Rodolfo Walsh en Cuba. Enrique Arrosagaray
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Название: Rodolfo Walsh en Cuba

Автор: Enrique Arrosagaray

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

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isbn: 9789874039446

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СКАЧАТЬ Cuba ‘no había que ha­cer huelgas18’”. ¡Qué familiar suena este tipo de razonamiento!

      Para nuestra sorpresa, nos encontramos en la retiración de con­tratapa de la revista recién citada, con la publicidad de un libro titulado Argelia y cuyo autor es un tal Carlos Aguirre, “un volu­men de 452 páginas con mapas y fotos”, anuncia por sólo $250 el ejemplar, la Editorial Perspectiva, con domicilio en Av. Roque Sáenz Peña 760, oficina 531. Esta revista estaba dirigida por Leo Huberman y Paul Sweezy. Más adelante se podrá ver por qué esta mención resulta, por lo menos, interesante.

      1 En la noche del 9 de Junio de 1956 se inició un levantamiento militar y civil, relativa­mente pequeño y focalizado casi exclusivamente en Buenos Aires, que intentó derribar a la dictadura de entonces. Con el fusilamiento de algo más de 30 personas y cientos de presos, aplastaron ese intento democrático.

      2 Conviene recordar que OperaciónMasacre fue primero una serie de nueve artículos apa­recidos en la revista Mayoría, que apenas tenía dos meses de vida. Fue continuadora de la revista Esto es, clausurada por la “Revolución Libertadora” en Febrero del 56. El se­manario Azul y Blanco de Marcelo Sánchez Sorondo, en su edición del 10 de Abril de 1957 dirá “Después de varios meses de silencio, después de soportar hasta la arbitraria presión en medio también del silencio de la prensa ‘libre’, el Dr. Tulio Jacovella acaba de iniciar la publicación del nuevo semanario Mayoría”.

      3 En El violento oficio de escritor.

      4 Arturo Frondizi fue el candidato a presidente por la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), negoció ser apoyado por el peronismo y, de alguna manera, por la izquierda de la época.

      5 Estos son algunos pocos datos biográficos que tomamos del libro Frondizi por él mismo, de Rodolfo Pandolfi, Editorial Galerna, 1968. Por otro lado Isidoro Gilbert -inimputa­ble de maoísta- en su libro El oro de Moscú, Editorial Planeta, 1994, cuenta que “Frondizi negoció con Victorio Codovilla el respaldo del PCA a su candidatura” (pág. 202) y que el PC “tenía afiliados secretos dentro de la UCRI, incluso algunos diputados naciona­les y provinciales” (pág. 204). María Seoane también aporta lo suyo desde su El burgués maldito, editorial Planeta, 1998; del mismo modo es importante leer al respecto, a Otto Vargas en ¿Ha muerto el comunismo?, Editorial Agora, 1997

      6 La leyenda cuenta que a ese edificio se le llama aún hoy “Palacio de los patos”. “Palacio” porque es una casa verdaderamente hermosa y “de los patos” porque sus habitantes fue­ron y son “patos”, es decir, pobres; por lo menos con relación a la galanura de la cons­trucción. La verdad no es tan así.

      7 Sobre Susana Lugones conviene leer Pirí, el libro de Analía García y Marcela Fernández Vidal. Es una edición conjunta de Ediciones de la Flor, La Maga y la UTPBA, 1995.

      8 Jon Lee Anderson en Che, una vida revolucionaria, Emecé Editores, pág. 51.

      9 Se refiere a los poetas argentinos Alberto Girri (1919-1991) y Jorge Vocos Lescano (1924-1989).

      10 La partida de Jorge Timossi y de Juan Fresán a ese “campamento” tiene que haber sido, indudablemente y a partir de datos que quedarán volcados en este trabajo, en la primera quincena de julio de 1959, porque esa oficina en Río tiene su apertura apenas semanas antes.

      11 La desilusión mencionada por Brascó, tiene un aporte expresivo en Poupée Blanchard. Le escribe a su madre a mediados de 1960, desde La Habana, en franco tono despecti­vo hacia Frondizi: “En cuanto a los informes que esperan del niño precoz, sería mejor que se fueran a ver una película que siempre va a ser más realista, o que se sienten a leer Petróleo y Política, que está lleno de fantasía. Ese pobre ser anémico no puede hablar se­renamente de nada. Está demasiado preocupado por sus hambres inmediatos. Pónganlo a jugar a los pies de su amo Frigerio, allí está en su lugar. Pero no lo sienten frente a us­tedes como si fuera una persona”. Creemos que no hace falta aclarar pero por las dudas decimos que ese “niño precoz” y ese “ser anémico” son una misma persona: el entonces presidente Arturo Frondizi.

      12 El interesado puede leer los pocos y valiosos textos que pudieron ser rescatados y pu­blicados, que tienen que ver con informes elaborados por él o por su área, dentro de Montoneros y dirigidos a la máxima conducción de esa fuerza.

      13 En un momento posterior de la charla, Miguel Brascó afirma que Primera Plana fue hecha por González O´Donnel y Jacobo Timerman. Lo dice así: “Pero el que la hizo fue González O´Donnel porque Timerman andaba haciendo golpes de estado, cosas con los militares, era socio del cadete Güiraldes. Al poco tiempo lo sacaron a Timerman. Un macaneador total, un farsante”.

      14 La casa era en la calle Venezuela 725, San Telmo. Un detalle interesante de la vida en ese “conventillo” de artistas lo cuenta Pablo Montanaro en su Francisco Urondo, Ediciones Homo Sapiens, 2003. Nuestro entrevistado Carlos Barés fue uno de los inquilinos du­rante algunos meses.

      15 La revista se llamaba “Zona de la poesía Americana” y el poeta peruano era Javier Heraud.

      16 En alguna de las charlas con Poupée Blanchard, nos contó que Walsh se enojaba mu­cho cuando ella “tomaba el micrófono” de una reunión. Lo mencionamos más adelante.

      17 Rogelio García Lupo nos dice lo siguiente sobre este matutino: “El diario El Nacional fue editado para acompañar la presidencia de Arturo Frondizi. Marcos Merchensky era el director político del diario. Yo participé de ese grupo hasta que me fui a Cuba. Entré en Qué a fines del 56. Me había ido de Noticias Gráficas. Hicimos la campaña para la elección del 57 y para la elección del 58. Fue una experiencia interesante. Desde esa mini-redacción de la revista Qué derivó el diario El Nacional, que estaba en la esquina de Córdoba y Montevideo. El editor responsable era Emilio Perina, es decir, Moisés Constantinovsky. Pero todo esto con Rodolfo, nada que ver”.

      18 Monthly Review, año II, número 15, de Noviembre de 1964. El artículo, muy inte­resante, se llama “Cuba entre la coexistencia y la revolución”, su autor es Adolfo Gilly y había sido publicado anteriormente en la revista Partisans, en París y en el semana­rio Marcha, en Montevideo. Lo citamos nada más que a modo de ejemplo y porque así como nosotros desconocíamos esa alianza y conocerla nos ayuda a entender una pulga­da más el proceso político cubano, es posible que a muchos lectores les pase lo mismo.

      CAPÍTULO 2

      LA СКАЧАТЬ