa­ñamos en el hospital cuando tuvo una hemorragia postaborto.

      Otra vez la sensación de doble opresión sobre nuestras vidas: por ser mujer y por ser pobre.

      Cuando Soledad Deza, la Defensa Técnica de la causa de Belén (posterior a la condena) me contó el 20 de abril de 2016, paso a paso los atropellos, violaciones de derechos, violencias de las instituciones del Estado que llevaron a esta joven del hospital a la cárcel pensé que la tarea periodística desde la Agencia de Prensa Alternativa debía ser colaborar en dilucidar lo sucedido, mostrando los hechos, evidenciando la falta de pruebas, la contradicción entre los docu­mentos de la causa y poniendo a la vista los debates que rondaban al caso desde una perspectiva de género y de derechos humanos.

      Este caso ha marcado, a mi entender, la posición de las muje­res en esta sociedad y el peso de las desigualdades sociales tanto en la Salud como en la Justicia. Además, ha contribuido a tirar del pedestal a efectores de salud que violan el secreto profesio­nal, a policías y funcionarios judiciales que construyen causas sin pruebas y que no investigan, a una defensa oficial que no de­fiende. Incluso, esta causa ha dejado en el tapete a jueces erra­dos que juzgan según una cosmovisión y una clase dominante.

      En la cobertura de esta historia he escuchado, estudiado, leído y aprendido mucho junto a otras. Pude ver como una mujer que estaba sola frente al Estado, pasó a fortalecerse y a ser acom­pañada provincial, nacional e internacionalmente.

      El análisis sobre el rol de los medios de comunicación tam­bién se hizo necesario. Medios que privilegian el juego de las versiones más que los hechos y que son fieles las fuentes que ideológicamente les importan a los periodistas: policías, jueces, iglesia y funcionarios públicos. Medios que tomaron como línea editorial exponer la identidad de Belén sin que ello aportara en lo más mínimo a la información de la causa. Buscaron estigma­tizarla y para ello vulneraron la ética periodística.

      Es ideológico las voces que elegimos para entrevistar, aun­que se lo quiera disfrazar de pluralidad. Es ideológico pregun­tar una y otra vez por el nombre real de Belén, aunque esté en las fronteras de la contradicción con la ética periodística difun­dir su identidad por la sensibilidad del caso y aunque no aporte informativamente nada a entender la causa. Por supuesto esto no implica que fuimos los únicos que cubrimos la causa de una manera que consideramos adecuada.

      Desde APA! he podido trabajar junto a otros, acompañando paso a paso la salida de Belén de la cárcel. El mérito de su libe­ración respondió a: una abogada comprometida y un movimien­to de mujeres que demostró su poder de fuego.

      Foto que ilustró esa primera nota de APA

      3 de Mayo Es un día de lluvia.

      Belén es citada a los tribunales Penales para escuchar los fundamentos de su condena. El caso ya tomó estado público y desbordó el ámbito nacional. Hay muchos perio­distas queriendo cubrir el caso.

      Algunas organizaciones se acercan para acompañar. Era el preludio quizás de la Mesa Provincial que se arma­ría 6 días después.

      Aprovechamos para presentar el cese de Prisión Preventiva. Argumentamos que su detención es arbitra­ria porque no reúne los requisitos procesales: Belén no presenta riesgo de fuga y no puede obstaculizar una in­vestigación que terminó. También denunciamos que su prisión fue decidida “de oficio” por los Jueces que la con­denaron, esto quiere decir, sin que haya habido un pedido del Ministerio Público.

      Pedimos que en vez de constituirse el tribunal para la lectura de la sentencia, se le notifiquen los fundamentos en la alcaidía. Ella espera ahí, esposada. No queremos que su imagen se haga pública en una Sala de Juicios que esta­rá atestada de fotógrafos.

      El tribunal accede y Belén sale raudamente dentro de un camión celular de la Prisión Santa Ester, de vuelta al Penal. Nadie pudo verla y eso la deja tranquila. Después contaría emocionada que una vez ubicada dentro del celular, cuan­do quería esconder su cabeza para que nadie pudiera reco­nocerla, la guardia-cárcel que la custodiaba le dijo “estate tranquila ya nadie te puede ver, levantá la cabeza y mirá, toda esa gentes está acá por vos” y que cuando finalmente se ani­mó a mirar, aflojó y se largó a llorar.

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